Hyunjin se despertó repentinamente por un ruido en la cocina, se levantó y vio que era Felix preparando el desayuno para los dos.
—Oh, Hyunjin, buenos días, siéntate.—Dijo Felix señalando el asiento y puso un plato de panqueques con miel—.
Hyunjin se sorprendió demasiado al ver a Felix utilizando la cocina, él no sabía esa cualidad de él.
—¿De donde aprendiste a cocinar?—preguntó Hyunjin intrigado—.
—Lo tuve que aprender contra mi voluntad, ya que Bangchan después de embriagarse quería comida, era un fastidio—dijo Felix retorciendo los ojos al recordar esos momentos—.
Hyunjin en vez de desayunar esperó a Felix para que desayunaran juntos. Necesitaba un momento, una excusa para mantenerlo ocupado aunque sea dos días para hacer lo que ha estado ansiando.
—Hyunjin, mi hermana me llamó diciendo que mi madre está enferma, y ahora en Busan hospitalizada. ¿Puedo ir a verla?—preguntó Felix jugando con el tenedor en el panqueque—.
—No tienes porque pedirme permiso, puedes salir de aquí si quieres, nadie te retiene.—Dijo Hyunjin—.
—Ah, bien, es solo...Miedo, tengo miedo de que Bangchan me encuentre.—Dijo Felix entre dientes—.
—Él no te buscara, ve tranquilo con tu madre, no te preocupes.—Dijo Hyunjin tratando de calmar a Felix por cosas "triviales"—.
Ambos se concentraron en desayunar tranquilos. Hyunjin ayudó a Felix a hacer su equipaje, esta era su única oportunidad de tenerlo lejos para que no se entere de lo que va hacer.
En esa misma tarde partió del departamento de Hyunjin despidiéndose de él con un cálido abrazo. Pronto el resentimiento de ocultarle cosas empezó a ser más fuerte.
Hasta que finalmente Felix se fue. Pronto el ambiente donde estaba él se hizo una gran penumbra oscura y fría.
Hyunjin se paró enfrente de un espejo en el cual se dio cuenta que usa mucho Haejin para salir.
Eso quiere decir que el otro espejo que atraviesa para entrar a su departamento es uno, los espejos están conectados. Mordió su dedo índice con fuerza para que saliera sangre y escribió en él un mensaje que lo vería Haejin para que vaya a un lugar.
Con eso sin duda iría.
Haejin vio todo lo que hizo Hyunjin en la anterior noche, de alguna manera no se sentía satisfecho ya que asesinó a la persona que le hizo un daño profundo. La muerte repentina de él sentía que no era lo suficiente, pero era tarde.
Aunque la muerte de él no era la clave para estar satisfecho.
Se echó para atrás y se dirigió al espejo que lo llevaba al departamento de Hyunjin. Hasta que se topó en el espejo algo escrito con sangre que lo estaba citando en un lugar tan inusual, un lugar que era conocido. Soltó una sonrisa burlona. Se dio la vuelta para ir caminando pacíficamente hacia aquél lugar.
Bangchan se preguntaba porqué apareció repentinamente en los pasillos en plena madrugada.
Por un momento creyó que estaba ahí por él, pero cuando escapó vio que simplemente era una equivocación suya, una ilusión, una esperanza de que volviera.
Simplemente una mentira más.
Bangchan estaba en su casa después de pasar toda la madrugada en su agencia.
Su cuerpo estaba cansado, deseaba poder dormir, pero no podía, ni con pastillas ni alcohol lo hacía dormir.
Estaba en su sala acostado en el sofá viendo televisión. Hasta que pasó por un canal de noticias. En donde habían asesinado a un grupo de personas, lo estaban relacionando con el asesino de seda, aunque decían que había cambiado su método de asesinato.
