Conversar

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Giré rápidamente mi cabeza al escuchar esa voz tan peculiar, tan jodidamente hermosa y conocida.

Eddie estaba hablándome, después de tanto tiempo. Sonreía un poco pero no demasiado para demostrar felicidad.

No podía quedarme en silencio, no ahora que había decidido acercarse a mí.

—Hola —saludé nerviosa.

—¿Puedo? —señaló la silla que estaba a mi lado.

—Puedes —dije sin importancia.

Dustin y Robin estaban anonadados viendo a papá así que no se percataron de que Eddie estaba conmigo.

—¿Cómo va todo? —levantó las cejas.

Las respuestas que podía darle eran muy extensas, podía decirle que me iba de la mierda desde que me alejé de él, o decirle un simple...

—Bien —me encogí de hombros.

—Eso no me convence —soltó una risita nasal.

No podía mirarlo a los ojos, era imposible hacerlo por más que quisiera, con una simple mirada podía destruirme por completo.

Volver a escuchar su pequeña risa me dio vida, pero el que se comportara como si nada solo me hacía pensar en que ya me había superado, y eso está bien, el problema es que yo sigo aquí estancada y tenerlo de frente hace la herida más grande.

—Stella —rompió el silencio—, no has respondido.

Ya no me llamaba "cariño", estaba jodiéndome, sé que yo lo arruiné todo, pero daría mi vida por poder regresar el tiempo.

—¿Importa mucho? —hice una mueca.

—Claro que importa —asintió y frunció el ceño.

Al parecer las circunstancias lo habían hecho madurar, no era el mismo de antes.

—Estoy bien, ya lo dije —lo miré al fin a los ojos.

Eddie no dijo nada más, solo nos perdimos en la mirada del otro, no hacían falta palabras. El corazón latía fuerte y la respiración era cada vez más rápida, tenerlo así de cerca me ponía nerviosa.

—La graduación fue linda —rompió el contacto visual.

—Lo lograste, Eddie —sonreí amargamente.

—Ya sé —rio—, ¿Quién lo diría?

Estábamos hablando como si apenas nos estuviéramos conociendo, éramos tímidos y las respuestas eran cortas.

—felicidades —lo miré de nuevo y tragué saliva.

—no fue lo mismo sin...

—cariño —interrumpió la chica linda de vestido rojo.

Era hermosa, Eddie corrió con suerte, es muy diferente a mí, ella es más cute, parece que su mundo es muy rosa.

—oh, tengo que irme —se puso de pie.

—¿no me vas a presentar? —la chica me miró de arriba hacia abajo.

—oh, claro —sonrió nervioso—, Stella, ella es...

—tú novia —me burlé pero fui discreta.

—sí —dijo desganado—, su nombre es Julia.

—mucho gusto —me sonrió amable.

—me llamo Stella Harrington.

—ella es mi amiga —Eddie se dirigió a Julia y sonrió amargamente.

My Heart | Eddie Munson | Terminada ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora