Capítulo 45

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     Pasaron los días, según mi padre tenía a la policía buscando a Tyler, y Carlos y sus amigos también lo hacían, siempre me dejaban en la incertidumbre y era mejor no preguntar ya. Eran imposibles. El dolor de perder a James no cedía, siempre estaba deprimida, nada me hacía reír, quería estar en la cama siempre, aferrada a las sábanas.
 

    Bajé al escuchar a mi padre llamarme, era Jair. Salí de la casa para platicar mas en privado, tenía ojeras y se veía cansado. Me imagino todo su sufrimiento si lo conoció desde que nació.

     —Regreso a México, musa.
     —¿Por qué?
     —No me buscan pero siento que si llegara a salir lo mío a la luz me va a ir mal, además buscaré información allá sobre Tyler.
      —¿Por qué no olvidas el tema?
      —Porque es mi amigo...
      —Por él, James está... —me arrepentí de decirlo.
      —Está muerto, pero no es su culpa. Tyler es víctima de todo esto. Él no puso al Güero frente a esa bala, él no lo obligó a ir, él no le pidió que diera su vida. Me parece extraordinario que hayas dicho eso, ¿eres su novia, no? Te creí diferente, eres una tonta castaña, no se como Tyler... No se como yo lo creí, es decir, ahora que no está le das la espalda, eres una doble cara. Yo le pregunté a Güero antes de salir de casa que si estaba seguro de ir y el respondió que sí, que lo haría porque Tyler haría lo mismo por el y ¿sabes? Yo creo que es verdad, lo haría sin dudarlo un segundo porque es leal.
 

   Se giró dándome la espalda, todas sus palabras me dolieron ya que era sólo la verdad.

     —¡Pues murió en vano! ¡porque yo no veo a Tyler aquí! ¡¿Tu lo ves?! —grité desesperadamente.
 

    Claro que quería a Tyler y no le daba la espalda pero que podía hacer si las palabras llenas de dolor salían sin que yo pudiera retenerlas.
     Se fue sin siquiera responder, retiré de mi rostro las lágrimas con odio por mi, por pensar cosas así, por ser tan idiota.

Me estaba cegando el dolor y eso no me gustaba. Yo no era doble cara porque yo nunca fingí el amor, pero no puedo superar que James esté muerto y quizá Tyler también. Talvez la espera nunca termine.

*
 

   Llegué al club de mi padre, me senté en una se las sillas de sol, a mi lado derecho Vanessa y al otro Ali. Observé a las personas nadar en la piscina. Parejas besándose o jugando y eso me removió un poco pero lo dejé pasar, no sabía que platicar con ellas, no se que decir, tengo miedo de meter el pie y terminar hablando de Tyler o James, lo que menos quiero es estancarme. No quería ser yo la que regrese el dolor, o lo busque. Porque no se había ido, ahí estaba enterrado en nuestra alma, solo faltaba describirlo un poco para volver al abismo.
     Las palabras salieron de repente.

     —Ya faltan una semana para mi curso y estoy muy nerviosa por que no tendré a ningún amigo allí. Bueno mi padre fue el me inscribió en el, el de la Universidad es en tres semanas.
     —Mi curso empieza en tres semanas —comenta Ali —puedo ir contigo.
     —Yo regresaré en esta semana a los Ángeles —volteamos a ver a Vanessa y prosigue —. Tengo que hacer el pago de mi colegiatura y ver que voy a hacer.
      —No creo que sea bueno que estés sola —dice mi amiga. Algo me contó de lo que le hicieron.
      —Debo seguir estudiando...
      —¿Por qué no pides un cambio? —pregunté, no porque Tyler no estuviera yo la dejaría sola.
      —No lo sé, ¿eso no sale costoso?
      —De eso no te preocupes —me espanto al escuchar una cuarta voz. Vi a Josh sonreír a Vanessa. Ella solo fruncía las pocas cejas que tenía. Mal momento de conquista.
      —Mi padre puede ayudarte, además ¿para qué regresar allá si vas  estar sola? —asintió a mis palabras.
 

¡Como dos amigos! [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora