—Si hubiera sabido que eras tú el que me sacó de ahí, le hubiera gritado a Bangchan que me apuñalado una vez más...—reclamó Felix—.
—Supongo que me odias, por eso estás arrepentido de que él no lo hiciera. Mencionaste que tardaste en olvidarme, acaso...¿Todavía estás enamorado de mi?
—dijo y preguntó la persona pelinegra—.
—Eres demasiado iluso. Bangchan y Hyunjin están tan abrumados por tu maldad, eso incluyéndome, ¿crees que yo me atrevería a sentir algo por una persona bizarra como tú?
—preguntó Felix—.
La persona pelinegra se quedó callada ante lo que dijo Felix. Él tenía razón, por qué sentiría algo por él.
—Trata de no moverte mucho, vas a abrirte las heridas.—Dijo la persona pelinegra dándose la vuelta para salir del lugar—.
A las espaldas de la persona pelinegra, Felix estaba llorando, bajó la cabeza para que no lo viera, porque a pesar de que él no puede ver de espaldas, él siempre te verá, no importa dónde estés.
Hyunjin trataba de reprimir su dolor, se sentía demasiado traicionado, pero todo va acorde al plan.
Bangchan por otro lado, estaba empezando a odiar a Hyunjin, cree que fue por su culpa de que Felix le pidiera hacer eso.
Su cansancio hacía que su humor estuviera muy irritable, a tal punto de casi gritarle a su CEO.
El CEO notó sus ojeras, sin embargo, eso no le importaba. No importa lo enfermo, herido y cansado que estés, nunca le importará a las agencias.
Siempre ha sido así, las súplicas de las fans para que les den un descanso, simplemente no les importa. Incluso con los comentarios de odio, jamás hacen algo. Los usan como maniquíes.
Tanto cansancio y el odio, hace que muchos colapsen o incluso se quiten la vida...
El CEO le causó lástima que se viera tan demacrado, lo mandó a su casa temprano.
Bangchan no quería ir temprano a casa, no quería recordar lo que hizo.
Sólo pasó a su casa a ducharse y cambiarse. Se puso algo que usualmente usaba, camisa negra y pantalones negros. Parecía que iba a un funeral. Lo hacía ver tan atractivo que cautivaba a hombres y mujeres.
Apenas la noche iba a comenzar. Iba caminando en la fría noche. Se topó con el bar en el que conoció a Mi-suk y sólo soltó una pequeña risa de burla.
Le llamó la atención un bar, no era un bar cualquiera. Era un bar gay.
Entró por curiosidad, adentro era un desastre. Se sentó enfrente del escenario. Tan pronto se sentó ordenó alcohol. La música le atravesaba los tímpanos, las luces lo cegaba.
Las luces se apagaron, una luz roja iluminó el escenario. Un gran telón rojo lo atravesó un hombre con máscara que tenía la complexión de una chica. Caminó hacia el tubo que iba del piso hasta el techo.
La música se tornó sexy. El hombre comenzó a bailar con delicadeza y elegancia.
Los demás hombres del lugar gritaban como locos, el sitio olía completamente a alcohol, tabaco y a otras cosas.
Bangchan no entendía la necesidad de gritar, simplemente él se quedaba callado a admirar el baile de aquel chico.
El chico sólo miraba a Bangchan, parecía que estaban ellos dos solos en ese lugar. Sus miradas se cruzaban demasiado.
Bangchan comenzó a disfrutar de el baile. Bebió mucho sin darse cuenta.
Algunos hombres se sentaban cerca de Bangchan con la intención de tener una aventura con él. Bangchan sólo les robaba los cigarros y luego los rechazaba.
