La miré a los ojos por unos segundos, estaba agitado, sudado, paralizado.
- Lo...lo lamento Juliett, no quise hacerte daño, perdón - dije acariciando su rostro, jamás hice eso, jamás le haría daño a una mujer.
- ¿Te hice daño? - pregunté muy preocupado.
- No amor, estoy bien, me encantó. - sonrió y colocó un beso en mi boca.
Me recosté a su lado mirando el techo.
Juliett colocó su pierna sobre mi cadera, me abrazó por el pecho, y cayó en el sueño. Mientras, yo no puedo creer lo que hice. Esto se pasó de la raya, no puedo pensar en ella, y menos en estos momentos.
¿ Por qué pienso en ella cuando estoy teniendo sexo con una mujer hermosa que es mi novia ?
Definitivamente desde este momento voy a evitar todo contacto con ella, a menos que sea urgente, no más.
Nos despertamos juntos con Juliett, con el sol irradiándonos.
- Buen día amor. - coloqué un beso en su mejilla.
- Buen día bebé. - bostezó.
- Tenés mucho olor a alcohol. - rió.
- Si, tomé demasiado anoche, todo estuvo delicioso. - apoyé mis pies en el piso y bajé hacia la cocina a hacer el desayuno.
Desayunamos y luego almorzamos las sobras del cumpleaños, todavía nos quedan bastantes horas para estar en la casa, por lo que planeamos irnos por la noche. Pero por la tarde no pudimos usar la piscina, ya que bajó mucho la temperatura, lo que es raro ya que es verano, por lo que decidimos volver más temprano a casa.
Guardé todos los regalos de Juliett en el maletero del auto, eran tantos que apenas cerraba.
- Tenés muchos regalos por abrir. - dije mientras manejaba.
- No abrí ninguno, ya quiero verlos. - rió colocando su mano sobre la mía, en la palanca de cambios.
En unos minutos llegamos, con Juliett estuvimos mucho tiempo para sacar y llevar todas las cajas y bolsas al departamento.
- Ya están todos acá, podes abrirlos. - cerré la puerta.
Abrió todos, solamente faltaba el de mi hermano, no tengo idea de qué le regaló.- ¿Que será? - preguntó mirándome tomando la pequeña caja.
- No sé, no me dijo. - me senté en el sofá.
Juliett abrió la caja, que dentro tenía un colgante de oro, con un dije de cristal color verde.
- Es precioso Andy. - lo quitó de la caja y miró el cristal con detalle.
Estoy seguro de que es un collar muy costoso, ya que es completamente de oro, y con un cristal puro, es un gran detalle de parte de ellos.
- ¿Me lo colocas? - preguntó.
- Claro. - lo tomé con cuidado y enganché en su cuello.
- Es hermoso, cuando lo veas agradecele de mi parte, me encanta. - se miró en el espejo.
Sonreí al verla tan feliz, por fin hice algo bien.
Pasaron las horas y llegó el momento de descansar, estaba totalmente agotado.
Me desperté por el mediodía, con el sonido de una bocina de auto, el despertador de los que vivimos en departamentos.
Juliett no estaba en la cama, es raro ya que duerme hasta muy tarde. Me levanté, caminé hasta la cocina para hacer el desayuno, y Juliett estaba en la puerta con un sobre en la mano, leyendo bastante atentamente.