Día 25... Miserable

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Bangchan estuvo penetrándolo sin piedad. Las imparables lágrimas de Hyunjin empapaba la cama.

Sus quejidos eran demasiado ruidosos, las súplicas eran inútiles, sentía que en su interior era un desastre, era todo resbaloso y dolía.

Escuchaba que Bangchan murmuraba cosas sin sentido.

Bangchan se cansó de ver en la posición que estaba Hyunjin. Lo volteó violentamente boca arriba, observó sus ojos, estaban rojos y llorosos, unos ojos que lo miraba con mucho desprecio y odio.

No le gustaba que lo mirara de esa manera y lo abofeteó.

Siguió golpeándolo y causándole moretones en todos lados de su cuerpo, mientras lo seguía violando sin parar.

Le rompió la camisa y la tiró al piso. Lamió cada parte de su cuerpo, su cuello, su pecho, sus muslos.

Mordió, le hizo chupones, rasguños y rastros de saliva.

Hyunjin solo quería verlo, abrazarlo y besarlo... No quería nada de lo que le está haciendo Bangchan.

Sentía sus ojos demasiado hinchados, tenía entumecido su abdomen, su garganta le dolía, sentía punzadas en la cabeza.

Pasaban horas y Bangchan seguía violándolo con desesperación.

aún así Hyunjin seguía con la esperanza de que él reaccionara y lo dejara de violar. Deseaba que al menos lo besara para que lo engañase que le está haciendo el amor como su "pareja".

Era algo muy imposible. Jamás conoció a alguien con una gran maldad, quizá conoció a tres personas que le hizo la vida imposible. Pero nunca a tal punto de que él sienta la sed de querer morir.

Ahora más que nada, quería morirse, quería que lo matara.

Pasó más tiempo y dejó de llorar y de suplicar que lo dejara.

Eso molestó a Bangchan, se puso de pie y le jaló el cabello a Hyunjin haciendo que lo obligara a pararse.

Le era difícil ponerse en pie, le temblaba demasiado las piernas, se sentía débil.

Lo llevó enfrente del espejo, agarró la cara de Hyunjin y obligó a verse a sí mismo.

Se dio cuenta que se veía miserable, sus ojos estaban hinchados, tenía moretones el sus mejillas, sus labios rotos.

Su cuerpo estaba destrozado, marcas de mordidas, moretones y rasguños. Miró entremedio de sus piernas y notó que estaba sangrando.

—¿...Estás satisfecho de haberte desquitado conmigo...?—Con voz ronca preguntó Hyunjin, tenía los ojos demasiado cansados—.

Hyunjin terminó desplomarse en los brazos de Bangchan.

No hubo reacción. Ya no le importaba si era la persona pelinegra o Hyunjin.

Simplemente era un cuerpo que podía usar y golpear como él quiera.

Lo llevó cargándolo de nuevo a la cama como si fuera una princesa.

Lo acostó y abrió sus piernas. A pesar de que estaba desmayado, aún así siguió violándolo.

—No...—Contestó Bangchan a la pregunta de Hyunjin mientras sonreía sin descaro alguno—.

Bangchan jaló su pantalón en donde tenía su teléfono y revisó la hora. Sintió un alivio cuando vio que no eran ni las dos de la madrugada.

Observó detenidamente el desastroso cuerpo de Hyunjin, acarició cada parte de su lastimada piel.

Decidió continuar violándolo hasta que fuera la hora de irse a la agencia.

Bangchan escuchaba el ruido de la lluvia. Acarició la mejilla de Hyunjin, notó un lunar cerca de su ojo izquierdo.

Tenía muchas facciones que tenían similitud con su ex amante. Apesar que lo odiaba demasiado, jamás podrá borrar esos recuerdos bellos, dolorosos y horribles.

Ahora tiene en su conciencia que lo mató con sus propias manos. La persona que ahora está tomando, lo está haciendo sufrir de la misma manera que le hicieron a Bangchan.

El odio que sentía era más fuerte que el recuerdo de su triste ausencia. Estaba decidido a cerrar ese recuerdo con una venganza utilizando a Hyunjin.

Haciendo todo lo que deseó hacer con esa persona para desahogarse, desquitarse y al menos para que no lo siguiera en sus oscuros pensamientos.

Y sigue teniendo la esperanza de superarlo poco a poco, pero haciendo todas las grandes acciones que ha hecho, jamás va a lograr un cambio.

Parece ser que la persona pelinegra se aprovecha de las situaciones vulnerables que usualmente le pasaban a Bangchan, como forma de atormentarlo, recordar todo lo que le hizo.

Claramente sentía sus susurros fríos en el oído que hacían que le diera escalofríos.

Su forma de manifestarse y sus desapariciones rápidos, temía que saliera del espejo en momentos que no eran adecuados.

Hasta en ese momento que a pesar de estar concentrado en violar el cuerpo de Hyunjin, tenía el temor de que él estuviera viéndolos, en ese gran espejo...

Hyunjin a pesar de estar inconsciente, tenía pesadillas.

Estaba tan harto de que sus pesadillas sólo se trataba de él, la persona pelinegra.

Por más que quisiera no soñar o tener pesadillas, él tomaba el control de tu mente y hacía lo que quisiera contigo.

Un ser tan cínico y retorcido no podría ser humano, o tal vez no sea tan humano después de todo.

La pesadilla que tenía Hyunjin a la vez que Bangchan hacía lo que quisiera con su cuerpo, la persona pelinegra estaba ahí.

Ahí era oscuro, Hyunjin estaba parado enfrente de un espejo.

Por un momento se reflejó así mismo, luego de unos segundos, su cabello se tornó color negro y su expresión en el espejo era diferente a la que hacía en la pesadilla.

—¿Cuánto crees que aguantarás esta tortura...? —preguntó la persona pelinegra—.

Hyunjin no respondió. Se dio la vuelta ignorando a la pregunta.

Su ceño estaba fruncido y de sus ojos seguían brotando lágrimas. Estaba desesperado ante las dos opciones que tenía.

Escapar o ser otra víctima más de el asesino de seda...

En el fondo de su corazón, Hyunjin amaba a Bangchan, quería seguir creyendo que la persona pelinegra está saboteando la relación que no ha sido confirmada por Bangchan.

Él se conformaba que al menos era un amor platónico. O eso es lo que él creía...

Hyunjin malinterpretaba lo que hacía la persona pelinegra. Él quería que no le sucediera lo que le pasó a él, pero simplemente era un egoísta y no quería ayuda más que de él mismo.

En esa pesadilla siguió caminando en esa oscuridad que parecía no tener fin.

De repente sintió que en el sueño se caía y se despertó de un sobresalto.

Tenía muy hinchados los ojos y no los podía abrir completamente.

Estaba boca abajo, intentó moverse, pero estaba demasiado débil, temblaba demasiado al simple intento de mover sus brazos.

Vio que a su lado solo estaba una botella de agua, pero no estaba Bangchan ahí.

Quería llorar, pero ya no podía más, sólo sentía pequeñas punzadas en su corazón.

Con el máximo esfuerzo se movió boca arriba. Movía ligeramente su cabeza para observar si estaba Bangchan ahí, pero no era así.

Hyunjin se sentía sucio, por dentro y por fuera. Había un ligero olor a sangre.

La cama tenía manchas de sangre. Quiso tomar agua de la botella que estaba a su lado.

No tenía fuerzas para nada...

BON APETIT ChanjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora