Capítulo 25

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Ésta vez no es tan comprometedor, ¿No?

- Solamente salimos a pasear, no podía dormir y ella tampoco, así que salimos un rato. - expliqué con falsa calma.

- Si, salimos a recorrer la ciudad, deberías haber venido con nosotros pero dormías y Andy no quería despertarte. - mencionó con suma tranquilidad y se dirigió a la escalera para subir a su habitación. - Buenas noches. ¡Que duerman bien! - deseó con entusiasmo antes de correr por las escaleras a su cama.

Como suele ocurrir, Lola evitando involucrarse en situaciones comprometedoras.

Juliett, luego de seguirla con su mirada, volvió lentamente a verme.

- ¿No podías simplemente venir a la cama y hacer el intento de dormir? ¿En lugar de salir con ella? - inquirió con una expresión de enojo evidente en su rostro, mientras sus palabras llevaban consigo una pizca de frustración y decepción.

- Sí, pero no quería despertarte tan sólo porque yo no podía dormir. - expresé quitándome mi abrigo.

- No quiero que vuelvas a salir con ella. Estamos acá para organizar nuestra boda, no de paseo. - sentenció mientras se dirigía a la nevera para beber agua.

- ¿Cuándo vamos a ir a ver el lugar? - pregunté cambiando de tema.

- Mañana. Mañana por la mañana iremos al salón a elegir colores, decoración, mesas, etc. Así que no tardes en acostarte. - murmuró y se dirigió a nuestra habitación.

El primer día y ya hubo problemas, no me imagino lo que viene.

Amaneció la mañana soleada e invernal, me levanté temprano y preparé el desayuno para compensar el hecho ocurrido la noche anterior. Apenas coloqué todo sobre la mesa, subí a nuestra habitación y me acerqué a Juliett.

- Juliett, preparé el desayuno, te espero abajo. - avisé tocando su hombro y acariciando su rubio cabello.

Al instante de que salí, toqué la puerta de Lola, sin saber si dormía o no.

- Ya está el desayuno, si querés desayunar. - afirmé.

Mientras bebía mi café, oí como bajaban una atrás de la otra, Juliett peinada y vestida, y Lola aún en piyama y totalmente despeinada.

- Buen día. - expresó Juliett acercándose a la mesa y tomando asiento a mi lado. - ¿Todo esto hiciste vos? - preguntó posando un beso en mis labios.

- Si, hice lo que pude, sabes que no sé cocinar nada. - acerqué el plato de tostadas.

- Es perfecto amor, me encanta. - sonrió bebiendo su café.

- Buen día. - comentó Lola tomando asiendo frente a Juliett, tenía una a cada lado.

- Buen día. - repliqué acercando el plato que contenía las tostadas.

- Gracias. - sus ojos brillaron de alegría mientras saboreaba la mermelada de frutilla en la tostada.

- Amor, en un rato vamos al salón a elegir la decoración. - apoyó su mano sobre la mía. - Gracias por el desayuno, iré a bañarme. - entregó un beso en mi mejilla y dirigió sus pasos hacia el baño.

Me encontraba en la punta de la mesa con ella a mi lado diagonalmente, un incómodo silencio invadió toda la cocina por unos minutos.

- ¿Tengo que ir? - cuestionó con la boca llena.

- Si, así no te quedas acá sola. - afirmé terminando mi café.

- A Juliett no le interesa mi opinión. - rió.

mi tíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora