My Heart | Eddie Munson | Terminada ✅

Tattoo

Eddie y yo estamos a una calle del estudio de tatuaje, no podíamos ir al mismo que él fue porque lo identificaría de inmediato.

Munson estaba confundido y miraba hacia todos lados para lograr identificar en dónde nos encontrábamos, pero no lo logró.

—está horrible aquí —me tomó de la mano.

—Eddie, no seas llorón, ya casi llegamos, pero para eso, necesito tapar tus ojos —lo miré con una sonrisa de labios cerrados.

—¿sí? —arrugó la nariz.

—sí —imité su gesto.

—bien, pero date prisa porque me da miedo aquí.

Caminamos hacia el estudio, afortunadamente no había ningún cliente así que esto sería rápido.

—hola —saludó amable— ¿Puedo ayudarlos? —miró a Eddie y frunció el ceño.

—sí —reí nerviosa—, pero es una sorpresa para él

—oh — el chico asintió—, bien

—¿en dónde estamos? —Eddie apretó mi mano.

El chico le ofreció una silla a Eddie y yo me acomodé para que empezara.
Escribí "Eddie" en una hoja y el chico se encargó de hacer un diseño con el nombre.

Todo estaba en silencio, Eddie movía su pierna impacientemente y comía sus uñas.

—bien, quedó listo —se acercó a mí mostrándome su idea.

El diseño era bastante lindo, no era complejo y me gustó, preparó todo e hizo sonar la máquina.

—mierda —Eddie brincó— ¿linda?

—puedes quitarte el vendaje —dije nerviosa.

Eddie lo hizo y abrió sus ojos como platos, pero después me miró y sonrió.

—no es verdad —tapó su boca.

El chico ya estaba tatuando, dolía un poco pero ver a Eddie me relajaba, no siquiera sabía lo que me estaban tatuando y ya se moría de emoción.

—¿Qué es? —se puso de pie y se acercó a mí.

Al ver que era su nombre, tapó su cara y comenzó a brincar por todo el lugar, no pude evitar reír y por ello, el tatuador decidió parar un momento ya que me estaba moviendo mucho.

—Eddie —hablé entre risas—, basta.

—¡cariño! —dijo emocionado—, es mi nombre, es mi maldito nombre

—sí —sonreí—, también te quería llevar en la piel.

—no puedo creerlo —me dio besos por toda la cara.

—¿Puedo seguir? —el chico rio.

—oh si, lo siento —me disculpé.

El chico era algo serio, tenía una mirada penetrante que hizo que Eddie se pusiera rojo y se dejara de mover, volvió a sentarse a mí lado, agarró mi mano y comenzó a besarla mientras veía el proceso.

—estás loca —Eddie se burló.

—por ti, Munson —rodé los ojos.

Estaba doliendo un poco más, sabía que cuando era cerca de un hueso era más doloroso.

—¿Estás bien?

—sí, sólo duele un poco, pero está bien

—¿Steve lo sabe?

—nadie lo sabe, solo tú —solté una risita.

Papá me mataría por esto, siempre ha sido enemigo de los tatuajes, pero jamás lo ha dicho frente a Eddie porque sabe que tiene muchos.