Capítulo 40

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Narración por Tyler

      Era el tercer día y ya había hablado con Jair. Al maldito le decían «el gringo» claro que había estado en prisión pero con un buen dinero había logrado que lo trasladaran a México y como allí la delincuencia es mayor, ni hablar. Se escapó en un buen momento.

     Estaba siendo buscado y según Jair era un narcotraficante de los mas ricos. De los que mas tenían poder. Sin hablar de Adeline Ross, ella fue su esposa un año antes de morir pero vinieron a Estados Unidos a hacer tal Museo porque según fue una de sus peticiones antes de morir. Por algo el llevarse bien con Kendall, era su hijo por así decirlo.
 

   Lo único que no me daba consuelo era ver que ya solo faltaban dos días para ver a Charlotte y aun no se resolvía nada. La deseaba ver con unas ganas infinitas pero no quería poner en riesgo su vida. No le marqué porque tenía miedo en que ella me dijese lo mucho que me quería y yo siendo un total idiota.
     Tenía miedo pero ella al contestar algunos de mis mensajes decía que estaba bien. Y me relajaba eso.
      Salgo de departamento y voy a las carreras, tal vez una poca de adrenalina me haga falta para librarme de esta mierda. Llego y lo primero que veo es a Landon caminando hacia mi. ¿Ya tan rápido se le curo la maldita pierna?

    —¿Qué te pasa Will? —le grito al sentir su puño contra mi pecho —, debería ser yo el que haga esto —golpeé su estómago —o esto. Le golpeé esta vez la polla, no era Kendall pero estaba metido en eso también. Se retorció de dolor pero aun así se levantó y gritó:

    —¡Tú, tú eres lo que me pasa!
    —¿Qué te he hecho? —era tiempo de saber la verdad.
    —El perdedor eres tú, aun no entiendo porque Dexter te eligió a ti.
     —¿De qué mierda hablas? —no entendía ni un poco.
     —De la verdad, por débil, por estúpido, por ser hijo de ella.
 

   Iba a decirle algo, pero un hombre vestido de negro aparcó en un auto negro y bajó. Jaló a Landon "Williams" del brazo y lo metió al auto.
     Quedé con miles de preguntas en mi. ¿De qué habla?, ¿ella, quién? ¿Julia? ¡Quien mas idiota! Me grité por estúpido, lo tenía en mis manos y otra vez no pude acabar con el.
     Necesitaba tranquilizar mis pensamientos, una competencia de motocicletas comenzaba y entré, arranqué a toda velocidad sin saber el tramo que debíamos recorrer, los seguí hasta que me perdí cambiando a otra calle. Un auto empezó a seguirme a toda velocidad, era uno como el que recogió a Landon. Me intentó tirar, me moví entre el tráfico de autos hasta que lo hice chocar. Envolví la ramera en la mano derecha y golpeé el cristal del auto del lado del conductor. Vi a Kendall, me sonrió y antes de poder disparar el arma lo golpeé, se desorientó y le quité el arma, la apunté contra su debilidad, tiré del gatillo y solo pude ver la sangre brotar y un grito ensordecedor de sus labios.

    —Eso es para que no olvides a Vanessa, mi prima.
    —¡Idiota! —empezó a gritar mientras desesperaba por la sangre.
     —Y esto es por lo mismo, perro asqueroso, para que te queden ganas de volver a tocarla. —Le grité con asco mientras disparaba a sus manos que tocaban su polla. Y como si no tuviese la suficiente rabia le volví a disparar en la misma parte. Me llevé el arma y me subí a la motocicleta al oír las sirenas.
 

    Necesito tranquilizarme. Voy a la orilla del río Míchigan e inhale aire fresco. Tiro el arma al agua al igual que la ramera y trato aun de tranquilizar mi asco y mi deseo de venganza. Estaba lo suficientemente lejos del lugar de los hechos y no pueden tan solo reconocerme, son tan ineptos.
      Llamo a la única que es capaz de tranquilizar mis descarriados pensamientos.

¡Como dos amigos! [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora