La persona disfrazada de Felix, extendió los brazos de Hyunjin a los lados.
Desabotonó la camisa, botón por botón con delicadeza. Con su pecho descubierto, extendió las piernas de Hyunjin.
Él se quitó la camisa. Se abalanzó hacía Hyunjin, quedando cara a cara. Hyunjin estaba serio, pero aun así salían lágrimas de sus ojos.
Sus ojos estaban rojos, sus pupilas estaban dilatadas. Pero una mirada de odio y una terrible tristeza.
—Oh Hyunjin...Tu fuiste el que causó esto. No me mires con esa mirada tan fea. Recuerda que antes fuimos tan inseparables... ¿Qué nos pasó? —¿Qué...es lo que quieres...? —preguntó Hyunjin—.
—¿Otra vez esa pregunta? Te quiero a ti, te deseo, te extraño. En estos días extrañaba escuchar tu voz. Con sólo escucharte me calentaba demasiado.
—Contestó la persona—.
Tomó la mano de Hyunjin, la besó y fue besando todo su brazo lentamente. Llegó a su cuello y siguió besando dejando marcas.
Hyunjin estaba temblando del miedo y del enojo. La persona soltó una pequeña risa al verlo tan indefenso y débil, tenía el control en él.
Agarró su mentón y lo besó. Tan pronto sus labios y los labios de Hyunjin se tocaron, sintió una sensación de asco y un insoportable dolor de cabeza.
Sólo hizo una mueca y limpió su boca con su mano. La persona se enfureció y le dio una bofetada.
Agarró del cuello a Hyunjin y lo besó a la fuerza. Intentaba empujarlo para alejarlo, pero era todo en vano.
A pesar de estar poseyendo el cuerpo de otra persona, tiene la misma fuerza. No aguantó más y desabrochó su pantalón y dejo salir su miembro.
Una enorme sonrisa escalofriante podía ver Hyunjin en medio de vista borrosa y mareos.
Sabía que es lo que le iba a pasar.
—¡Por favor no...Te lo suplico! —gritó Hyunjin entre lágrimas —.
La persona no hizo caso y deslizó su mano a la parte baja de Hyunjin. Introdujo un dedo y comenzó a moverlo. Luego añadió dos dedos más y siguió moviendo.
—¡¡Por favor detente, no sigas!! —Gritó entre llantos mientras se estremecía del dolor —.
La persona se aburrió de escucharlo, tanto que acostó boca abajo a Hyunjin. Lo abrió de piernas y alzó su cadera.
Vio que aún boca abajo intentaba moverse así que puso sus brazos atrás de su espalda, lo agarró de las muñecas para impedir que se liberara. La persona se acercó al oído de Hyunjin.
—Esta vez sé obediente, este cuerpo no es mío. Es algo que él hubiera querido. Sin embargo, es igual de cobarde que aquel imbécil. —Dijo susurrandole en el oído con un tono seductor—.
—Esa maldita manía de poseer personas a tu antojo. Cada vez te pareces a esa persona asquerosa. Odiabas que te hiciera eso y aun así eres igual a él. ¡O quizá, eres peor, más retorcido y cínico que él! —Hyunjin miró de reojo mientras le encaraba las palabras que le dolían a esta persona—.
—Te haré sufrir. No vas a soportar y vas a desear morir más rápido. Pronto vendrás llorando a mis pies deseando vengarte. Por ahora, me encargaré de destruirte aquí adentro. Te amo, Hwang Hyunjin.
—¡¡NO POR FAVOR!! NO, NO, NO, ¡¡NO!!—gritó desesperadamente mientras se sacudía—.
La persona introdujo lentamente su miembro en el interior de Hyunjin.
—¡¡TE LO RUEGO QUE NO LO HAGAS, DETENTE DUELE MU-!! ¡¡AAHHG!!
—interrumpiendo soltando un gemido debido a que la persona pelinegra lo penetró—.
—¡Dios, te sientes tan caliente y estrecho aquí adentro! ¡Deseaba demasiado estar aquí!
¡¡VAMOS, SUELTA TUS QUEJIDOS, LLORA MÁS, GRITA LO QUE QUIERAS!! ¡¡NADIE TE VA A ESCUCHAR!! —gritó la persona descaradamente mientras le jalaba el cabello y movía sus caderas rápidamente—.
Mientras más adentro estaba, más dolía. Se sentía insoportable al no poder defenderse para evitar ser tocado de esa forma. Era doloroso al saber que la voz que le hablaba era de su mejor amigo. Aunque, no es exactamente él, ese no es su cuerpo. Algo que Felix jamás haría por más que le gustara Hyunjin.
El sentimiento de una inevitable asco, dolor y desesperación, entre gritos de súplica y no poder ver bien, sentir que te duele la cabeza insoportablemente, con movimientos y ruidos que salgan contra tu voluntad. Eso era sentirse violado.
No tenía en cuenta qué era sentirse así, sabía qué era, pero no sabía cómo se sentía, creía que era mera exageración. Tal vez se hubiera quedado con las dudas.
Ser violado por el cuerpo poseído de tu mejor amigo, es hiriente.
—Hyunjin...La última vez que te vi no tenías moretones, acaso... ¿Bangchan te los hizo?
—Preguntó la persona pelinegra mientras aumentaba la velocidad de sus caderas—.
La persona pelinegra presionó uno de sus moretones, al escuchar que Hyunjin se quejó del dolor, presionó los demás.
—Por favor... Sólo vete, no le hagas daño a Felix. Yo ya estoy sucio por ti...¡¡POR FAVOR SÓLO VETE, DÉJAME EN PAZ!! —gritó Hyunjin con lágrimas en los ojos—.
Los ojos de Hyunjin gritaban ayuda, había saliva saliendo de su boca, su cara estaba sonrojada, aunque seguía llorando con el ceño fruncido.
—¡JAJAJAJA! Ojalá pudieras ver tu cara, te ves tan miserable, Hyunjin. No me detendré incluso si me suplicas...Al menos que prometas regresar a mí. ¡Vamos, di que me amas! Dilo, dilo, Hyunjin ¡¡DILO!!
—Te...Te amo
La persona pelinegra volteó boca arriba a Hyunjin, observó que tenía los ojos rojos. Lo tomó de los hombros y levantó su torso y lo abrazó.
Apoyó la cabeza de Hyunjin en su hombro mientras le acariciaba su cabeza con ligeras acaricias.
Alzó la mirada y miró al espejo.
«Él tiene razón, me veo tan miserable...Me siento sucio tan solo ser tocado por él.»
Pensó Hyunjin.
—Hyunjin, ¿escuchas eso? —Preguntó la persona pelinegra—.
Lo que le pidió que escuchara, era el ruido de la lluvia.
—¿Por qué haces lo mismo que esa persona...Hizo contigo? —Preguntó Hyunjin con voz ronca—.
—Sabes lo doloroso que es que Bangchan me confunda contigo y me golpee pensando que eres tú...—¿Debería darle su merecido? —Preguntó la persona pelinegra—.
—No...Pronto saldré sin tu ayuda...Y he recuperado mis sentimientos. —Ya me di cuenta, lo lamento que los hayas recuperado de esta forma...
—Lo siento por lo que voy hacer—Dijo la persona pelinegra—.
Tan solo fue un instante en que le dio un golpe fuerte en la espalda. Hyunjin se despertó exaltado por el dolor del golpe que le dio. Notó que él ya no estaba y el efecto de la droga se había quitado.
Revisó desesperadamente que no estuviera en la habitación, pero no había nada, solamente un reflejo de sí mismo en el espejo...