Capítulo 9

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     —Tyler —dije, tratando de que salieran las palabras correctas —. Tampoco lo pensé y yo... No sé siquiera que fue, o sea fue mas que nada placer tu...
     Me sonroje, eran tan niña a veces, lo odiaba seguro ya estaba como los tomates y el sonriendo como idiota.
    —Te propongo un trato —lo observé sorprendida —, no me niegues de ti, porque tu piel y la mía, se entendieron tan bien. Yo... lo que sentí, —soltó una risa mientras lamía sus labios y sus ojos bailaban mirándome —. Quiero volver a sentirlo.
    ¿Qué? Una chispa de ilusión se formó en mi pero traté de ocultarla.
    —Bien, vamos a hacerlo sin ningún compromiso —susurré atrevidamente, quería ponerme a su tono y es que era mas que la verdad, yo lo deseaba y con lo que había pasado nada sería igual.
    —Bueno, ¿te parece si empezamos ahora?—me guiñó el ojo junto con una sonrisa picaresca.
    —Está bien, pero sin decir algo —le advertí.
    —¿Solo está bien?
    Lo miré examinado sus rasgos, ¿estaba haciendo esto? ¿Aceptando algo que me convierte en una amiga con derechos? ¿Con él? ¿Tyler? Sí, él me ha enseñado el mejor placer del mundo, lo que vivimos fue algo muy intenso, que al cerrar los ojos podía sentir cada una de sus caricias.
   —Nunca creí que fueras virgen. No me lo esperaba nena —sus palabras me hicieron regresar a esta nueva realidad que yo misma había elegido.
    —Ya vez que sí. —Susurré un poco apenada. Nunca me imaginé que perdería mi virginidad con Tyler mi mejor amigo. Es decir, le tenía ganas pero no lo creía posible.
   —¡Hey! Pero que no te de pena que tu mejor amigo lo haya hecho.
    —Pues por eso, más, porque no somos mas que amigos.
    —Quedamos que seríamos amigos con beneficios ¿o te arrepientes Lott? —En realidad no me gustaba mucho que me dijera así, pero mi nombre es algo largo o bueno eso creo yo.
     Con lo que mi mente sale y su pregunta atravesando mi ser sin saber que hacer.
¿Amigos con beneficios?
     No lo se. Pero no quiero echarlo a perder, después de esto, después de haberme entregado a el. Lo miré fijamente que esperaba una respuesta, me quedé viendo sus abdominales bien formados brillando con la luz del sol que escapa por la ventana.
     —¿Amigos con derechos? —musité mas alto de lo que deseaba, haciéndome la maldita pregunta a mi misma.
     —Amigos con beneficios preciosa, yo no tengo porque tener derecho a ti, simplemente obtenemos beneficios el uno del otro.
    Asentí, lo captaba.
    —Esta bien —acepté, me miró con una sonrisa acechadora.
Atrevidamente me había tomado por las manos y me había dejado caer en la cama.

     Me sujetó por las manos mientras se subía encima mío aprisionando mi cadera con sus piernas solo para decirme:    —No seas tímida que recuerdo cada parte de tu cuerpo, no hay nada para sorprenderse

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     Me sujetó por las manos mientras se subía encima mío aprisionando mi cadera con sus piernas solo para decirme:
    —No seas tímida que recuerdo cada parte de tu cuerpo, no hay nada para sorprenderse. Además tu también me has conocido todo.
    —Estaba ebria.
    —Puedo hacerte recordar. —Al terminar de hablar atacó ferozmente mi boca con sus labios mientras entrelazaba nuestros dedos. Le seguí el beso, tan intenso que me me erizó la piel, sentí como mi cuerpo temblaba que hasta por los oídos sentí el cosquilleo, acabamos ese beso y único hasta que nuestros pulmones dejaron de proporcionarnos aire, sentí una oleada de calor subir y el deseo bajar.
    —¿Vamos a desayunar?
    —No lo creo, no he llegado a casa y quiero ducharme.
    —Puedes ducharte conmigo.
    —Tentador. —Dije y se levantó de encima mío.
    —Piénsalo, pero no mucho.
    Me reí y negué con la cabeza, su picardía nunca acababa. No sabía como explicar lo que había ocurrido, solo podía sonreír con cada recuerdo.
     —Espérame un minuto y te llevo.
     Asentí, esperé en la sala, pasó el minuto y Tyler nunca que salía de su habitación. Fui hasta ella y no estaba, solo se escuchaba la regadera. Se fue a bañar y mamá estará loca esperándome. Y el celular mugroso se apagó. Camino por todos lados tratando de organizar que hacer. Me vuelve loca el recordar, no puedo asimilar lo que ha pasado con Tyler, ¿acaso me volví loca? ¿Me gusta Tyler? ¿Solo me atrae? O ¿le quiero?
    Escribí una nota a Tyler y la dejé en su mesita. Salí del departamento y de paso me encontré a Carlos y me despedí de el.
    Tomé un taxi y le di mi dirección, mientras pasaban los minutos en llegar pensaba en como decir a Allison o escapar de su interrogatorio. ¿Cómo decirle a Tyler que ya no quiero seguir con esto? ¿Cómo olvidarlo?
    Llegué a casa y no había nadie, menos mal, un golpe de suerte a mi favor. Me duché y mientras lo hacia sin poder evitarlo cerraba los ojos y sentía las caricias de Tyler en mi cuerpo, estaba tan húmeda que me sentía estresada, en como me recorría con sus largos dedos y besaba dejando chispas bajo mi piel con cada beso, mi rostro estaba sonrojado no podía dejar de sonreír y pensar en lo maravilloso que era ser amado, quizá solo deseado y en ese caso era maravilloso ser deseado.
     Me tiré a la cama envuelta en la toalla y sonreí nuevamente.
     ¿Así qué esto era el sexo?
     ¡Qué noche!

¡Como dos amigos! [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora