Dia 27... Te odio

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Hyunjin deseaba al menos alcanzar la botella de agua para beberla. Estaba demasiado adolorido y débil.

En eso, una mano agarró la botella, miró de reojo y vio que era la persona pelinegra otra vez.

Esta vez no tenía la intención de perturbar a Hyunjin. En cambio, trató de ponerlo boca arriba y sentarlo.

Despacio abrió su boca y le dio de beber el agua.

—Tu boca es un desastre. Bebes muy torpe—dijo la persona pelinegra—.

—Dame más...—con voz ronca pidió más agua—.

La persona pelinegra soltó una pequeña risa y sonrió. Se terminó la botella, acarició la cabeza de Hyunjin y se levantó. Caminó al espejo y se paró enfrente.

—Sabes que en cualquier momento puedes venir...

Hyunjin giró su cabeza para ignorarlo. Cuando volteó a ver al espejo ya no estaba.

Hyunjin estaba pensando si hacerle caso, de alguna manera quería volver y a la vez no. No quería volver a ese lugar donde a veces él era "feliz". O eso es lo que él creía.

En eso escuchó el traqueteo de la puerta. Hyunjin entró en pánico. Cubrió su cabeza con sus manos y empezó a temblar de miedo.

Bangchan se acercó a Hyunjin, observó que estaba temblando. No mostraba la cara y mantenía su cabeza en bajo.

Se paró enfrente de él y tomó su mentón para alzar su cara. Estaba llorando, su respiración era demasiado rápida.

—Acuéstate boca abajo, no quiero ver tu rostro. Es horrible. Ordenó a Bangchan mientras soltaba bruscamente el mentón de Hyunjin—.

Su cuerpo estaba tembloroso, pero aún así hizo caso.

Inesperadamente desde afuera se escuchaban truenos, una clara señal de que pronto iba a llover.

Hyunjin agarró la sábana y apretó su puño para calmar su sollozo.

Bangchan comenzó a quitarse sus prendas. Cada sonido que emitía hacía estremecer de miedo a Hyunjin.

Tomó a Hyunjin de la cintura y la acercó a él. Entró en Hyunjin lentamente.

Hyunjin solo soltaba pequeños gemidos del dolor de su interior desgarrado y lastimado. Sentía su estómago destruido con cada embestida que Bangchan hacía.

La insatisfacción de Bangchan quería verlo sufrir, quería verlo llorar. Miraba su piel y era demasiado hermoso para él ver que tenía moretones, mordidas, chupones y rasguños.

Algo que quería ver en el cuerpo de su ex amante. No importa que fuera, no importa que tan fuerte era el deseo de olvidarlo tenía, siempre lo recordará y se torturará mentalmente.

Quería destruirlo, pero a la vez quería besarlo hasta que sus labios sangraran. Al final, ellos saben que no se pueden evitar.

La lluvia se escuchaba tan violenta, los destellos de relámpagos alumbraban por completo la habitación. Hyunjin sentía náuseas con toda la situación.

Náuseas del repudio que sentía hacia Bangchan, pero llora porque a la vez lo ama.

Sin pensarlo, soltó un susurro.

—Te odio...

No sabía que sucedería si lo repite, recordó todo lo que ha sucedido hasta ahora con todo el coraje y miedo.

—¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡TE ODIO!

Bangchan escuchó ese grito, parecía como si le hubiera encajado un cuchillo en su orgullo. Puso boca arriba a Hyunjin y lo abofeteó.

En eso un trueno hizo que retumbara la habitación. Bangchan soltó un suspiro demasiado pesado y se quitó de encima de Hyunjin.

Se sentó a un lado de él. Jaló su saco y rebuscó en él. De los bolsillos sacó una cajetilla de cigarros y un encendedor.

Prendió un cigarrillo, aspiró el humo y exhaló.

La habitación se llenó del olor del cigarro.

Hyunjin lloraba en silencio. Esto desesperaba a Bangchan. Cuando se terminó de consumirse el cigarro lo apachurró en el pecho de Hyunjin para que se apagara.

Soltó un pequeño quejido de dolor y ardor.

Bangchan soltó un suspiro, se levantó de la cama y comenzó a vestirse. Salió de la habitación.

Aliviado de que se fue, empezó a respirar muy agitadamente.

Bangchan por otro lado estaba tratando de no perder el control otra vez. Esta vez no estaba ebrio, pero aun así vio a la persona pelinegra en Hyunjin. 

Entró abruptamente a la habitación otra vez. Hyunjin se paralizó al ver que se acercó rápidamente y lo tomó de sus cabellos. Con un cuerpo débil y cansado, era aún más doloroso, no tenía fuerzas para pararse ni para forcejear.

Lo llevó jalando hasta el baño y lo arrojó al piso. Abrió la manija de la ducha y salió agua fría. El agua tocaba sus heridas y le ardía mucho. Parecía que le perforaba y abría más sus heridas rosadas. Bangchan le echó shampoo en el cabello de Hyunjin y lo frotó. Pasó un jabón por todo su cuerpo, el dolor que sentía era inevitable de soltar quejidos.

Bangchan observó a Hyunjin por un momento, tenía mordeduras, rasguños, chupetones y moretones causados por él. Sus ojos estaban hinchados y aun así salían lágrimas.

Termino de ducharlo y estaba temblando del frío. Lo cargó de vuelta a la habitación y lo dejó en la cama. Salió sin nada más que hacer y se quedó detrás de la puerta.

Reacciono que no son la misma persona, eran dos personas iguales en apariencia. Debería aprender a diferenciar y comprender que el ya no existe. Su existencia misma proviene de otra.

Desde que lo mato se siente culpable, sabía que sin sus brazos sería como vivir en un infierno. Solo era el odio de que se parezca tanto a él. Sus ojos se volvieron cristalinos y de sus mejillas resbalaron lágrimas.

BON APETIT ChanjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora