Secrets and Masks - dramione *TRADUCCIÓN*✓

72: Volátil. Despiadado. Frío.

TW; debates sobre el duelo y la muerte.

4 de julio

¿Puede una persona enloquecer de dolor?

Es una cosa jodidamente horrible, el dolor, y no afecta a todos de la misma manera.

Hace que algunas personas sollocen incontrolablemente pero inmoviliza a otras. Ahueca a algunas personas hasta convertirlas en un caparazón vacío y vuelve violentas a otras, pero ¿puede realmente hacer que una persona se vuelva loca? ¿Puede realmente destrozar a una persona tan completamente que le haga perder el control de la realidad?

Daphne Nott nunca lo había pensado así.

Puede que ni siquiera haya estado viva durante treinta años todavía, pero había pensado mucho en el dolor. Había pasado semanas pensando en eso después de que su madre muriera y había ayudado a Draco a superar el suyo cuando sus padres habían sido asesinados.

Y había pensado en eso casi constantemente cuando su nombre era Mustang.

Cada vez que le servía una bebida a Crouch, Daphne miraba las burbujas en su vaso y pensaba en su hermana. Se había preguntado si Astoria se desmoronaría después de su 'muerte'. Se había preguntado si iba a seguir los pasos de su padre. ¿Si ella se perdería en botellas de whisky y vino como lo había hecho él después de la muerte de su madre?

Cuando Crouch tenía mortífagos en fiestas, Daphne miraba fijamente sus máscaras y se preguntaba si Theo estaba entre ellos, si había logrado seguir adelante y tener una vida algo normal, o si su dolor lo había tragado por completo.

Durante mucho tiempo, había estado atormentada por esos pensamientos. Se había quedado despierta en los establos pensando en ello hasta que, finalmente, a su manera, los resolvió.

Siempre había sido una persona muy visual. En la escuela, había aprendido observando lo que hacían sus maestros y luego se imaginaba a sí misma en su lugar, y no lo había superado cuando entró en la edad adulta. Cuando hizo planes de batalla para Voldemort, primero tuvo que explorar el área para tener una imagen clara en su mente. Cuando forjó estrategias de ataque, las practicó con Draco o Theo o Blaise de antemano para saber exactamente qué esperar cuando se enfrentara a la realidad.

La visualización era la forma en que Daphne siempre había clasificado las cosas en su mente y, por alguna razón, cada vez que imaginaba el dolor, imaginaba un gran tarro de cristal que tenía un pequeño grifo en el costado que, cuando se giraba de la manera correcta, permitía que se escape de líquido.

Tal vez fue porque sabía que el cuerpo humano podía romperse como una delgada pieza de vidrio. O tal vez no fue tan poético como eso. Salazar solo sabía por qué le venía esa imagen en particular, pero cada vez que pensaba en el dolor, eso era lo que imaginaba. Imaginó el dolor como vino tinto y el cuerpo humano como una jarra. Lo imaginó llenándose con cada nueva pérdida que soportaba una persona.

Después de la muerte de la madre de Daphne, el dolor de su padre lo había consumido. Su copa, su jarra de vino, se había llenado completamente. No tenía espacio para nada más. Ni sus hijos ni su patrimonio. Ni su trabajo en el Ministerio ni sus responsabilidades como padre. No había tenido espacio para nada más que su dolor, y había tanto que había comenzado a desbordarse. Había estado a punto de estallar durante mucho tiempo y nunca había encontrado una manera de canalizarlo. En lugar de encontrar una manera de deshacer su toque, simplemente se ocultó en su dolor. En lugar de encontrar una manera de continuar por sus hijas, simplemente se llenó de pastillas y whisky de fuego hasta que finalmente estalló.

Eso era lo que pasaba con el dolor. Si no encontrabas una manera de superarlo, de canalizarlo, solo sería cuestión de tiempo antes de que te rompiera.