Luego de unos minutos, empecé a sentir sus leves ronquidos, que me indicaban que ya se había dormido.
Lentamente me puse de pie, me coloqué mis zapatillas y la tapé nuevamente.
Cerré la puerta de su cuarto detrás mío y me dirigí al hotel.
Al entrar a nuestra habitación, me encontré que aún estaban todas con Juliett, bebiendo y hablando.
- Mirá quien llegó. - dijo Beck riendo.
Fingí una sonrisa y las saludé a todas.
- Te llamé tres veces, ¿Por qué no atendías?
- Es que la música estaba muy fuerte y mi celular lo dejé lejos.
- Mi ex me decía lo mismo. - expresó Beck riendo y todas con ella.
Beck está jugando conmigo, sabe que me tiene en sus manos.
- Imposible, mi bebé nunca haría eso. - Juliett sonrió y colocó un beso en mi mejilla.Beck me miró con una sonrisa manipuladora, quisiera saber cuánto tiempo tendré que aguantar esto.
- Que pasen una linda noche. - les deseé y caminé al cuarto.
Prendí un cigarrillo y me recosté en la cama, recordando ese maldito beso.
- No, no. - apagué el cigarrillo y me giré para dormir.- Andy, amor, amor. - sentí como me sacudían, abrí mis ojos y era Juliett.
- ¿Qué pasa? - pregunté sentándome y viendo la hora en mi celular.
- Es la hora del desayuno, vamos, te espero abajo.
Me levanté, lavé mi cara y mis dientes, me coloqué un jogging gris, una remera negra y bajé al gran comedor.
Era mucho más grande que un restaurante, tenía muchísimas opciones en comida. Podías tomar lo que quieras y llevarlo a tu mesa. Tenía mucha hambre así que agarré de todo un poco.
- ¿No es mucho Andy? - preguntó Juliett viendo mi plato.
- Capaz vos comes muy poco. - me senté a su lado.
- No creo. - sonrió.
Desayunamos tranquilos, hasta que sonó mi celular. Lo tomé y atendí.
- Andy, soy Jinx, hoy nos juntamos en la casa de Nethan, somos pocos, la banda, Lucas, Jason y otros dos de la discográfica, si querés venir, a las 21:00.
Lo pensé por varios minutos, sus fiestas siempre son terribles, pero acepté, prefería pasar un rato con ellos que quedarme acá.
- Okey, voy a ir.
- Bien, nos vemos.
Corté y guardé mi celular.
- ¿Quién era? - preguntó Juliett tomando su jugo.
- Jinx, Nethan nos invitó a su casa a la noche.
- Ugh, lo odio.
Reí y coloqué un beso en su boca. Pero, no sentía lo mismo, no sentía la sensación que experimenté con ella, sus besos me encantan, pero cuando beso a Juliett, ya no siento nada.
¿Por qué mierda la comparo a Juliett con ella?
Terminamos de desayunar y volvimos a nuestra suite, Juliett como casi siempre cuando salgo, estaba enojada. Si fuera por ella, no saldría nunca.
Llegó la noche, luego de bañarme me coloqué un jean negro y una campera al mismo tono. Cuando llegué a su gran casa, muy moderna, estacioné en frente.
Toqué dos veces y me abrió Nethan.
- Pasa Andy, ponete cómodo.
Estábamos todos alrededor de una mesa de living, con vino, champagne y comida.
- Su disco va a ser un éxito, me permitieron escuchar un adelanto. - dijo Nethan y sirvió vino en todas nuestras copas.
- Obvio, como todos. - expresó Jinx riendo.
- Andy me enteré que te mudaste al Hilton, por qué? - preguntó Nethan bebiendo de su copa.
- Mi novia quería mudarse de donde vivíamos, le gusta el lujo y bueno, acepté.
- Es dominado por la novia. - dijo Lucas riendo y todos lo imitaron.
- No es así. - tomé un sorbo de vino.
- Buscate otra Andy, para distraerte. Mirá está hermosura. - sonrió.
Vino una chica que parecía muy joven, morocha y de ojos marrones, llevaba puesto un camisón.
- Hola chicos. - sonrió y se sentó sobre el regazo de Nethan.
- ¿Vos no tenías esposa? - pregunté.
- Si tengo, pero no me es suficiente. Con ella disfruto y no me da problemas como mi esposa. - acarició su cabello. A lo que ella rió. - Anda bebé. - le dió una palmada en el muslo y se fue a la cocina.
- ¿Las cambias bastante seguido, no? - preguntó Lucas.
- Por lo general si, aunque me quedó en la cabeza la sobrina de Andy. - me señaló sonriendo.
- Nethan, tiene dieciocho años solamente.
- ¿Y qué tiene, no puede tener sexo con dieciocho?
- Si, pero notó tus intenciones, no es tonta.
- Pagaría lo que sea por estar con ella. ¿La vieron? - preguntó a los demás.
- La estás tratando como una prostituta. - dije recargándome en el sillón y prendiendo un cigarrillo para calmarme, no quería pelear hoy.
- ¿Y por qué nos echaste? ¿Pasó algo? - preguntó Jason para calmar la situación.
- Un amigo de Juliett la drogó con cocaína, la colocó en su vaso y ella obviamente nunca probó drogas y se puso muy mal. - expliqué.
- Que hijo de puta. - dijo Nethan colocando su copa en la mesa. - ¿Está bien?
- Si, supe que hacer y se recuperó.
- Que bueno.
- ¿Te gustan las chicas jóvenes, no Nethan? - preguntó Jinx.
- Las prefiero por las de mi edad, si. Las chicas jóvenes lo hacen mejor, ustedes lo habrán comprobado. - rió. - Pero las que más me gustan son las vírgenes, pero es difícil encontrar una chica virgen mayor de dieciocho. - suspiró. ¿A ustedes que les gusta? - preguntó sirviendo más vino.
Nethan es un un hombre asqueroso que le encantan las mujeres jóvenes. No tiene nada de malo, pero habla de las mujeres como si fueran cosas. Sin embargo, es un hombre muy respetuoso con ellas, jamás maltrató a ninguna mujer, y siempre les aclara sus intenciones.
Todos respondieron a su pregunta, maduras, jóvenes, vírgenes, entre otras.
- ¿Y a vos Andy? - preguntó Nethan sacándome de mis pensamientos.
- No me interesa mucho cómo sea, mientras la ame y yo a ella es suficiente. Pero no estaría con una chica mucho menor que yo.
- Todos decimos eso, en el fondo sabemos que coger con una virgen es la mejor sensación del mundo. - Nethan rió y suspiré.
Luego de comer, jugamos al póker un rato, y yo gané casi todas las partidas.
- No se puede jugar con él. - Nethan tiró las cartas sobre la mesa.
Reí mientras tomé l mazo y volví a repartir.
- Tomá tu premio. - de su bolsillo sacó una pequeña bolsita de plástico con cocaína.
Me quedé paralizado mirando esa mierda.
- No, gracias Nethan, ya no consumo. - se la devolví.
- Mejor, más para nosotros. - rió y colocó todo sobre la mesa, la dividió y todos aspiraron con un billete.
Desvié la mirada hacia otro lugar, en el fondo, me moría por volver a probar un poco, pero no voy a tirar los 2 años que llevo limpio a la basura.
Para calmar mi desesperación, prendí otro cigarrillo.
- Está buenísima. - dijo Jason tirándose hacia atrás.
- Si, es de la buena. Andy, felicitaciones por haberla dejado, tus amigos me dijeron que llevas mucho tiempo limpio.
- Si, gracias Nethan.
- Un brindis por Andy, que ya no es un maldito drogadicto, y por su gran esfuerzo por salir. - Nethan levantó su copa y todos lo hicieron.
Sonreí y chocamos las copas.
Esto me pone muy feliz. Nethan a pesar de todas las cosas que dice, no es una mala persona.
Tomé un sorbo de vino y mi celular vibró. Lo saqué de mi bolsillo y atendí, era Lola.
- Hola Andy, ¿Estás ocupado? - preguntó desde el otro lado.
- Hola Lola, estoy con unos amigos. ¿Por qué?
- Andy pasame con ella. - dijo Nethan gritando y luego riendo con los demás.
- Es que estoy en la casa de Regina y les dije a mis padres que me quedaría a dormir, pero surgió un inconveniente y no puedo quedarme, llamé a papá pero no contesta. Pero no importa, me tomo un taxi, perdón que te haya molestado.
- No hay problema, yo puedo ir, mándame tu ubicación y en unos minutos estoy ahí.
- Okey, muchas gracias, te espero y te mando la ubicación.
- Dale, nos vemos. - corté.- ¿Qué le pasó a la nena? - preguntó Nethan.
- Se quedó en la casa de una amiga y mi hermano no la puede ir a buscar, tengo que irme chicos. - me puse de pie y tomé mis pertenencias.
- Traela acá. - dijo Nethan riendo.
- Si, claro. - me acerqué para saludar a todos con el puño.
- Un gusto Andy, podemos juntarnos otra vez en éstos días, si quieren todos.
- Me encantaría, avisame. Buenas noches chicos. - me dirigí a mi auto, subí y manejé hasta la ubicación que me había mandado. Identifiqué la casa porque estaban ambas esperando en la puerta, por lo que estacioné en la vereda y bajé la ventanilla.
Lola identificó el auto, se despidió de su amiga, y subió, dándome un beso en la mejilla.
- ¿Cómo la pasaste con tus amigos? - preguntó colocando su mochila en el asiento trasero.
- Bien. - contesté encendiendo el auto.
- Se nota, tenés un olor a alcohol. - rió. - ¿Ya cenaste?
- No mucho, ¿Vos?
- No comí nada. Podríamos ir a comer a Mcdonald's. -sonrió.
- Bueno, vamos.
Cuando estoy con ella me olvido de todas mis responsabilidades, no se si es bueno o malo, pero el tiempo pasa volando con ella a mi lado. Manejé hasta el más cercano, pedimos desde el auto, pagué y en unos minutos ya teníamos la comida en el auto. Lola me insistió con ir hasta una costa alta, una especie de colina accesible que tiene vista a toda la ciudad.
- Se ven muy bien la luna y las estrellas desde acá. - sonrió apreciándolas.
Presioné el botón que abría la ventana corrediza del techo para que entrara el aire fresco ya que hacía mucho calor, mientras Lola empezaba a comer y caían papeles y restos de comida en la alfombra.
- Cuidado, estás tirando todo, me vas a ensuciar el auto.
- Ya pareces Juliett con su alfombra, después te ayudo a limpiarlo. - resopló.
Reí y empezamos a comer, estábamos tan hambrientos que en diez minutos devoramos todo.
- Estaba rico. - tomó la bolsa y empezó a meter los restos dentro de ella, cuando terminó, la dejó sobre la alfombra.
- Si, me quedé con hambre, no comí mucho con mis amigos. - tomé la llave del auto para encender el auto.
- Espera. - tomó mi muñeca.
- ¿Qué pasa?
- Quiero ver las estrellas un rato más.
- Okey. - suspiré apoyando mi cabeza en el asiento.
- Pasate a los asientos de atrás , vas a ver mejor por la ventana del techo.
Se puse de rodillas sobre el asiento y se abalanzó hacia los de atrás, y luego tomó mi mano tirándome con fuerza.
- Podés lastimarte Lola, vení adelante. - intenté soltarme de su agarre.
Pero como siempre, cedí.
Me acomodé en el asiento y ella a mi lado. Hizo que me quedara apoyado sobre la puerta y ella acostada entre medio de mis piernas, apoyando su cabeza en mi pecho, mientras miraba hacia arriba las estrellas.
- ¿No son hermosas? - dijo y miré sus ojos, que las reflejaban perfectamente, aún más lindas.
- Si, lástima que están muertas. - levanté la mirada.
- Pero aún así siguen brillando. - sonrió.
Tomó mi mano y comparándola con la suya, sus manos eran mucho más pequeñas, suaves, tenía las uñas y la piel que las rodea lastimada de tanto morderse. En su muñeca lleva una pulsera que ella hizo para ambos, la mía tenía su inicial y la de ella, la mía, pero yo perdí la mía.
- Tenés que dejar de morderte las uñas, tenés muy lastimados los dedos Lola.
Ella miraba mi mano y la colocó lentamente en su pecho, unos centímetros bajo su cuello.
- Bueno, tenemos que irnos, ya es tarde. - miré mi celular y intenté soltarme de su agarré.
- P..por favor, t..tocame. - me miró con los ojos brillantes