Obligado

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El regreso a casa fue rápido, o al menos así lo sentí, no recuerdo la mayor parte porque mi cabeza estaba en otro lado.

Solo sé que tenía miedo de que me regañaran por no contestar a sus mensajes.

—¿En dónde estabas? —preguntó papá y suspiró aliviado.

—Hemos estado llamando todo el día —regañó mi hermano.

—tranquilos, fui por un café —arrugué el gesto.

—podías avisar —papá negó con la cabeza.

—no quería molestar, ya, lo siento —levanté mis manos en forma de rendimiento.

—¿Todo se arregló con Eddie? —Steve preguntó acercándose a mi.

—no —me limité a responder.

—Steve, estoy muy molesto contigo, sabes por todo lo que pasó tú hermana y decidiste invitarlo —Tom negó con la cabeza.

—no pienso alejarme de él, no puedo ponerme de su lado porque es mi amigo.

—ya di que te encanta —me burlé y subí a mi habitación.

Quería terminar de arreglar todo para regresar a California, pero papá interrumpió.

—Hija, ¿qué haces?

—estoy haciendo mi maleta, ¿compraste mi boleto?

—no, te dije que necesitabas vacaciones y qué mejor que quedarte aquí, así estaremos cerca.

—pero no quiero estar en Hawkins, en solo cuatro días pasaron tantas cosas que...

—no, te quedarás —informó decidido.

—no saldré de casa, da igual si me quedo o me voy.

—es tu decisión, pero quiero tenerte cerca, hija.

Steve ha estado más alejado de mí, no le pido que se ponga de mi lado porque son sus amigos, pero sabe lo que sucedió con Eddie.

—de acuerdo —sonreí amargamente.

Lo había arruinado todo con Eddie y ahora resulta que seguiré en Hawkins.

Desempaqué todo de nuevo y me recosté en la cama, miraba al techo, me sentía muy bien, pero Eddie llorando no salía de mi cabeza. Creo que esa no fue la manera correcta de terminar con todo.

—¿Puedo pasar? —inquirió mi hermano.

—pasa.

—lamento lo de abajo, pero estaba molesto, tú entiendes, ¿verdad?

—Steve, no te puedo prohibir a tus amigos, no soy dueña de tú vida.

—Eddie te extraña mucho.

—lo vi en la cafetería, le aclaré todo y se fue.

—pero esa no era la manera.

Eddie definitivamente era un chismoso.

—¿Te dijo?

—sí, quiere que vayas al bosque, a la mesa detrás de la escuela, quiere hablar contigo.

—No quiero, Steve, lo vi hace un rato y verlo así me partió el corazón, lo lastimé.

—entonces arréglalo —tomó mi hombro—, ahora sabes que todo lo que decían es mentira.

—pero esta con Julieta.

—Julia —corrigió.

—da igual —puse los ojos en blanco.

—nadie dijo que te casarás con él.

My Heart | Eddie Munson | Terminada ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora