Un rayo de esperanza ante el desesperado deseó de ser salvado, esta persona apareció repentinamente siendo imprudente.
Se acercó tan amigable que el corazón de Haejin se conmovió, pero en realidad Bangchan quería otra cosa.
En ese momento Haejin no se atrevía a decir su nombre o hablar con él. Creía que si le decía su nombre iba a reaccionar a los rumores en su nombre. Un nombre tan sucio como el interior del dueño.
—No me busques. Olvida lo que sucedió y gracias...—Dijo con una fría voz mientras se levantaba temblorosamente del suelo, se apoyaba de la pared con su mano para poder sostenerse y no caerse—.
A pesar de que Haejin le dijo que ya no lo buscara, él iba cada que podía a preguntarle si estaba bien. Siempre que iba era ignorado por Haejin.
Por más que le dijera que lo dejara en paz, no lo hacía. Era tanta la insistencia que poco a poco dejaba de ignorarlo y dejaba entrar en su vida a esta extraña persona. A veces era el infierno en su casa, llegaba y era violado por su padrastro o por otros hombres a cambio de dinero.
Pero en aquel rincón detrás de la escuela estaba con Bangchan y era un poco más tranquilo que casa.
Poco a poco la relación de ellos fue cambiando sutilmente con pequeños toques de mano, acaricias y besos. Era la primera vez que le mostraban ese tipo de afecto, era tan especial. Pasaron años, ellos ya eran una pareja con una comunicación bonita y estable, pero Haejin ocultaba su verdadera identidad.
En ningún momento le contó sobre su padrastro o su hermano. Una mentira para toda una "vida".
Solo eran ellos dos y nadie más. había más confianza, Bangchan le contó que era trainee de una agencia, además de haber hecho un amigo. Esto puso celoso a Haejin. Entonces Bangchan los presentó mutuamente. —Hola... Tu debes ser el amigo de Bangchan, cierto? —preguntó Haejin analizando cuidadosamente el aspecto de él—.
Esa extraña persona se quedó mirando a Haejin con ojos muy abiertos. Sus ojos brillaban como un par de cometas. Haejin visualizaba su cara, vio que tenía pecas.—H-hola, sí soy el amigo de Bangchan, me llamo Felix...—dijo con voz entorpecida—.Felix nunca había visto un hombre tan atractivo como Haejin. Sin darse cuenta, se había enamorado a primera vista de la pareja de su amigo. Sus orejas estaban rojas.
Se puso tan nervioso que evitó la mirada intimidante de Haejin y miró al suelo. Después de ese encuentro de Felix y Haejin, Cada vez eran más cercanos, esto ponía celoso a Bangchan empezando a ser posesivo.
Necesitaba que él estuviera a su disposición, jamás había sido así. Hasta que ellos por fin cumplieron los dieciocho, se atrevió a tocar a Haejin, pero él no quería.
Entonces golpeó a Bangchan de modo de defensa. Al verlo inconsciente no sabía qué hacer con él. Verlo calmado lo llevaron a pensamiento turbios, impulsos enfermizos de tocarlo.
Lo llevó a un sótano para violarlo. No quería ser abusado por su pareja, sería como desahogarsede años de abuso sexual. Aquella noche tormentosa, Haejin tenía a Bangchan amarrado a unas cadenas sobre una cama blanca.
En el momento que despertó intentó zafarse de las cadenas, pero era imposible. Haejin violó a Bangchan incontables veces, repitió ese ciclo vicioso de violador que fue violado.
De muchas torturas que Haejin le hacía era tomar un cuchillo y empezar a quitarle pedazos de piel e ingerir su propia carne cocinada.
Sus brazos y piernas estaban cubiertas de vendas y llenas de sangre. La otra fue mostrarle su rostro destrozado en un pequeño espejo, la cual rompió y tomó un pedazo e hizo que el mismo Bangchan se cortara las venas.
