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Narra Giuliana.

Era de noche y yo ya me había preparado, estaba a punto de publicar una foto en Instagram. Aunque suene raro no tenía publicaciones, solo subo historias por el hecho de que si alguien llega comentar con corazones o algo por el estilo, Mateo enseguida arma una escena de celos y no me gusta eso. Así que para impedir problemas subo únicamente historias.

Por ese motivo no publique nada, me guarde la foto para mi.

Me había puesto una remera negra manga corta y una pollera del mismo color con un cinturón negro; obviamente no faltaron mis ojotas. Me hice una colita alta y solamente me puse rímel.

Baje y ayude a llevar las sillas y de más hasta que mi papa me avisa que mi teléfono esta sonado adentro de la casa. Voy y veo que Mateo me está llamando.

—Amor, buenas noches.

—Hola, lindo ¿Cómo estás?

—Bien mi reina, te tengo una propuesta.

—Decime.

— ¿Querés venir mañana a hacer un maratón de películas de El señor de los anillos?

—Bueno, dale.

En realidad no quería, odiaba El señor de los anillos con toda mi alma, solamente acepte para ahorrar problemas.

—Te espero acá mañana a las 12 de la noche ¿Te parece? Venite bien dormida que no vamos a dormir en toda la noche.

—Bueno, te dejo así ayudo con la comida a mi papa. Te amo, chau, descansa.

—Nos vemos mi vida.

Corto la llamada y vuelvo afuera para acomodar las sillas.

— ¿Quién era hija? —pregunta mi mamá.

—A ver si adivino —dice Ian— el pesado de Mateo.

—Sí, el mismo —respondo riéndome—. Quiere que mañana hagamos un maratón de películas de Barbie.

Le mentí, porque ella sabía que no me gustaban las películas esas y no me dejaría ir y se armara un bardo impresionante. Así que es una mentira piadosa...

Los chicos llegaron, yo me quede con mis hermanos jugando a la pelota, hacíamos pases. Después comimos y yo no cruce palabra con ninguno de los jugadores, solo cuando me hacían preguntas o por el estilo. Ellos me miraron raro, pero yo no tenía nada para decir ¿para qué voy a habar entonces?

Terminamos de comer y papa llamo a los jugadores y a mí también para darnos un anuncio. Eso era raro, no me había hablado nada de algún anuncio.

—Yo no los invite a comer asado porque tenía ganas, los invite por este anuncio que les tenía que dar —empieza diciendo, sonando bastante forro—. Ustedes hicieron un gran trabajo en el mundial, se merecen vacaciones, aunque una no haya jugado —dice mirándome—. Pensé que estaría bueno ir a Punta Cana todos nosotros. Sin familia, solo nosotros.

— ¿Por qué yo voy entonces? —pregunto seria.

—Porque quiero que te distraigas —respondió obvio.

—Pase dos meses en Dubái, ¿Cuánto más querés que me distraiga?

Él no responde, me mira mal. Metí la pata.

Todos los jugadores me quedaron mirando, como si no fuera yo la que este en mi cuerpo en este momento, como si mi alma se fue y tengo la de otra persona egocéntrica.

—El viaje es la semana que viene, el lunes para ser exactos. Los pasajes ya están, esta todo pago —sigue diciendo mi papa—. Así que no tienen otra opción que ir.

𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐘𝐎 𝐄𝐒𝐓É 𝐀𝐂𝐀 ✦ 𝘌𝘯𝘻𝘰 𝘍𝘦𝘳𝘯𝘢𝘯𝘥𝘦𝘻 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora