【¿Por qué no bailas?/ Xiaolumi AU 】

【Capítulo 9- Ritmo del corazón】

¿Por qué no bailas?
Cap 9

Decir y hacer son cosas muy distintas, sobre todo si no logras realizar corractamente el proposito que tenías en mente, bueno, en ocaciones puedes sorprenderte del ritmo al que van las cosas, bien dicen que las mejores habilidades y talentos se cosen a fuego lento.

Después de que Lumine aceptó entrar al concurso de patinaje sobre hielo, se dispuso a entrenar a Xiao, pero no de la manera en que él pensaba, si no, que la rubia disponia de una mini bocina en la cual resonaba la música y tambien de youtube, en donde le encargaba al chico aprender las coreografias.

—No es que paimon quiera dar una mala opinión pero.

La albina puso las manos en los hombros del chico mientras bebia agua – ¿No crees que a Xiao le vendría bien una ayuda?

—¿A qué te refieres? – La chica respondió – Lo hace genial.

—Lo que quiero decir es. ¿Por qué no bailas?

—Eso..eh..

A lumine se le podia notar en el rostro lo preocupada y aflijida que el tema la tenia, el adeptus pensó que no era el momento de presionarla con preguntas que tal vez, tenian que ver con el accidente en el que la habian separado de su hermano, y a pesar de que él sabia la ubicación del gemelo, no podía decirlo por la propia seguridad de la chica. Asi que despistó el tema para no forzar a la de ojos miel a algo que no quisiese hacer.

—Vi, digo, Lumine. ¿por qué no me entrenas en un lugar menos frio? Podriamos probar con este lugar luego.

—¡Paimon esta de acuerdo!

—Mh – la joven se levantó de su asiento – Creo que podriamos probar.

Cuando llegaron al lugar, Xiao pudo reconocer ciertos rasgos, como olvidarlos, si estaban en las montañas de liyue, en donde muchas veces, él observaba a Lumine y aveces, se enfrentaba a criaturas para dejarle el paso libre y que se hiciera más facil para ella, incluso una vez, dejó ir a un hombre que prescenció sus actos.

—Bien, empecemos, este parece ser un buen lugar.

El Yaksha aceptó y en cuestión de algunas horas, ya tenian lista media coreografía, de hecho, mientras trabajaban, la viatrix le ofrecia bebidas constantemente pero Xiao le negaba por que este gesto lo ponia nervioso, no fue de otra manera hasta que al imaginar otro paso, el chico tomó su celular en busca de algun pedido de su majestad, el principe, o de Tartaglia.

—Asi y luego.– Ella volteó – ¿Xiao?

—Un encargo del principe – Pensaba el chico –

—¡Xiao!

Ella se abalanzó contra el yaksha, columpiandose en su espalda y derribando la bebida que anteriormente, habia rechazado con continuidad.

—¡Wooh!¡Lumine bajaté!

—¡No puedo! ¡Me voy ah! ¡Aaah!

Ambos jovenes fueron costa abajo, rodando en el pasto y cubriendose con ambos brazos mientras llegaba el final de la colina.

—Aagh.. – El adeptus se levantó – Espera..¡Lumine!

—jajajaja – A su lado se encontraba la rubia quien se reía –

Xiao se volteó y miró a la de ojos dorados llena de alegria, como si nunca ubiera pasado por ningun mal, a su vista, era totalmente pura, y eso, le provocaba la misma sensación que había sentido siglos atrás, cuando todavia era una viajera en busca de su gemelo perdido.

—Eres un ser incomprensible para mi.

—Lo sé.

Afortunadamente, ninguno de los dos salió herido de aquel incidente, sin embargo la pequeña hada se fijó en un detalle en el brazo del yaksha.

—¡Xiao esta herido! – Gritó paimon – 

—¿Qué? – Preguntó –

—Oh, tiene razón, estas herido, tienes un raspón en el brazo ¿Quieres que lo desinfecte?

—Agradezco el gesto pero no.

En la mente de Xiao pasaban los recuerdos de todos los medicamentos que probaban con él, misteriosamente, ninguno hacia efecto alguno, pero al parecer, Zhongli, su padre, sabia que esto se debia a su condición de Yaksha en el pasado.

—Las medicinas de los mortales no funcionan con los adeptus.

—¿Adeptus? – Se preguntó Lumine –

—Tengo que irme, nos veremos después – Se despidió – Paimon, enseñale el camino.

—¡Paimon a su servicio! – Exclamó el hada –

Para cuando Xiao se habia marchado, la pequeña albina tuvo que enseñarle el camino de regreso a la joven, si querian llegar a salvo, era mejor hacer caso a todo lo que el Yaksha le pedia a Paimon, sin embargo, no tenia porque enterarse si se desviaban.

—¡Lumine! ¡Buenas noches!

—¿Albedo?

Los dos se encontraban camino a casa y por la hora que evidentemente era, el chico se dispuso a llevar a la rubia con bien hasta su hogar.

—Asi que estas saliendo con Xiao Alatus, no quiero sonar grosero pero. ¿Acaso es un experimento de tu parte?

—Paimon vio cuando Xiao le pidio a Lumine ir con él al concurso de patinaje. – Habló la hada –

—Solo es un concurso ademas – La chica sostuvo su mirada al suelo – quiero volver a hacer mi vida.

—Sabes que te apoyo – El albino contestó – Pero investiguemos más en profundidad.

—Sobre el caso. ¿Cierto?

—Asi es, seguimos investigando a Xiao por si tiene que ver con el caso de tu hermano, pero porfavor, no te arriesgues como ahora, y si lo haces, cuenta conmigo.

—Lo haré si tu investigas aparte de la policia, conmigo.

—Entendido.

Sin más, ambos acordaron un trato para mantener la seguridad del otro y obtener información que beneficiara al caso de los Viatrix. Después de aquello Lumine agradeció por el cuidado y entró a su casa, sin embargo, Albedo se quedó afuera unos minutos más.

—Esto...es guerra Xiao Alatus.