El Gran Día

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- cinco meses después -

Nuestra familia y amigos se emocionaron demasiado al saber la gran noticia.

Se los hicimos saber en la fiesta de cumpleaños número 24 de Eddie, sí, ya tenía cuatro meses de embarazo, pero nadie lo había notado y eso hizo que la sorpresa no se arruinara.

Ahora mismo, tengo cinco meses, ya se nota más el pequeño Eddie junior, la doctora dijo que será niño y su papá es el más feliz.

Al inicio íbamos a cancelar la boda, pero pensamos que lo mejor sería hacerla y solo posponerla por unos meses, y ya es mañana.

El vestido tuvimos que cambiarlo, elegí uno que pudiera adaptarse al tamaño de mi pancita y quedó perfecto.

Eddie ha cortado su cabello, casi nada, pero para él fue demasiado; dijo que «es para que no moleste al bebé».

Me siento extraña, ya es incómodo dormir, me he convertido en una persona poco tolerante y agradezco que Eddie esté ahí, que me tenga paciencia.

Todo está listo para mañana, el gran día llegó y todo parece un sueño. Estoy muy nerviosa, aunque es algo muy pequeño, no dejo de tener miedo, miedo a que algo salga mal, son pensamientos que me atormentan, pero ya aprendí a vivir con ellos.

—todo estará bien, cariño —Eddie se acostó detrás de mí y posó su mano tibia sobre el gran bulto en mi abdomen.

—parezco globo —lloriqueé.

—Serás la novia más hermosa del puto mundo —besó mi espalda.

A esto me refiero con lo paciente que es, ama verme así, ama que su pequeño hijo esté creciendo y me trata bien.

Algunos regalos de boda ya llegaron, la mayoría son cosas para bebé, parece que será un «Baby Shower» en vez de una boda, pero está bien, así se evita que gastemos demasiado.

—Tengo calor —dije fastidiada y quité su mano.

—Oh, lo siento, bonita —se alejó de mí.

—Perdóname —me giré para verlo.

—¿Por qué? —frunció el ceño.

—Por ser una mierda contigo —hice puchero.

—No —regañó—, es normal y está bien —se agachó para darme un beso en la comisura de los labios.

—Me soportas solo porque aquí —señalé la pancita—, vive tu hijo.

—Un poco sí —soltó una risita tierna y volvió a recostarse a mi lado.

Teníamos que estar en el salón viendo los últimos detalles, pero aquí estábamos, acostados en la cama, como si no fuéramos a casarnos mañana.

—Vamos, Edward —intenté levantarme—, tenemos que ir al salón.

—Solo son flores —rodó los ojos.

—Si esas flores no quedan bien, tú serás el culpable —dije como amenaza mientras lo señalaba.

—¡Bieen! —se quejó poniéndose de pie.

Manejamos hasta el salón que estaba relativamente cerca, todo se encontraba en su lugar, el jardín ya estaba decorado con las flores y luces y el salón tenía todos los adornos que queríamos.

Solo llegamos a decirles como queríamos que acomodaran algunas cosas, tardamos horas, pero se logró, estábamos agotados así que fuimos directo a casa a descansar ya que mañana tendríamos que despertar muy temprano.

- al día siguiente -

Están tocando a la puerta, Eddie se está duchando y Robin junto con la maquillista están afuera.

My Heart | Eddie Munson | Terminada ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora