Capítulo 41

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      —Patrick yo...

      —Nunca había bailado esto, pero claro que me gusta bailar. —responde después de varios minutos en silencio de mi parte.
    —Pero ahora creo que si te gusta —seguí bailando. Pasaron mas canciones en español y muy divertidas. Me tomé varios tragos más y seguí bailando. Tyler llegó a mi mente de repente.
 

   Él, si que se sabe mover mejor que todos. Amará que bailemos ésta música. Desearía tanto que estuviese conmigo.
     Le digo a Patrick que voy al baño y salgo sin que él me vea. Compro un cigarrillo y por primera vez me pongo a fumar. El olor a tabaco inmunda mis fosas nasales y la nicotina hace mi cuerpo temblar, esto me recuerda tanto a Tyler, el humo me hace toser un poco pero no se que hacer.

     Cuando lo acabo hago lo que mi ser pide a gritos. Le marco, él tan solo no puede dejarme así.

    —¿Charlotte?
    —Sí, ¿quién más? —escupo mas seria de lo que quería ¿de quién se supone que espera llamada?
     —¿Pasa algo? —su voz suena neutra y ronca. Hasta me resulta demasiada fría.
     —Quería escucharte —digo con simpleza, compro otro cigarrillo y le doy una gran calada.
     —¿Éstas bien? ¿Sabes qué hora es? —una carcajada sale de mi boca, que chistoso se escucha ¿Acaso está enojado por la hora? —. Dime que no estás ebria.
    —No... ¿qué? —vuelvo a reír, que chistoso se volvió Tyler, hasta el señor de los cigarrillos —, no estoy ebria —digo cumpliendo su petición.
    —No estoy jugando Lott.
    —¿Crees qué yo si?
    —Dime, ¿Con quién estás?
    —Con soledad y no es exactamente una persona. —Reí por lo loca que me escuché.
     —¡Basta! No te escucho bien, Charlotte, hay mucho ruido y música. Dime que estás bien.
     —Sí —pego un grito cuando siento la mano de alguien en mi hombro.

      —Charlotte hasta que te encuentro —Patrick suspira —. ¿Qué haces? ¿Desde cuándo fumas?
     —¿No es obvio? —pregunto rodando los ojos. Claro que e desde hoy por algo me estaba ahogando.
     —Prometí algo, pero me temo que no lo cumpliré.
     —No Patrick dejame fumar —suplico pero tira el cigarro y me lleva a su auto.
    —Charlotte, vamos. Sube.
    —No, y ¿Tyler? —recordé que él hablaba conmigo ¿qué le hizo Patrick?
     —Está en su casa.
     —No, él apenas estaba conmigo.
     —Creo que se te pasaron las copas.
     —Lo estuve escuchando ¿ahora estoy loca? —grité enojada. Solo esto me faltaba que insinuara que estaba loca y aparte ebria, no lo estaba claro que no.
Suspiró profundamente mientras negaba y maldecía.

    —Charlotte, mira tu móvil.
    —¿Qué con el? —pregunté de lo mas confusa.
    —Estás en una llamada —lo observo rara y bajo la mirada a mi celular, efectivamente dice que es una llamada de él.
    —¿Tyler?
    —Charlotte... ¿qué pasa? ¿por qué estás fumando? ¿Estás ebria? ¿Estás con el tal Patrick? ¿Te hizo algo? ¿Qué te prometió? ¿Por qué no lo cumplirá? ¿Desde cuando fumas? ¿Por qué no me lo habías dicho? ¿Ya no estas enojada? ¡Responde, Joder! —preguntó tan rápido que olvidé las preguntas en un segundo.
    —¿Qué haces en el celular?
 

   Fue la única pregunta que a mi mente vino, Patrick me quitó el móvil y habló el.

   —Patrick dame el celular, yo estoy hablando con mi novio —brinque para alcanzarlo pero fue en vano.
    —También lo he hecho —dijo entregando mi celular, lo pongo al oído pero ahora ya nadie habla —. ¿Vamos?

¡Como dos amigos! [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora