Capítulo 29

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Narración por Tyler

     No entendía su maldito enojo, era estúpido. Es decir como quería que la presentara si no eramos novios ni nada de eso. Tal vez decir que éramos amigos con derechos era la solución.
     Llegué a casa donde se encontraba Carlos y Vanessa platicando. Me puse a ver la televisión con ellos pero el timbre sonó. Me levanté ya que ninguno de los dos pensaba hacerlo, por lo que veía.
    —Vaya, ¿qué hacen? —llegó diciendo el Güero mientras pasaba con bolsas de golosinas y bebidas. Se sentó sin ver a los presentes y sacó unos vídeo juegos de xbox —, estaba aburrido y pensé en venir a quitarle lo aburrido a ustedes.
     —Vanessa él es Güero, un colega —lo presenté al ver su confusión y la confianza del que ahora parecía un amigo.
    —Un gusto linda, —se saludaron y después me preguntó un tanto secreto —, ¿quién es?
    —Es mi prima, se quedará unos días aquí.
     Güero empezó a reír, no había razón pero el estaba a las risas. Al ver que nadie mas lo hacía me observó para ver si mentía. Ya me había pasado con Carlos y con Charlotte, pero claro estaba que ella no lo había tomado tan bien como mi amigo.
     —Mi padre era coreano y mi madre era familiar de Tyler. —Aclaró. Claro, quien me creería al verla. Sin decir que era un monumento de mujer, sus ojos eran rasgados. Pero como no me había detenido en verle bien ni atención le había puesto al rostro, y bueno si lo hice no lo noté como todos.
     —Eso lo explica —respondió el  y nos pusimos a jugar un rato, mas bien él solo se la pasó hablando con mi prima mientras yo y Carlos nos la jugábamos en las motocicletas pero del juego.
     —... he conocido a una chica, una de cabello castaño, muy bonita, no muy alta, pero reaccionó peor que todos. ¿Quién es? Tyler dice que una amiga pero parece mas que eso, o eso dio a entender —escuché decir a Vanessa, puse atención para ver que le decía Güero.
      —Ya conociste a Charlotte... ella es...tu primo y ella están enamorados pero veo que es complicado él es muy malo para demostrar los sentimientos.
      —¿Por qué no le dices quién está enamorado de quién? —le grité, había logrado fastidiarme en vez de quitarme lo aburrido. Tomé mis cosas de la habitación y salí, era temprano para entrenar pero no tenía mas que hacer.

*
     Los días habían pasado tan largos como podían. Mientras golpeaba el saco no podía evitar pensar en Charlotte. Tenía muchos arranques de ira por el simple hecho de que ella se alejó de mi. Tomé mis cosas y me marché del entrenamiento. Corrí en la motocicleta hasta llegar al departamento. En el me encontré al Güero ya listo y mi prima charlando. Me metí a bañar, saqué el traje que había ocupado en la cena de beneficencia y me lo puse.
     —¿Vas a asistir? —me preguntó Güero sin tocar a la puerta y entrando como si de su casa se tratase.
     —No puedo perderla.
     Había bastado una maldita semana para darme cuenta de que lo que sucedía era una estupidez. Me había alejado sin ningún inconveniente pero estaba que me carcomía por regresar. Por volver a tenerla entre mis brazos.
     —Invité a tu prima, ¿tienes algún problema con eso?
     —Es lo suficiente mayor como para decidir en su vida. —respondí sin mirarlo. Ciertamente no sabía ni su edad, apuesto conocía mas de su vida ya él.
     —Me gusta y no quiero que eso interfiera entre nosotros.
     —¿Ella te comentó que planea regresar a los Ángeles?
     —Lo sé, pero estaré con ella mientras dure.
     Asentí tratando de entender porque se aferraba a alguien que cuando menos lo espere ya va a estar a kilómetros de él.
     —¿Vas con nosotros? Carlos va.
     —Prefiero ir en la motocicleta.
     Dejé que se fueran primero y después lo hice yo. Conduje al colegio, me senté en las sillas últimas y pude observar a Charlotte, con Allison y Güero.
     Carlos y Vanessa estaban sentados juntos mas adelante, al igual que los padres de Charlotte. Un hombre daba un discurso, demasiado aburrido. Al acabar le aplaudieron, y empezaron a nombrar a los graduados. Lott había sido una de las primeras por su apellido. Estaba ya fastidiado de esperar cuando el Güero le habló y ella se giró en mi dirección. Me sonrió y solo entonces la espera no me importó.
     ¡Acabó por fin!, me acerqué y le entregué el regalo que le compré, una pequeña caja envuelta en papel regalo y un moño, lo recibió con una sonrisa, la abracé. Estaba con un vestido salmón, largo hasta el tobillo, con unos tacones enormes. Se veía radiante. Inhale el dulce aroma de su piel y susurré cerca de su oído:
     —Siento no poder dejarte y siento que sea tarde para darme cuenta de que te quiero. Lo siento pero creo que me he enamorado.
     —Tyler... —cerré los ojos, sentía que el momento era solo de los dos. Que no había nadie alrededor.
     —Shhh... no digas nada, solo vine a felicitarte. —Me separé de ella y la observé a los ojos —. Eres la más hermosa de todas.
     —No he dejado de quererte —murmuró antes de acercarse a mi labios.

¡Como dos amigos! [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora