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Narra Giuliana.

Mientras más tiempo pasaba, más aburrida estaba. Los chicos y mi papá hacían actividades, yo me quedaba en el hotel haciendo nada. Estos dos días estuvo lloviendo muchísimo, y lo peor es que Luana me había mandado varias fotos de Mateo con una rubia mal teñida. Como mi papá no estaba yo me la pasaba llorando, básicamente eran unas "vacaciones" de mierda.

Estuve hablando con mi mamá por video llamada y le conté lo sucedido, ella me aconsejo que lo video llamara y que le cortará ahí nomás. Así que eso era lo que estaba haciendo ahora, llamándolo para terminar nuestra relación.

Sé que hacerlo de esta forma no está bien, pero yo tampoco lo estoy así que creo que es lo mejor. Había llamado a mi abuela y me dijo que lo haga, a parte tenía buenas excusas para dejarlo. Ella me había dicho que era lo mejor que podía hacer, que tenía toda una vida por delante para disfrutar y no desperdiciarla con un pibe como ese.

Cuando Mateo me atendió estaba en cuero con unos amigos, me saludo y se fue a un lugar él solo. Yo estaba con mi mejor cara de culo.

— ¿Todo bien, amor? —pregunta él.

— ¿Qué son estas fotos? —le mostré el celular (yo lo estaba llamado desde la computadora), él se quedó mirando la foto.

— ¿Quién te mando eso? —pregunta.

—Respóndeme mi pregunta como yo siempre hago. ¿Qué son estas fotos? —vuelvo a repetir y él lanza un suspiro agobiado.

—Qué sé yo, no sé qué decirte, amor.

—Cállate, ya me canse de ser yo la pelotuda que siempre se queda callada. Apenas me fui ya estabas con otra y encima me mentías diciendo que era la casa de tu amigo. ¿Vos qué te pensás que soy? ¿Un juego para vos? Porque estas muy equivocado, yo llego hasta acá. No te quiero ver más en mi puta vida —dije tan enojada que se me habían caído algunas lágrimas.

—No, no por favor. Yo te amo, te amo, te amo —empezó a decir repetidamente.

—Ya estoy cansada de que me uses para lo que te conviene, estoy cansada de que me trates como si fuera basura. Ya estoy harta de tener que bancarme tus gritos y golpes dirigidos hacia mí. Ya me cansé, Mateo, me cansé. Hasta acá llego yo.

— ¿Me estás terminando? —pregunta incrédulo.

—Sí, no te quiero ver más.

Le corte. Nunca le había gritado, nunca le hable mal, nunca le hubiera dicho todo lo que le dije en su cara. Porque sabía perfectamente que si se lo llegaba a decir en su cara, iba a matarme. Enseguida lo bloquee de WhatsApp y elimine su número, hice lo mismo en Instagram y en Facebook. Cuando termine de hacer eso, conté lo que había hecho en el grupo de WhatsApp de todas las mujeres de la familia.

Todas estaban súper orgullosas de mí, hasta yo misma después de tanto tiempo.

A la tarde, tipo seis, llegan todos los pibes mojados, temblando y con olor a alcohol. Yo estaba tomando sol y subiendo la foto que me había sacado recién a la historia de Instagram, que por cierto, era mi primera foto soltera después de cuatro años.

—Hola, hijita, ¿Qué hiciste? —me pregunta mi papa después de haberse sentado a mi lado. Todos los demás también se habían sentado formando una ronda donde yo estaba.

—Le termine a Mateo —dije con una sonrisa llena de orgullo.

Aunque yo lo quería, no era lo mismo que cenia por él hace cinco años atrás. Después de todo lo que me hizo el amor hacia él fue desapareciendo poco a poco.

— ¡Vamos carajo! —grita mi papá y todos empiezan a aplaudir.

Después de contarles como le había terminado y lo que había hecho después, me fui para mi habitación a bañarme.

Narra Enzo F.

Al escucharla decir que había terminado con su novio una pequeña alegría me invadió, bueno, una gran alegría. La escuche atentamente, también la miraba. Era hermosa. Su cabello rubio y suave le caía por sus hombros, su piel bronceada hacia que sus ojos verdes resaltaran muchísimo más, su abdomen era plano y su cintura era preciosa, se notaba que iba al gimnasio. Sus pechos no eran ni tan grandes ni tan pequeños, eran perfectos para ella.

Lionel se dio cuenta que la estaba mirando mucho y me dio un codazo.

—Deja de mirar a mi hija —me susurro.

Deje de mirarla hasta que ella se paró, la parte de debajo de su bikini hacia que se le viera hasta el alma. Abrí los ojos, no me había dado cuenta de eso cuando estuvo en mi casa con solo mi remera. Emiliano tampoco se quedó atrás y también la miro.

— ¡Dejen de mirarla, pendejos de mierda! —grita Lionel apenas Giuliana se pierde de nuestro campo de vista.

—Es inevitable —digo.

—Yo te voy a decir una cosa, Enzo —dice delante de todos— no quiero que te le acerques, hace solo unas termina una relación mega toxica de cuatro años. Déjala respirar un poco, ¿me escuchaste?

Yo asentí con la cabeza y él sonríe satisfecho.

—Lo mismo va para vos —le dice a Emiliano.

— ¿Qué hice yo? Tengo esposa e hijos —se defiende.

— ¿Ah, sí? No parece.

Cuando Scaloni se fue nosotros nos quedamos con los chicos charlando de la vida, le preguntaron a Julián qué onda con Emilia y dijo que las cosas empeoraron muchísimo. Me preguntaron a mí qué onda con Giuliana y obviamente les conté todo lo que me pasaba, pero que ella solo me veía como un amigo.

A la noche íbamos a ir todos, incluida Giuliana, a un restaurante en la playa para festejar una huevada que dijo Lionel. No sé qué ocurrencias tiene este tipo. Después de bañarme me vestí, me puse una remera manga corta blanca holgada y un pantalón de jean negro con unas Adidas blancas.

Cuando vi a Giuliana me quede boquiabierto. Tenía su pelo suelto, un poco de rímel en sus pestañas extremadamente largas, un top blanco con rosas y una pollera que le llegaba arriba de las rodillas con el miso estampado. Unos zapatos con una plataforma bien alta, ella era muy bajita y siempre que la veía usaba tacones parecidos a los de Lady Gaga. Bueno, no como los de ella, pero si exageradamente altos.

Fuimos en el colectivo, ella se sentó con Julián para que le contara todo lo que le pasaba con Emilia, y yo me senté con su papa a un asiento de ellos dos.

Cuando llegamos estuvimos mirando un rato el lugar, había un montón de gente famosa con un DJ argentino. Después de charlar un rato comimos riquísimo y seguimos charlando, vi cuando Julián se fue con Giuliana después de que ella le diga algo a su papa en el oído y el asintiera. Los seguí con la vista hasta que se perdieron de mi campo de vista.

Volvieron al rato riendo a carcajadas, bah, Giuliana sola reía así porque Julián estaba con todo el pantalón corto blanco mojado y lleno de barro.

— ¿Qué mierda paso? —pregunta Lionel.

—Se cayó al mar —le respondió la pregunta a su papá quedándose sin aire—. No fue una simple caída, se hizo bosta posta.

—Mira mi pantalón, si Emilia estaba re caliente antes, cuando vea el pantalón que me regalo más caliente se va a poner. Me va a terminar —dice frustrado Julián.

Giuliana le empieza a hacer mimos en el pelo.

Y no voy a mentir, eso me molesto un poco.

Un poco bastante.

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NOTA DE LA AUTORA:

¡PRIMER CAPÍTULO DEL AÑO!

¿Cómo andan? Ojalá que bien.

Esperemos que este 2023 les traiga muchísima felicidad y puedan cumplir lo que se propusieron.

<3

𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐘𝐎 𝐄𝐒𝐓É 𝐀𝐂𝐀 ✦ 𝘌𝘯𝘻𝘰 𝘍𝘦𝘳𝘯𝘢𝘯𝘥𝘦𝘻 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora