Acción De Gracias

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22 de Noviembre, el tiempo se ha pasado demasiado rápido, Eddie ha "superado" un poco lo de Eloise. Se siente culpable por hablarle así, pero era lo que sentía en ese momento y nada era mentira así que no debe sentirse mal.

La recuperación de Eddie ha sido demasiado buena, el doctor lo felicitó porque jamás había tenido un paciente que se recuperara así de rápido.

Ha estado tocando guitarra, claro que aún le falta hacer ejercicios, pero no es nada comparado con el inicio.

—Estoy emocionado, será nuestro primer día de gracias juntos —dijo mientras tocaba la guitarra.

—También estoy emocionada —reí.

Tenía miedo, miedo de que no resultara como lo planeamos, que todo se fuera al carajo como la última vez.

Ahora lo haremos más grande, invitamos a Robin, Steve, Nancy, Wayne, papá, Mary y Lucy.
Robin ha aceptado, dice que no quiere pasarlo con su familia homofóbica otra vez.

Lo único que le pido al universo es que nada salga mal, que se sienta el amor y cariño entre todos.

Eddie me ayudará con el pavo, sé que terminaremos comprando otro, pero va por la anécdota.

—¿Qué tocas? —lo abracé por los hombros.

—Es una sorpresa —me miró con suspicacia.

—¿Sorpresa para quién?

—para ti —rio nervioso.

—Oh —estaba sorprendida.

—Bueno, en realidad es para tu padre.

Mierda, una sorpresa para mí pero a la vez para mi padre. ¿Me va a pedir matrimonio? No, no estoy lista.

—¿Me pedirás matrimonio? —reí burlona.

—¿Y si lo hiciera? —dejó la guitarra de lado y me sentó sobre sus piernas— ¿Dirías que si?

No sabía que decir, esto podría darle respuestas para más adelante, no quería hacerlo sentir mal, solo no estoy lista.

—Si así fuera —acomodé un cabello detrás de su oreja—, sería un honor ser la señora Munson —besé su mejilla.

Eddie sonrió con los labios cerrados y sólo me miró, sus ojos brillaban, no dijo nada, solo me dio un suave y dulce beso en los labios.

—Iré a preparar la cena —sonreí.

- 23 de Noviembre -

Eddie y yo estamos haciendo el pavo, bueno, yo lo hago mientras el me mira, dijo que me ayudaría, pero para él ayudar es ver.

—¿Te ayudo a meterlo? —me miró con picardía.

—¡Edward! —reí— ¿no fue suficiente en la mañana?

—Hablaba del relleno del pavo, cariño —se burló.

—Ah —sentí mis mejillas arder—, sí, ayúdame con eso.

—Aunque si quieres también puedo darte de lo otro.

Últimamente parecemos adolescentes hormonales, lo hacemos casi todos los días cuando llego del trabajo, pero eso parece no ser suficiente para Eddie.

—Vamos, Eddie —lo empujé—, mete el pavo al horno.

Eddie rio mientras metía el relleno, le gustaba jugar conmigo, sabía que no podía resistirme a él y usaba eso en mi contra.

Eran las 9 de la noche, la familia llegó y el pavo estaba listo, no sabíamos que tan bien sabía, pero era tarde para buscar un remplazo así que tendrán que comerlo.

My Heart | Eddie Munson | Terminada ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora