Día 20... Sangre

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—¡Por favor, Bangchan, no le hagas eso! —suplicó Hyunjin—.

—No digas mi nombre en voz alta. Mejor mira detalladamente, escucha muy bien los gritos de ella. —Jalándole el cabello para que vea a fuerza la escena—.

Los hombres bajaron sus pantalones cada uno. Se subieron a la cama y empezaron a acariciar la cara de Mi-suk.

Ella forcejeaba para que no la tocaran, pero los hombres la golpeaban cada que ella hacía eso.

Rasgaron el vestido rojo, le quitaron las zapatillas, le quitaron su ropa interior haciendo que ella quedará desnuda.

Masajeaban sus pechos y pellizcando sus pezones. Uno de ellos le abrió las piernas y dejó salir su miembro, ella suplicaba que no lo hiciera. El hombre la penetró con rudeza, un jadeo salió de la boca de Mi-suk.

Empezó a moverse con rapidez, entre más de movía, más salía sangre combinado con esperma.

La cama rechinaba, ella gritaba mucho así que otro de ellos le metió su miembro en su boca para callarla.

Un momento desesperado, no podía respirar muy bien, la agitaban mucho, sentía que le rasgaban su garganta.

El que la estaba penetrando eyaculó en su cara a propósito. Se fueron turnando y cambiando de posiciones a cada rato.

Hyunjin sólo observaba, pero igual se sentía muy vulnerable al no poder hacer nada.

Bangchan disfrutaba lo que veía. Aun jalándole de los cabellos a Hyunjin, comenzó a jalarle con más fuerza. Soltó un pequeño quejido.

Pasó un buen rato, los tipos seguían violándola sin piedad, incluso violaron su canal anal, la golpearon, le dejaron moretones y mordidas por todos lados, marcas rojas, rasguños, marcas en su cuello de ser ahorcada, esperma por todo su cuerpo y lágrimas derramadas por el dolor.

Llegó un punto en que dejó de llorar, dejó de quejarse y de gritar.

Los tipos se aburrieron y se empezaron a ir uno por uno. Siempre agradeciéndole al tipo de máscara de lobo, ósea a Bangchan.

Todos ya se habían ido, Mi-suk tenía el maquillaje borrado, estaba cansada, adolorida, deseaba que estuviera muerta. Bangchan desató a Hyunjin, lo primero que hizo fue correr hacía Mi-suk para ver si seguía viva.

Ella tenía los ojos rojos e hinchados, heridas por dónde quiera. Escuchó que Bangchan salió y la cubrió con una manta que tenía. Le puso una almohada en su cabeza.

—¿Se...Fueron? —preguntó Mi-suk con voz ronca. — Sí. Se fueron todos. —Contestó Hyunjin acariciando la cabeza de Mi-suk. — Cierra tus ojos un momento y olvida por ahora lo que pasó, ¿sí? —Dijo con voz suave—.

Cerró lentamente sus ojos y quedó dormida. En eso Bangchan entró y dejo un balde con agua y una esponja, y se fue y dejó eso.

Hyunjin agarró el balde, sumergió la esponja en el agua, la exprimió y lo pasó por los brazos de Mi-suk.

Limpió su cuerpo con la esponja con delicadeza. Cuando terminó se acostó en el piso. Nunca creyó que Bangchan haría eso y menos a una mujer. No durmió en toda la madrugada, sentía furia, sentía tristeza. Su garganta se hacía nudo.

Escuchó la puerta abrirse y vio que Bangchan dejó una bandeja con bastante comida y agua. Levantó la bandeja y la llevó al extremo de la cama. Mi-suk soltó un pequeño quejido que hizo que Hyunjin se alertara.

—¿Te sientes bien? —preguntó preocupado—.

—No...—Negó con la cabeza—.

Hyunjin la ayudó a sentarse, no sabía qué hacer para que ella no pensara en lo que le pasó. Es algo inevitable. Hyunjin acercó la comida y empezó a alimentarla.

BON APETIT ChanjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora