Secrets and Masks - dramione *TRADUCCIÓN*✓

24: Enterrado vivo.

TW; representaciones gráficas de muerte y asfixia

23 de abril;

Ella no debería haberlo besado.

Absolutamente no debería, bajo ninguna jodida circunstancia, haberlo besado.

Fue un error. Una mala idea. Un lapso momentáneo en el juicio. No disfrutó el beso, no podía haberlo hecho. Ella debe haber estado borracha. Sí, eso fue todo. Estaba borracha de ese whisky ridículamente caro que había estado bebiendo como si no fuera más fuerte que la cerveza de mantequilla aguada.

No se sintió atraída por el sabor de sus labios, solo estaba borracha. Nadie podría saber tan bien, ella debe haberlo imaginado. Malfoy no sabía poderoso, la sensación de su lengua arrastrándose sobre la de ella no era enloquecedoramente deliciosa. Ella no ansiaba más, no se inclinó hacia adelante y lo besó más profundamente porque quería, solo ansiaba el whisky que se aferraba a sus labios.

La forma en que él había agarrado la parte posterior de su cuello y apretado no había enviado un escalofrío por su columna de la manera más atractiva. Todavía estaba nerviosa, todavía aferrándose a las réplicas de adrenalina de la batalla en Lincoln.

La forma en que su cuerpo había reaccionado ante ella no había hecho que su estómago se encogiera de triunfo.

La forma en que sus músculos mortales, esos brazos que habían matado a miles, se habían estremecido y ondeado bajo sus palmas, no la habían hecho ronronear como un gatito satisfecho. Todavía estaba nerviosa, nerviosa después de ver tanta muerte en el campo de batalla ese día. Solo necesitaba algo para calmarse, una liberación, y Malfoy estaba allí.

Y eso estaba bien con Hermione. Completamente bien.

Dios sabía que Malfoy la había estado usando como una herramienta para mantener el favor del Señor Oscuro desde el día en que la capturó. Él la convirtió en un arma, la obligó a asesinar a inocentes soldados muggles y la obligó a matar a Seamus. Él la había usado, así que ella no se sentiría culpable por usarlo, solo esta vez.

Ella estaría bien.

Fue solo un error. No volvería a suceder, ella no lo permitiría .

Ella no estaba bailando con el diablo, solo usaba uno para exorcizar sus demonios.

25 de abril;

Joder, no debería haberla besado.

¡Joder, mierda, cojones!

Debería haberse alejado. Debería haber agarrado un puñado de sus salvajes y jodidamente ridículos rizos y tirado de ella hacia atrás, golpeando su cabeza contra la pared y recordándole su lugar. Que ella estaba en su casa. Que él estaba a cargo. Que él era el que tenía el control.

Lo había pensado, planeado borrar esa pequeña sonrisa tortuosa de su rostro en el momento en que notó la botella robada en sus manos. Joder, debería haberlo hecho, tenía toda la intención de envolver sus dedos alrededor de su garganta y apretarla, recordándole quién era él, de lo que era capaz.

Él cargó hacia ella como un toro furioso, con la ira llameando y la sangre hirviendo, pero en el instante en que ella levantó la pierna y clavó el talón en su piel, él estaba bajo su hechizo. Y en el mismo instante en que ella arqueó la ceja en un desafío y tomó otro trago desafiante, él supo que estaba jodido.

Aparte del propio Señor Oscuro, nadie lo había desafiado así en años. Nadie se atrevió. No otra Máscara Dorada, y ciertamente no una bruja sin una maldita varita. Bellatrix a veces levantaba la cabeza, pero su cola siempre volaba rápidamente entre sus piernas cada vez que Draco enseñaba los dientes. Ella siempre volvía a ponerse en fila rápidamente, por lo general todo lo que necesitaba era una mirada rencorosa de él.