Capítulo 26

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     ¿Cómo podría describirlo? No podría, nunca podría decir lo mucho que me afectaba este hombre. Me importaba un trozo de aire lo difícil que sería convencer a Tyler que esto era mas que algo pasajero. Que por mas que él se empeñara en que acabara no pasaría y eso lo sabía. Sabía que me quería y él sabía que yo lo quería.
      —¿Ya no seremos como dos amigos?
      —No quiero que nunca se acabe nuestra amistad —respondió sin siquiera un segundo de pensarlo —. Me cuesta confiar en las personas, pero deseo tanto confiarte mi vida. Sí es que es posible.
     —Necesitamos confiar para hallar la persona ideal —respondí como un comentario a su desconfianza.
     Tyler abrió su mochila, negra con una palomita que indicaba la marca Nike. Sacó una manta blanca y la puso cerca de la orilla de la montaña. Me invitó a sentarme y primero lo hizo él cerciorándose de que la yerba no atravesara. Estaban bien cuidadas las montañas por lo que veía ya que no estaban en mal estado.
     —Perdón por ese día, necesito hablar de eso.
     —Te escucho —respondí. Claro que quería saber, no me quedaría con la duda.
     —No se como empezar... Sinceramente solo enloquecí por pensar que estabas jugando conmigo y con otro a la vez.
     —Una vez te dije que me gustaba Patrick, lo acepto. Pero en ese entonces no acordábamos fidelidad. ¿Quieres eso?
     —Sí, mientras estemos juntos no quiero a nadie mas entre tus piernas. Menos sobre tus labios.
     —¿Algo mas? Porque yo tampoco deseo compartir.
     —Acepto y nada más. —Asentí y seguí observando la belleza de la ciudad.
     Pasó su mano suavemente por mi espalda recorriendo mi cintura y apretando para quedar juntos. Recostó su cabeza en mi cuello y yo la mía contra la suya. Cerré un momento los ojos, y después los abrí para observar cielo sin ninguna estrella. Está la luna en completa soledad.
     Tyler tomó mi mano izquierda y la acarició, estuvimos un buen rato en silencio. No tenía mas que decirle y por lo que veía, él tampoco.

*

     Faltaba poco para que Ali llegara por mi, comí rápido pensando que era tarde y todavía quedaba tiempo, me puse a ver la televisión pero en ningún momento supe de que trataba la película. Todo el momento me la pasé pensando en Tyler, en su forma tan extraña de despedirse y en como mis labios se habían quedado con las ganas de volver a probar los suyos. Tan solo dijo:
      —Quiero ganarme tus besos, uno a uno.  —Me besó la mejilla y se fue.
     Me desperté de mi sueño por la bocina del auto de Ali. No me despedí de nadie porque estaba sola. Tomé mi bolso y salí.
     Besó la mejilla y arrancó a toda velocidad. Mas tarde le tendría que recordar porque siempre le quitaban su permiso de conducir. Llegamos al centro comercial más cerca se encontraba a cinco minutos, nos subimos hasta el quinto piso donde estaba la ropa mas exclusiva para mujer. 
     Nos pusimos a probar y probar, compramos, muchas cosas, mas que lo que íbamos a comprar. Al final después de tanto observé el vestido perfecto. Uno negro con destellos dorados, me llegaba sobre la rodilla y era ajustado solo de la cintura para arriba. Tenía un escote en los pechos en forma V pero nada descubierto, llevaba una malla negra, que me cubría bien, los hombros de igual forma hasta el codo. Era perfecto. Me encantó. Busqué unos tacones de punta, dorados con brillantina. 
     No era muy fanática de estas fiestas pero ya había accedido ante James. Salimos con varias bolsas entre las manos y nos fuimos a casa de Ali para arreglarnos. Que bueno que no estaban sus padres. Pusimos maquillaje y por el final la ropa, James pasó por mi y hasta ese momento se me ocurrió preguntar a Ali con quien iba a ir. Lo había olvidado por completo.
     —Pregunté y dijeron que no era exclusivo. —Claro estaba con quien iba a ir.
Esperamos James y yo en lo que llegaba Carlos. Llegó rápido en su motocicleta y cada quién se fue por su lado. Nosotros en el Jeep, aun no entiendo porque nunca me ha subido a su motocicleta tan aficionada que me estaba volviendo ya. Quedamos en sentarnos en la misma mesa.
     —¿Por qué no vamos a bailar? —preguntó Carlos moviéndose de un lado a otro. ¡Estos hombres eran tan bailarines!
     Ali se fue a la pista mientras James se la pasaba platicando muy a gusto conmigo. En realidad se la pasaba diciéndome que era la chica más bella del lugar.
     —De verdad, estás... ¡wow!
     —Basta  —le sonreí, no dejaba de sonrojarme a su lado —¿bailamos?
     James no esperó un segundo mas para llevarme a bailar un tipo de música electrónica que estaba vibrando entre todos. Me reí de sus locos pasos, unos de robot y otros echándose unos pasos hacía atrás. Me rodeaba bailando mientras yo no podía dejar de reír y pasarla bien su lado. Traté de seguir el paso hasta que casi caigo. Era fantástico no estar enojados, tenía que decirlo y jurar nunca más enojarme con el. Nos tomamos una foto en uno de los marcos que tenían allí, con un: Feliz graduación.
    Casi llenamos un álbum de tantas fotos, entre los compañeros y eso. Ali y yo nos tomamos en diferentes poses. No íbamos a seguir estudiando lo mismo y por lo tanto no la vería tan seguido. Ella había elegido meterse a un curso de estilismo. Tan guapa y quería perfeccionarse más.
     Terminamos ya todos cansados y extasiados con el momento nos dejamos caer en la silla y probamos un poco de la cena. Sirvieron un vino sin mucho alcohol y me duele decir y ver como siento la necesidad de algo mas fuerte.
     De un momento a otro recuerdo a Tyler, mis fosas nasales se llenan de su aroma pero por mas que lo busco, no está. Maldito copión de esencia. Maldigo y me tomo un poco mas de vino tratando de embriagarme pero no me hace ni un efecto. La noche transcurre de forma normal pero divertida.
De repente la música cambia, llega un “Wiggle” de Jason Derulo.

¡Como dos amigos! [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora