Día 7... Paranoia

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Felix colgó la llamada y guardó su teléfono. Se paró enfrente de la cama, se subió con cuidado y despacio. Empezó a curar sus heridas delicadamente, cuando terminó, se sentó al lado de Hyunjin para observarlo, tenía los ojos llorosos a punto de llorar. No se aguantó y comenzó a estallar del llanto.

—¡¡HYUNJIN, POR QUÉ TE TUVE QUE DEJAR SOLO ESE DÍA, MALDITA SEA, TODO ES MI CULPA!!—gritó Felix sosteniendo a Hyunjin en sus brazos mientras llora—.

—¡¡SI TAN SOLO NO ME HUBIERA ENAMORADO DE ESA PERSONA, NO TENDRÍAS ESTAS HERIDAS!!

Felix después de llorar un rato, teniendo en los brazos a hyunjin, lo deja solo.

Cerró la habitación y se sentó afuera recargándose en la puerta para seguir llorando.

Por otro lado, en las pesadillas de Hyunjin no paraba de ver a esa persona. Era una pesadilla sin fin; una dentro de otra pero siempre estaba él.

La persona llevó al niño al final del callejón, donde había luz, cuando llegó lo soltó y se quedó en el penumbroso callejón. El niño se preguntaba por qué se quedó ahí y no siguió caminando, pero el niño hizo una reverencia para decirle gracias, y se fue sin voltear a verlo.

Después de caminar hacia donde provenía la luz, Hyunjin se despertó abruptamente, empezó a jadear demasiado, miró a su alrededor con extrañes y miedo, estaba empapado de sudor, un dolor en su abdomen lo hizo darse cuenta de lo que sucedió hace 2 días.

Se sentía mareado y con dolor de cabeza insoportable, se fijó que en el extremo de la cama había una bandeja de comida que se arrastró en la cama para llegar a ella.

Cuando trataba de apoyarse con sus brazos le temblaban de lo débil que estaba.

Terminó de comer y sin que se diera cuenta se durmió.

Felix al darse cuenta que se quedó dormido, entró silenciosamente a recoger la bandeja, volteó a ver al espejo y vio que en el reflejo de Hyunjin en vez de que tuviera cabello rubio, tenía cabello negro.

Casi grita y suelta la bandeja de la sorpresa y miedo. Rápidamente sale de la habitación cerrando con cuidado. Cuando salió se cubrió la boca con su mano de la impresión, comenzó a llorar de nuevo.

Tambaleándose y temblando a la vez, salió del lugar.

Aún sorprendido lo asustó la llamada de Bangchan.

—Hey, Felix, ¿Hyunjin...Ya despertó? —preguntó Bangchan—.

—S-sí, hace unos m-momentos se volvió a dormir

—respondió Felix—.

—¿Por qué tartamudeas?—N-no es nada, me asusté con algo realmente trivial...

—Ah, está bien. Antes de que Hyunjin vuelva a despertar, déjale comida, y después consígueme un habitación de hotel.

—¿Por qué quieres una habitación de hotel, acaso ya no vas a venir aquí?

—Quiero estar un poco lejos de Hyunjin por ciertas circunstancias.

—Okey, entiendo. Buscaré uno de tu agrado. —Gracias, Felix.

Bangchan colgó y se distrajo viendo por la ventana de la cafetería en donde se encontraba. Viendo cómo la gente y los coches pasaban ante sus ojos.

Sus ojos siguieron a un hombre que se parecía a Hyunjin, pero de cabello negro. Se sorprendió tanto que se paró abruptamente de la silla donde estaba sentado, pronto la gente que estaba en el establecimiento lo miraron raro.

BON APETIT ChanjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora