8

2.5K 93 3
                                    

Narra Giuliana. 

—Hola —salude cuando ya estaba afuera enfrente de Enzo.

—Buenas noches, señorita Scaloni —saluda agarrándome delicadamente de la mano, llevándome al auto y abriendo la puerta del este para que yo me sentara.

—Muchas gracias, caballero —el me sonrió y yo reí, me gire para ver a Olivia, tenía un hermoso vestido blanco con unas sandalias del mismo color, y su pelito estaba suelto con una vincha plateada con brillitos—. Que hermosa que estas, princesita.

Ella me sonríe y Enzo se pone el cinturón, no me había dado cuenta de que había entrado. Soy muy colgada.

El viaje al restaurante del cual Enzo no me quería decir el nombre, se basó en charlas con Olivia y música de Disney que le gustaba a ella, algunas me las sabía y las contaba con ella. Fue bastante largo, media hora aproximadamente, pero valió la pena.

—Acá es —me dice Enzo, él se baja y me abre la puerta—. Baje, señorita.

Me reí y bajé del auto, después le abrí la puerta a Olivia y la bajé. La llevé yo a upa, siguiendo a Enzo quien iba agarrándome de la mano e intentando que pasaramos sin que ningún fotógrafo o periodista nos choque. Porque más de una vez lo han golpeado a él.

El lugar estaba lleno de luces, plantas y mesas. Todo era blanco, estábamos en la playa. Nos acercamos a una mesa redonda con tres sillas, dos comunes y una alta para Olivia.

De centro de mesa habían rosas blancas en un frasco con luces blancas. El mantel blanco y con platos de vidrio cristalino, dos copas y un vaso común para Olivia.

—Es hermoso —dije después de sentar a Olivia en la sillita.

—Obvio, no las iba a llevar a cualquier lugar para cenar —dice él abriendo la silla para que yo pueda sentarme.

Había en frente de cada plato una carta para poder elegir la comida, enseguida empezamos a mirar la carta y elegimos la comida. Cuando el mesero vino y nos preguntó lo que queríamos esperamos menos de veinte minutos que ya teníamos la comida en nuestro plato.

Los tres nos habíamos pedido cosas diferentes. Olivia quiso comer espagueti; Enzo se pidió sushi y yo una ensalada hawaiana.

Cuando terminamos de comer hubo una pequeña discusión entre él y yo por quien pagaba, hasta que él me ganó y terminó pagando todo.

Volvimos al auto y nos dirigimos a una heladería ya que Olivia quería un helado y en el restaurante de la playa no había uno que a ella le gustara. Así que los tres íbamos a tomar un helado en alguna heladería.

Olivia se pidió uno de vainilla y crema del cielo, Enzo uno de oreo y chocolate y yo uno de chocolate blanco. Nos sentamos en el medio de la heladería, donde ningún fotógrafo pueda sacar algo. Cuando Olivia terminó se fue a los juegos, yo de vez en cuando iba a donde ella estaba y le preguntaba si necesitaba algo.

—¿Cómo están las cosas con Mateo? — inquiere él después de que yo haya llegado ya que había ido a ver a Olivia.

—Está raro, no sé —digo mirándolo fijo a los ojos.

Él no dijo más nada y me quedo mirando hasta que una chica se le acercó para pedirle una foto. Yo les saqué la foto y le di una lapicero para que él le firmara su brazo para después tatuarse la firma de Enzo. Siempre tengo una mini libreta con una lapicera, nunca se sabe lo que te prepara la vida.

—¿Ustedes son pareja? —pregunta la chica con un toque de entusiasmo.

Yo la mire con los ojos súper abiertos. Enzo rio y negó.

—No, pero me gustaría que seamos algo. Lástima que tiene novio —cuando dijo eso yo lo mire sonrojandome.

la chica rió y se fue. Cuando quedamos solos otra vez le pregunté qué había sido esa respuesta, y él solo respondió "Sé que vamos a terminar juntos por más imposible que se vea".

(...)

Ya eran la una cuando él me llevó a casa, Olivia se había dormido en el camino. Pasado mañana viajábamos a Punta Cana con toda la Scaloneta. Estaba bastante nerviosa sobre ese viaje.

Él se despidió dejando un beso en mi cachete y yo hice lo mismo. Eataba por bajar y acompañarme hasta la puerta, pero le dije que se quedara en el auto, que no se preocupara y que se vaya que Olivia ya estaba durmiendo y le iba a hacer mal dormir con su cuello flexionado.

Toqué la puerta y abrió mi mamá segundos después, me gire y Enzo bajó el vidrio y gritó un "chau", mi mamá y yo le respondimos a su saludo con un movimiento de manos.

Cuando entramos mi mamá me dijo que pasara al living donde estaba papá tomando mates y mirando una película. Fui y apenas me senté abrió la boca.

—¿Cómo te fue? —inquiere bajandole el volumen a la televisión dejándolo en cero.

—Re lindo todo estuvo —dije con una sonrisa. Hace mucho que no lo pasaba bien sin mi familia.

—Me alegro —sonrió y me dio un mate, el cual acepte. Después me dijo—: ¿Sabes que ya hay un montón de noticias diciendo que son pareja?

Abrí los ojos como huevo.

—La puta madre —dije sin pensarlo.

Toda esa felicidad que tenía se esfumó pensando en que podría llegar a decirme, hacerme o hacerle a mi o a Enzo. El pánico empezó a ganarme y corrí rápido hasta mi habitación para poder ir al baño, sentarme en el inodoro, cagar y leer cada una de las noticias.

Todas hablaban de un supuesto romance entre nosotros, que ya estábamos viéndonos desde hace tiempo y habían fotos en donde la chica no era ni yo.

En ese momento me arrepentí de haber aceptado la cena con Enzo y con su hija. Debí haber visto las consecuencias que esto podría llegar a causar, porque la gente enseguida empieza a inventar cualquier cosa.

La había cagado, y feo.

____________________________________________
NOTA DE LA AUTORA:

Este capítulo no lo revise, así así tiene faltas ortográficas. Apenas lo revise lo vuelvo a publicar sin faltas ortográficas.

Un capítulo corto, pero bastante lindo dentro de todo.

Gracias por leer <3

𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐘𝐎 𝐄𝐒𝐓É 𝐀𝐂𝐀 ✦ 𝘌𝘯𝘻𝘰 𝘍𝘦𝘳𝘯𝘢𝘯𝘥𝘦𝘻 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora