Secrets and Masks - dramione *TRADUCCIÓN*✓

66: Tu culpa.

TW; MENCIONES DE SUICIDIO

1 de mayo;

¡¿Cómo diablos había dejado que esto sucediera?!

Mientras Draco miraba a la chica que dormía profundamente en sus brazos, era todo en lo que podía pensar. Las mismas preguntas se habían estado repitiendo una y otra vez en su cabeza como el golpe de un tambor durante semanas.

¿Cómo había dejado que esto sucediera? ¿Cómo pudo haber dejado que Voldemort la infectara con su magia? ¡¿Cómo es posible que no se haya dado cuenta?! Ella había sido un Horrocrux durante casi un año y Draco, no tenía ni idea.

Las señales habían estado allí. La sangre en la nariz. Las pesadillas que seguía teniendo. Decir que sentía la magia de Voldemort todavía arrastrándose por su piel, incluso meses después de haber estado en su mente. Todas las señales estaban allí y había estado tan ocupado luchando contra sus sentimientos por ella que no había juntado las piezas, no hasta que fue demasiado tarde.

Esa brújula, Draco había sabido lo que era en el momento en que Kingsley la había golpeado contra la mesa. No lo había visto en más de dieciocho meses, pero la reconocería en cualquier lugar. Había sido idea suya mover la maldita cosa y guardarla en un lugar seguro para que el enemigo no le pusiera las manos encima. La maldita ironía de todo.

El paso bajo los túneles, esa había sido idea de Malfoy. Recordó el plan que había hecho hasta el último detalle, y recordó el dolor que Voldemort le había infligido como castigo cuando la misión se estropeó y le robaron la brújula.

Seis horas de constante maldición Cruciatus: ¿cómo podría alguien olvidar eso?

Su falla con la brújula, también había sido la razón por la que había estado en modo de espera unas semanas más tarde cuando ocurrió el incidente de Dover. Sabía que necesitaba hacer algo para volver a los buenos libros del Señor Oscuro y esperar entre bastidores con un dragón hambriento mientras unos Máscaras Doradas movían un carruaje de chicas parecía una buena manera de hacerlo.

La única razón por la que Granger había sido capturada en Dover era porque él había estado allí, y la única razón por la que estaba allí era por esa maldita brújula.

La brújula, sin importar de qué manera la mirara, eso había sido lo que trajo a Granger a su vida y, en última instancia, eso era lo que también la alejaría de él.

Nunca olvidaría la sensación que lo invadió cuando su dial se posó sobre ella.

Esa sensación, la forma en que su corazón se detuvo a mitad de latido y se sintió como si su pecho se derrumbara sobre sí mismo, había sido peor que las seis horas de la maldición Cruciatus. Le dolía más que cualquier otra cosa que hubiera experimentado porque sabía que el dolor no pasaría, no iba a mejorar en el futuro porque ¿el futuro que él quería? ¿Ese futuro al que se había estado apegando? ¿El de Granger? Ya no existía, había dejado de existir en el momento en que el dial apuntó a su pecho.

Era como si el dial de la brújula hubiera cortado los hilos que sostenían su futuro y, desde entonces, se había sentido como si estuviera en caída libre. Caída libre en un gran agujero negro y no tenía idea de cómo iba a salir de él.

Y si era honesto consigo mismo, ni siquiera sabía si quería salir.

¿Cómo diablos pudo haber dejado que esto sucediera?

Se suponía que Draco era inteligente y astuto. Se suponía que siempre tenía un plan y protegía a los que amaba, entonces, ¿cómo diablos no había tenido idea de que la mujer que había venido a infectar cada sueño y pensamiento que tenía, también había sido infectada ella misma? Frente a su maldita nariz.