Al día siguiente, Mi-suk entró en desesperación cuando vió que la misma empresa eliminó los artículos y los correos que había mandado.Incluso una denuncia en su nombre.
—¡¡UGH MALDITA SEA!!
—Gritó y azotó su teléfono al piso—.—¡¡MI-SUK NO SE VA A RENDIR HARÉ LO QUE SEA PARA ENCONTRARTE, BANGCHAN!!
Volvió a recoger su teléfono y su humor cambió cuando vió que estaban reclutando bailarines de respaldo.
Una enorme sonrisa pintó su cara, encontró la manera perfecta de acercarse a Bangchan.
En el camino iba viendo su teléfono, estaba viendo información sobre el reclutamiento.
No sé dió cuenta en dónde estaba caminando y terminó chocando con una persona.
Le llegó la sensación de haberlo visto antes. Entre tantas fotos que vió anoche una de ellas era el rostro desconocido del mánager de Bangchan.
Aparentemente, era Felix.
—¡Oh, discúlpeme por chocar con usted!
—dijo Mi-suk haciendo una reverencia—.Felix la analizó, tenía una cara hermosa, cuerpo perfecto.
—Disculpa, de casualidad...¿Eres modelo?
—Preguntó Félix—.—No lo soy. Pero, soy bailarina.—Contestó Mi-suk—.
—¡Eso es genial! La empresa en la que trabajo estamos reclutando bailarinas de respaldo.
¿Podríamos ir a un café para hablar más cómodamente? claro si tiene tiempo.
—Preguntó Felix con una sonrisa amistosa—.—¡claro que sí!
«Si todo va bien, pronto podré verlo... Sólo espérame, Bangchan»
Pensó Mi-suk.
Fueron al café más cercano, se sentaron y pidieron bebidas.
—Le haré una pequeña entrevista, si está de acuerdo.
—Claro, estoy de acuerdo.
—Contestó Mi-suk—.—Bien, ¿qué tipo de baile práctica?
—Pole Dance.
Le hizo muchas preguntas, contestaba naturalmente y con un encanto. Hasta que...
—Una última pregunta, ¿cuál es su nombre?—Preguntó Felix—.
—Mi-
Mi-suk recordó que había una denuncia en su nombre, si revelaba su nombre iba a echar todo a perder.
—Mi nombre es Kim Hyo-ri.
—Esta bien, señorita Kim, enviaré esta entrevista, no necesitará entrenamiento, al parecer con su experiencia siendo bailarina de pole dance, sería más que suficiente, no creo que tarden en aceptarla.—Dijo Felix parándose de la silla y extendiendo su mano—.
—Muy bien, esperaré con ansias su llamada.—Contestó Mi-suk mientras le daba un apretón de mano a Felix cómo forma de aceptar el trato—.
Recogió sus cosas y fue a pagar las bebidas. Cuando salió Mi-suk soltó un gran suspiro, estaba tan confiada en si misma.
No podía evitar pensar que pronto vería la persona que ella desea.
«Pronto te veré arrodillado ante mí, Bangchan...»
Recordó que no había terminado de leer la información que compró. Sacó su teléfono, buscó y leyó.
Un extraño escalofrío recorrió su cuerpo cuando leyó que era caníbal.