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Narra Enzo F.

— ¡Enzo, la puta que te pario! —Sentí el grito suave de Scaloni en mi oreja, haciendo que me despierte de un salto—. ¿Qué mierda te dije, pibe? Levántate, dale.

— ¿Eh? —dije sin entender un choto.

—No te hagas el pelotudo, mira cómo te dormiste con mi hija, dejaste a Olivia en los pies tuyos, pibe.

—La puta madre.

Estaba abrazado a Giuli y Olivia estaba que se caía de la cama. Giuliana estaba con los brazos desparramados.

Acomode a Olivia al lado de Giuliana y baje a la cocina con Lionel, me dijo que teníamos que hablar de algo muy importante.

En la cocina estaba el mate, la azúcar y el termo de la Scaloneta que todos los jugadores tenemos; también habían unas facturas y cañoncitos. Solamente estábamos nosotros dos despiertos.

—Mira, Enzo, yo te voy a ser sincero —empezó. Ya me estaba cagando hasta las patas—. Giuliana es una chica que recién sale de una relación mega toxica y está buscando un refugio, y ese refugio sos vos.

Le entregue el mate y lo seguí escuchando.

—Puede ser que se pueda enamorar de vos. Sos un pibe que se merece lo mejor y me enorgullece que seas vos el que esta con Giuliana en estos momentos.

En ese momento quise abrazarlo, fue inevitable no sonreír ante sus palabras.

—Gracias, Lionel —le sonreí y me pare para abrazarlo, él hizo lo mismo.

—Por favor, Enzito, no me falles ¿sí? Ella es lo más importante que tengo, junto a los otros dos terremotos.

—Te prometo que la voy a cuidar y respetar como se lo merece, hasta el último día de mi vida —se lo dije mirándolo a los ojos, con una sonrisa.

—Esperemos. Ahora necesito hablar otra cosa con vos, es algo sobre la mujer de ojos verdes de la otra vez.

Estuvimos hablando sobre esa mujer, me dijo de lo que se dedicaba y demás.

Giuliana se levantó con Olivia y su mamá, al rato se levantó sus hermanitos y yo me fui a la casa de Valentina, que me llamo para que hablemos sobre la otra vez.

Resulta que Valen se había puesto celosa porque se me veía muy bien con Giuliana y decía que yo había cambiado a Olivia por Giuli. Estuve como una hora diciéndole que yo no había cambiado a mi hija por ninguna otra mujer.

Me habían invitado a almorzar, estaba Ramiro y él iba a hacer el asado con chinchulines y lengua.

Llegue, mientras Rama hacia el asado afuera yo hablaba con Valentina sobre cómo me estaba yendo con Giuliana y de lo que me había dicho Scaloni hoy a la mañana. Mientras comíamos, Ramiro, me daba consejos para encarar a Giuliana, pero yo quería esperar por lo que me había dicho Scaloni.

Después de comer y ayudar a lavar las cosas, veía como Olivia estaba bostezando, así que me levante y la agarre a upa.

—Bueno, nos vamos a ir yendo con Oli, vamos a ir a ver una película y a comer mucho helado.

— ¡SIIII!

—Ojo, Enzo, con el helado. Ella es chiquita todavía —me dice Valentina.

Me despedí de ellos y nos fuimos con Olivia a comprar un kilo de helado, ella eligió chocolate blanco y oreo, yo compre de vainilla y tiramisú. Pasamos entre toda la gente, ignore las preguntas y fuimos a casa a ver Dumbo, que pidió Olivia.

Narra Giuliana.

—Hola Juliancito hermoso de mi corazón —abrí la puerta y Julián estaba ahí.

—Hola Giulanita de mi alma hermosa —me dice dándome un piquito.

Nosotros éramos así, nos tenemos la re confianza nosotros.

—Pasa, amore.

Él entro y merendamos unas facturas que estaban hace un mes, se las termino comiendo todas él. Tomamos mate frio, lo que me hizo ir al baño.

— ¿Cuándo salís? —me decía Julián desde el otro lado de la puerta.

—Para, estoy cagando Julián —le dije para después soltar un suspiro.

—Bueno, hablemos por acá —dijo—. ¿Qué onda con Enzo?

—Él se quedó a dormir anoche, se fue a las once porque tenía que irse a la casa de Valen a almorzar —le respondí.

—Ah, ¿Hubo beso? —podía ver su cara picara.

—Sí, dos besos. Uno en el hotel esa noche del boliche y uno antes de anoche.

—Rawr, Giulanita —soltó una carcajada y yo lo acompañe.

—No seas estúpido Julián.

— ¿Sentís algo por él?

—No, bah, no sé. Esquer recién salgo de una relación ¿Me entiendes? —le dije lavándome las manos después de tirar el botón y un balde de agua porque no se iba nada.

—Claro, es muy rápido. Te voy a dar un consejo: espera por lo menos seis meses.

—Sí, no quiero empezar algo tan rápido —dije tirando perfume de sandía y pepino en el baño.

—Y no...a parte no creo que tu papá quiera eso —abrí la puerta y sal— Fua, tiraste un poquito de perfume, eh.

—Sí, un poquito.

Salimos a comprar para cocinar unas pizzas. Mientras preparábamos la masa, mamá se puso a chalar con Julián sobre Emilia.

La relación no iba nada bien entre ellos hace bastantes meses, terminaron ayer después de volver de nuestra casa. Por eso Julián estaba acá, después íbamos a ir al boliche, obviamente le dije a Luana que vaya. 

Cuando terminamos de comer nos fuimos al boliche La Perla, ese mismo donde Enzo fue a buscarme cuando estaba con Mateo.

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Nota de la autora:

Mil disculpas por este capítulo pedorro que hice, pero tenía que escribir algo por tres motivos:

1. Hoy Enzito cumple años. Ya 22 años nuestro campeón, y con un futuro asegurado; lo tiene más que merecido.

2. Francia.

3. Ganamos la Supercopa gentee

4. Hoy juega river cheeee

Ahora me pregunto ¿Qué onda con el City? Dos partidos perdidos consecutivamente. No me quiero imaginar a Guardiola, la calentura que debe tener...

Ya mismo voy a escribir el capítulo 22 y quiero que sea algo largo. Así que prepárense.

𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐘𝐎 𝐄𝐒𝐓É 𝐀𝐂𝐀 ✦ 𝘌𝘯𝘻𝘰 𝘍𝘦𝘳𝘯𝘢𝘯𝘥𝘦𝘻 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora