【¿Por qué no bailas?/ Xiaolumi AU 】

【Capítulo 24- No te entiendo】

¿Por qué no bailas?
Cap 24

Todos pasamos por esa etapa en la vida, en la que no sabemos que queremos, si lo estamos haciendo bien, o si realmente vamos a saber que rumbo tomar, porque la felicidad es momentanea y en cualquier momento puede desaparecer de entre tus manos ¿Puedes realmente elegir por tu propia cuenta? ¿Realmente estas haciendo tu vida como quieres? La unica respuesta, probablemente es. ¿Quién diablos sabe?

—Aether.

—Lumine.

Ambos gemelos se veían mutuamente, como si estuvieran en un estado de seriedad, de réncor, como si fueran antipaticos uno con el otro... Ambos eran gemelos. ¿Acaso...se odiaban?

No, no podia ser cierto, eran los mellizos más unidos, hermanos de corazón. ¿Comó ella podria odiar a su hermano? no solo de sangre..si no, de la misma estrella, del mismo milagro.

—Recuerda de donde vienes.– Su hermano le hablaba – Lumine.

—De donde yo...vengo.

Era verdad, ellos no provenian de Teyvat, ellos provenian aun más allá de celestia. Ellos provenian de un milagro, de una estrella, ellos aparecieron, para estar juntos, para iluminar a los que ya hacían en la oscuridad, atrapados.

—Yo provengo...del deseo. Del deseo de vivir...de la felicidad. Estoy aqui para ayudar a todos a ser felices.

—Y tu deber, es seguir. – Exclamó el joven – luchar.

—¿Por qué? ¿Qué es lo que quieres de mi Aether?

—Lo descubrirás al finalizar tu viaje.

—Pero eh hecho de todo, ya finalicé mi viaje, ayudé, hice encargos, salvé naciones, me enfrenté al abismo y morí con honor. ¿Qué debo hacer ahora? En esta vida ¿Cuál es el proposito de seguir con este sufrimiento?

—Tu proposito, esta aqui.

El joven se llevó la mano al pecho, de donde se emitian destellos y pronto, el lugar en donde ambos se encontraban, se tornó lleno de estrellas, que hacian que el corazón de lumine, tambien se sintiera en paz, por primera vez, tenia esa fuerza interna que necesitaba.

Aun que no entendia la razón de su hermano por alejarse de ella, sabia que debia hacer lo correcto, asi que llevandose la mano al pecho, pudo sentir los destellos de aquellas estrellas quien la llamaban, cerró sus ojos y escuchó atentamente, eran susurros por todas partes, decian que no se rindiera, que siguiera, dandole todo su apoyo y dejando caer el peso que la viajera necesitaba soltar.

—Las estas escuchando.– Pronunció su mellizo – ¿Cómo se siente?

—Se siente...Como en casa.

En ese momento, el par de ojos dorados, se abrieron de par en par, dejando ver que todo aquello no fue más que un sueño, otro más, pero esta vez, con una diferencia.

No eran más pesadillas.

—Gracias Aether.

Lo primero que pensó, fue tomar un traje que estaba a su alcance, y una vez colocado, se dispusó a salir, para enfrentar de una vez por todas, su destino, su futuro, y cumplir con su proposito en esta nueva vida.

Una nueva oportunidad.