Bangchan salió a la calle, estaba por amanecer, sentía el aire frío en su cara, se sentía más fresco y ligero.
Con todo descaro sonrió e hizo como si nada hubiese pasado. De verdad, ¿era su única manera de vengarse?
Iba caminando con la sonrisa más macabra que había hecho, pensando en otras cosas para hacer sufrir a Hyunjin.
Pensó que simplemente seguir violándolo lo haría sufrir, lo mismo hizo con su ex amante, recordaba todo y planeaba hacerlo tal cual lo hizo con él. Llegó a su departamento y miró todo a su alrededor como si no hubiese visto su hogar en años.
Empezó a limpiar los trozos de vidrio que había roto. Eso le recordó que su ex amante lo obligó a cortarse las venas con un trozo de espejo roto.
Hizo un montón de cosas enfermizas en el cuerpo de Bangchan, se dejaba porque lo "quería", más que eso era dependencia emocional. Una terrible dependencia que hizo que lo necesitara en todo momento, en esa relación parecía que Bangchan era el único que le interesaba, mientras que él lo utilizaba.
Sentía que solamente lo quería para tener sexo o cumplir sus fantasías sadistas.
Odiaba que Hyunjin se pareciera a él, era demasiado similar, incluso aquél lunar debajo de su ojo. Decidió tomar un descanso, se duchó y fue a la cama a dormir.
Fue un sueño demasiado corto, en ese momento odió tener insomnio. En eso recordó que aún conservaba carne del cuerpo de Mi-suk.
Se emocionó y cocinó, partió en trozos la carne, la sazonó y frió.
Recordaba los gritos que ella hacía cuando le clavó el mismo cuchillo que usó para cortar la carne que iba a cocinar, para él era un simple chiste y se reía.
Un insensible de lo peor. Se sentó en el comedor, frente a él estaba el plato de jugosa carne, acompañada de ensalada.
Masticó y tragó. En su mente se le venían demasiados pensamientos. Notó que en una de sus paredes había un ojo con un lunar a un lado, estaba pintado con sangre.
Se paró del comedor y se dirigió a apreciarlo más de cerca.
Observó que estaba brillando, alzó su mano y lo tocó. Sus dedos se mancharon haciendo que el dibujo se corriera y dejara de tomar forma.
Soltó una pequeña sonrisa. Se volteó y fue a arreglarse para salir a despejar su mente.
Bangchan aún tenía el deseo de poder seguir abusando de Hyunjin. Quería hacerlo hasta que él ya no aguantara, quería oírlo suplicar, sentir el deseo de misericordia de otra persona.
Le seguía doliendo la muerte de su amigo y compañero de trabajo, no sabía cómo decirle a su ceo de la muerte de su mánager.
A este paso ya no sabía qué hacer. Dos muertes las cuales tendrá que superar, pero siempre dolerá el de su primer amor. Por más que él desee olvidarlo, siempre aparece en todas partes, hay cosas que le recordarán a esa persona que lo amaba, pero lo lastimaba.
Ahora está siguiendo sus mismos pasos. Es irónico. Una ironía enferma y bizarra. Dos personas estuvieron enamoradas de la misma persona y la perdieron.
Dos personas arrepentidas. Una persona abrumada. Las dos mismas personas torturadas mentalmente por otra persona...Y la tercera persona sediento de súplicas. Bangchan no dejaba de pensar. Se veía en sí mismo en el espejo, pero no se reconocía. No soportó y salió rápidamente de su departamento.
Una mirada que intimidaba a los demás sobresalía de un cubre bocas. Una vestimenta de color negro que llamaba la atención, adaptándose al cuerpo en forma de Bangchan.
Bangchan caminaba entre la gente. Las personas abrían camino por lo imponente que se veía.
Dejó que sus piernas caminaran lo que quieran, tanto así que llegó inesperadamente al principio del puente mapo.
El aire frío le llegaba a su descubierto cuello mientras observaba los mensajes emotivos para evitar los suicidios.
Recordando las asechorías que hizo en ese mismo puente. Más adelante observó pedazos de cinta de peligro, Bangchan soltó una pequeña risa y corrió hacia la cinta.
En el lugar donde estaba la cinta y observó que había una foto de una chica y unas veladoras, reconoció a la chica que Bangchan había matado, Mi-suk...
A lo lejos se escuchaba una motocicleta demasiado ruidosa, lo sorprendió porque en segundos ya estaba al otro lado del puente. Le llamó demasiado la atención. Observó que unas nubes grises se aproximaban. Decidió retirarse del lugar...
Felix estaba cansado, una vez que su herida se cure, irá directamente a rescatar a Hyunjin. Se lo prometió a sí mismo.
Quería odiar a Bangchan por las cosas que le hizo a Hyunjin, a las demás víctimas no le importaba, pero en este caso es su amor platónico.
Simplemente no podía odiarlo, era su mejor amigoy además él fue el que se lo dio casi en una bandeja de plata. Saber queBangchan le está haciendo daños internos a Hyunjin, lo hace llorarincontrolablemente