- Pare por favor.
Frené de golpe y bajé la ventanilla para mirar al policía.
- Buenas noches, ¿Podría bajar del auto?
Resoplé y bajé, poniéndome de pie.
- ¿Usted tomó? - preguntó iluminando mis pupilas con una linterna encandilándome.
- No, no tomé. - mentí, no iba a permitir que me saquen el auto.
- Okey, vamos a hacerle el test de alcoholemia por las dudas.
- No, no tomé. - tomé la manija de la puerta para subir nuevamente pero me tomaron del brazo.
- Sople.
Soplé por el aparato y luego vi al policía.
- Claro, no tomó. - me mostró la pantalla que marcaba el doble del permitido. - Está poniendo en riesgo su vida y la de los demás.
- Estoy bien, puedo manejar. - amagué nuevamente entrar pero me tomaron por las muñecas de atrás y me pusieron las esposas.
Mierda, esto no puede estar pasando.
Me llevaron a la comisaría, en donde me retuvieron un rato.
- Puede llamar a alguien que venga a retirarlo. - me quitaron las esposas y me devolvieron mi celular.
Lo tomé rápido y marqué a Juliett, nada. Dos, tres veces, nada. Luego intenté con Jake, nada tampoco.
¿A quién mierda llamo? Mis amigos están ocupados cogiendo y yo preso.
No me quedó más opción.
- ¿Hola? ¿Lola? ¿Me escuchas?
- Hola si, ¿Qué pasa?
- Necesito que me ayudes, estoy en la comisaría, llamé a Juliett y a Jake pero no contestan, necesito que alguien venga a firmar para irme, sino van a sacarme el auto.
- ¿Q...qué hiciste Andy? - preguntó con miedo.
- Después te cuento, pero por favor, desperta a Jake y que venga solo.
- Okey. - cortó.
Me sentí aliviado y me senté a esperar.
- El auto no lo va a poder retirar hasta mañana.
- ¿Dónde va a estar? - pregunté con el ceño fruncido.
- Acá.
- Por favor cuidenlo, es nuevo, está impecab...
- Hola, ¿Dónde firmo? - giré mi mirada y estaba Lola totalmente sola en frente del policía.
- Hola, ¿Usted es la novia del individuo? - preguntó el policía mirándola de pies a cabeza.
Iba a decir que si, ya me rindo.
- Si, se porta mal. - sonrió.
- Firme acá. - señaló una parte de la hoja.
Firmó, me dieron las llaves del auto para retirarlo al día siguiente y salimos de ese horrible lugar.
- ¿Qué hiciste? - preguntó mientras esperábamos en la vereda un taxi.
- Salí con mis amigos y bebí de más, eso, tomé el camino más rápido y tuve la mala suerte de que estaban ahí. - prendí un cigarrillo.
- Dejá de fumar. - me sacó el cigarrillo de la boca y lo tiró al piso enojada.
- Gracias por venir, aunque te dije que viniera tu papá.
- ¿A dónde vamos? - preguntó.
- Primero a tu casa, bajas y después me voy a mi departamento.
- Quiero ir a tu departamento a conocerlo bien, la última vez tu novia casi me arranca los pelos. - rió.
- Está Juliett, te ve y nos mata a ambos.
- Debe estar durmiendo, quiero ir.
- Solamente unos minutos y te vas, no quiero problemas. - extendí mi mano, el taxi paró y nos llevó a nuestro destino.
Entramos por la puerta principal, y se quedó por varios segundos admirando todo.
- Quisiera ir a la piscina, según vi está en el techo.
- Debe estar vacía ahora, vamos. - tomé su brazo y la llevé al ascensor que nos llevó a mi piso.
Lentamente sin hacer demasiado ruido abrí la puerta y entramos.
Estaba todo oscuro, solamente nos iluminaba la luz de la ciudad que entraba por las paredes vidriadas.
- ¿Querés tomar algo? - pregunté quitándome la campera.
- Si, jugo. - contestó mientras se sentó en el sofá y miraba la ciudad.
Le serví en un vaso y me dirigí hacia ella, extendiéndoselo. Tomó de un sorbo y dejó el vaso en la pequeña mesa.
- No me gustan los departamentos pero me gustaría vivir en éste. - apoyó su cabeza en mi hombro.
- Bueno, ya te tenés que ir. - intenté pararme pero ella fue más fuerte.
- ¿Me das un beso antes? - preguntó mirándome fijo.
- Lolaaa... - dije alargando su nombre.
- Uno solo - sonrió y cerró los ojos.
Estaba en mi casa, estaba Juliett durmiendo, aunque el dormitorio y el living estaba separado por una pared de vidrio opaca, que se veía borroso, pero a su vez pensaba lo que me dijo la chica de Nethan: "te quiere" "tenés su consentimiento" "es mayor de edad" "mientras que lo hagan con cuidado y nadie se entere, está todo bien". "Disfrutalo mientras dure".
Ésta vez fui yo quien se acercó a su rostro y la besó.
De nuevo, un beso suave. Pero fue subiendo de tono, metió su lengua en mi boca, y sin darme cuenta ya estaba encima mío.
La tomé por el rostro y la separé de mi uno centímetros, y desvié mi mirada a otro lugar.
Pasó sus manos por mi cuello y se tiró hacia atrás, caí encima suyo, entre medio de sus piernas.
Tomó mi remera y me la sacó rápidamente, junto a la suya. Estaba hipnotizado viendo su corpiño rosa, que mantenía esas bellezas en su lugar.
Noté que rió al ver mi rostro, y se quitó el sostén. Luego me tomó por los hombros y me acercó a sus senos.
Dejé de pensar tanto y simplemente actué.
Tomé ambas con mis manos, las acaricié y luego acerqué mi boca a sus pezones rosados.
Mientras las apretaba las chupaba con desesperación, tantas ganas reprimidas por tanto tiempo.
- Mmh...mm... - colocó su mano en mi cabello acariciándolo, mientras bajaba hacia mi espalda.
Me interrumpió cuando metió sus manos entre mi, bajando su short.
La miré a los ojos y negué, estaba muy borracho pero algo distinguía, por lo que subí a su rostro.
- Por favor... - susurró en mi oreja, y siguió dando besos hasta mi boca, metiendo su lengua y mordiendo mis labios.
Era mi debilidad.
Bajé dando besos desde su pecho hasta su ombligo, cuando llegué a su ropa interior rosa, lentamente las bajé y la tiré al piso, abrí lentamente sus piernas, y vi su vagina tan apretada y mojada, a simple vista pude comprobar que era virgen.
No pude resistirme, estaba mal, pero era tan hermosa.
Me sacó de la hipnosis el movimiento de sus pies en mi espalda, dándome la señal de que empezara.
Tomé sus muslos con ambas manos y la acerqué más a mi boca. Empecé colocando besos en el interior de sus piernas y su cadera, luego bajé a su vagina. Cuando no aguanté más empecé a chupar, no intenté meter mis dedos porque me causaba miedo hacerle daño.
- Aa..ahhh...m...me encanta Andy - gimió acariciando mi cabello.
Eso me motivó a hacerlo más rápido aún.
- V...voy a..acabar...mmm. - apretó sus pies contra mi espalda y la tomé de la cintura.
Pude sentir como acababa, y sus piernas temblaban en mis manos.
- Quiero hacerlo yo ahora. - se subió sobre mi besándome nuevamente.
- No, no se que acabo de hacer. No voy a tocarte nunca más. - dije severo.
Colocó uno de sus dedos en mi abdomen y tímidamente bajaba hacia mi miembro, que resaltaba sobre el pantalón.
Quité su mano antes de llegar, me puse de pie, me coloqué mi remera y se la alcancé.
- Vestite.
Me alejé, la dejé vestirse y luego pedí un taxi, la acompañé abajo y se fue, en todo el camino no cruzamos ni una palabra.
Luego de la situación, me metí en la ducha, tenía que bañarme para sacarme el olor a alcohol, y también el aroma de su perfume en mi cara.
Terminé y me lavé los dientes, no quería tener nada de ella encima, ni su perfume, aunque aún podía sentir el sabor de su lengua en mi boca.
Creo que Juliett duerme muy profundamente, y que no notó que vine más tarde que la última vez.Me despertó el rayo de sol que me encandilaba, afuera hacia un hermoso día.
- Buen día bebé. - Juliett se acercó a mi y colocó un beso en mi mejilla.
Que bueno, hoy no me despertó con un almohadón en mi cara.
- Buen día. - tomé una remera y un short para vestirme.
- Voy a dar un paseo con una amiga. En un rato vuelvo. - me besó y salió.
Estaba muy aburrido, así que decidí ir a la piscina.
Llegué y tomé asiento en una de las sillas que estaban bajo sombrillas. Cerré los ojos y levemente me dormí.
- ¿Andy? - dijo una voz femenina a mi lado tocando mi hombro.
Me saqué los lentes y pude distinguirla claramente.
- ¿Yolanda? - pregunté recargándome en mi asiento. - ¿Qué haces acá?
- Me alojo acá, unos días. ¿Y vos? - tomó asiento a mi lado.
- Estoy viviendo acá, con mi novia.
- Ahh, ¿Juliett, no?
- Si, Juliett.
- Es un hotel muy lindo.
- ¿Y estás alojándote sola?
- Si, estoy sola. Mi habitación es la ciento diez y oc...- ¿Quién sos?