¡Como dos amigos! [+18]

Capítulo 34

Narración por Charlotte

      —Hija, ¿vamos al club? —me pregunta mi padre, acepto. No había hecho planes con Tyler y tampoco con Ali. 
     Brinca Albina a mi cama y buscó el vestido amarillo que le compró Tyler. Apenas y le queda ha crecido demasiado. Se ve demasiado chistosa, me visto y recuerdo que por la madrugada  me di cuenta de que me habían llegado mis días y yo que ya estaba preocupada e iría con mi ginecóloga. Había olvidado mi inyección.
     Llegamos al lugar, las piscinas relucían de limpias. Mi padre era el dueño y me alegraba de que todo lo manejara de buena forma. Nos sentamos en unas de las mesas bajo una sombrilla de sol y pedimos unas bebidas.
       —Pero mira, ahí viene la reina de mi casa —voltee viendo a mi madre caminar hacía nosotros. Con unas sandalias altas y un vestido veraniego. Vestíamos casi iguales. Se sentó en las piernas de mi padre y lo besó muy cortamente.
      —Papá, quería pedirles permiso para ir con Allison a un viaje.
       —¿Segura? Porque tengo registrado a un Tyler Graig Davis para un crucero de una semana.
       —¡Papá! —mierda, me habían descubierto.
       —Yo creo que no, ¿qué tal y se quiere sobrepasar con ella?
       —¿Cómo lo hice yo contigo? —le preguntó mi padre a mi madre, reí. ¡Dioses del Olimpo! Vayan y busquen una habitación.
     Si supiera que Tyler ya me conocía todo.
     —¡Alonso! —le reprendió mi madre, él sonrió y olvidaron el tema por completo, estaría difícil convencerlos y era el viernes justo el día en que se enteraban de mis notas. No me preocupaba tanto, por algo me habían aceptado en una de las mejores universidades.
     Quería ir con Tyler porque tenía dos semanas de cursos antes de entrar y quería pasar todo el tiempo que tuviese con el. Me quité mi vestido veraniego y empecé a caminar a la piscina, no me perdería tal día soleado por culpa de mis días así que usé un tampón. Me metí y me puse a nadar un largo rato, de repente mientras flotaba sentí que alguien me cubrió los ojos.
      —¿Quién soy?
      —Jack —reímos y me giré para verle. Era imposible no reconocer su voz. Tenía una barba muy chistosa que lo hacía ver demasiado guapo.

      —¿Qué haces aquí?
      —Vine a pasar el día y casualmente me encuentro en el club Bonet y me pregunté si la linda dueña estaría aquí y mira.
      —¡Que bueno que estás aquí!, comenzaba a aburirme.
      —Veo que tus padres no lo están —reímos. Parecían unos noviesillos de quince años. Ya veo porque la pasan tan bien sin mí. Me comentó de su vida, que me extrañaba y esas cosas. Intentó besarme pero le dije que estaba en una relación que dejáramos aquél momento como un lindo recuerdo. Aceptó sin ningún inconveniente y de pronto dos mas se nos unieron.
     Jane Tisdale y Chad Tisdale.
     Salimos del agua y empezamos a platicar de cualquier cosa, Jack no perdía el tiempo con Jane ya que se la pasó de coqueto todo el momento. Me alejé un poco a buscar mi bolso al lugar de mis padres y pude escuchar su conversación un poco.
      —Claro que tiene mi encanto de enamoramiento...
      —No, ¿quién enamoró a un tonto de veinticinco años a los dieciséis?
      —Basta Gretta, sabes que soy un amor...
     Reí y pasé por mi bolso.
      —¿Quién es ese chico? Nunca lo había visto aquí. —preguntó mi madre.
      —Hizo intercambio en el colegio y estuvo unas semanas ahí, nos hicimos buenos amigos.
      —Eso veo —comentó mi padre algo celoso. Así era de exagerado.
      —Voy a estar con ellos.
     Albina me siguió y se la presenté a los de la mesa. Chad fue el que mas se encantó con ella y la llevó a dar una vuelta por los campos de golf.
     Abrí mi bolso para ver si tenía alguna llamada o mensaje pero nada. Al momento que lo guardé empezó a timbrar. Era número desconocido pero aun así lo cogí, quizá Tyler ya había comprado un móvil.
       —¿Hola?
       —¿Charlotte? 
       —Sí, ella habla.
     Colgaron solamente, observé raro el móvil como tonta, que tal si fuese a contestar mis dudas.
      —Ese novio no te deja —dijo Jack riendo. Negué, ya quisiera que fuera el.
      —¿Tienes mucho saliendo con el? —me preguntó Jane.
      —No, apenas.
      —¿Y tu tienes novio, linda?
      —No cambias, Jack. —Me reí por su pregunta a Jane.
     Antes de dormir recibí una llamada de un número desconocido una vez mas. Pensé en si debería contestar o no. Lo volví a coger pero esta vez no hablé.
      —¿Charlotte? —su voz era inconfundible.
      —¡Hola!
      —¿Estás en tu casa?
      —Sí.
      —¡Tyler ven! —escuché la voz de Adrien.
      —Me tengo que ir, nos vemos después.
      —Te quiero.
      —Igual yo, preciosa.
     Colgó, y me acosté a dormir esperándolo, para que preguntar si estaba en casa si no se aparecería por ahí.
     Al otro día quedé con Patrick ya que Tyler me dijo que estaría ocupado entrenando todo el día porque venía una pelea que le haría ganar mucho. Y Patrick dijo que aceptaba nuestra amistad. Fuimos a un acuario y también a un museo de cera, nos tomamos fotos con varios artistas de cera, yo mas ya que a Patrick lo tomaban como uno de esos de cera, le pedían fotos con el y yo tan solo me quedaba desplazada aun lado. Al finalizar nuestro día de risas y fotografías me llevó a casa y por accidente volteamos al mismo lado a la hora de despedirnos y nuestros labios se juntaron. Me separé rápido. Maldita sea, siento que traiciono a Tyler. Me alejé entrando a mi casa y no supe mas de ese día.