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Narra Enzo F.


Me levante con un dolor de cabeza terrible, tenía a Giuliana encima mío abrazándome y dando unos ronquidos re tiernos. Me reí al escúchalos, le empecé a hacer piojito, sabía que era una de sus mayores debilidades. Me estaba durmiendo de vuelta cuando ella se levanta, yo me hice el dormido.

Sentí como ella me miro y sonrió, acto seguido empezó a acariciarme la cara. Su tacto era suave y cálido, transmitía cariño y sinceridad.

— ¿Me vas a dejar de mirar como si fuera Alexander Zanoza? —sonreí y abrí los ojos. Alexander es un modelo que ella ama, Julián me lo había contado una vez.

—Perdón, pensé que estabas dormido —su voz sonó débil, parecía vulnerable, era re tierna.

Ella se separó y se fue al baño, yo agarre su celular para ver la hora: 11:18. Lo deje en su lugar y me refregué los ojos y los cerré. La cabeza me palpitaba full.

— ¿Querés que te compre una pastilla? —siento a Giuliana acostándose al lado mío, depositando un beso en mi cabeza.

—No, linda, no te preocupes —le sonrió de lado y le acaricio la cabeza.

Tenía puesta una pollera de tablas con un top a tiras que apenas dejaba verle la panza.

—Te voy a comprar una aspirina. Espérame —dice parándose y poniéndose las zapatillas blancas.

Agarro la billetera y salió.

Me quede un rato acostado hasta que Julián entra a la habitación. Giuliana dejó abierta la puerta, tiene esa jodida ventita costumbre.

— ¿De qué mierda no me entere? —dice con picardía.

—De nada interesante —digo encogiéndome de los hombros. Como él no me creyó, le conté—: Anoche tenia sueño y no sabía quién tenía la llave, así que le pregunte si podía dormir con ella, acepto y bueno. Como no tenía la lleve no pude ir a buscar el pijama, y no iba a dormir con el disfraz.

—Bueno... —dijo no muy convencido—. ¿Seguro que no hicieron nada? —inquiere alzando una ceja.

—Seguro, bah, no —abre los ojos como plato.

— ¿Cómo? ¡CONTA WACHO! —insistió.

—Bueno, pero no le digas a nadie, vas a ser el único. Si se llega a enterar Scaloni, me mata —le digo de forma seria.

—Te prometo que no voy a decir nada —lo dijo mirándome a los ojos.

—Nos besamos —abre los ojos lo máximo que pudo—. Iba a pasar a la siguiente...fase —los ojos de Julián parecían que se iban a salir—, y me dijo que no podía por lo que había pasado con Mateo.

—Ese pendejo de mierda... —susurra.

— ¿Qué paso con él? —curioseo, no sabía que le había hecho.

—No tendría que contarte sin el consentimiento de Giuliana...

—Yo te conté lo que paso anoche, ahora, por favor, contame —volví a pedir.

—Bueno —se sienta en la cama y se prepara, yo lo copie—. La relación esa siempre fue toxica mal. Él pensó que lo había cuerneado conmigo, y bueno, empezó a los golpes y demás. Esa misma noche la violo y la embarazo. A los meses ella le dice que estaba embazada y empezó a golpearle la panza hasta que ella perdió él bebe. Giuliana tenía dieciséis años cuando le paso eso, desde ahí dijo que no iba a tener relaciones hasta casarse.

Me quede callado pensando en la mierda de persona que era Mateo, todo lo que tuvo que sufrir con él debió ser dificilísimo, no puedo creer lo fuerte que es Giuliana. A los segundos entra Giuliana con una enorme sonrisa en su rostro. Traía una botella de agua y una bolsa de farmacia.

—Hola Juli, ¿todo piola? —Se acerca a él dándole un beso en la cabeza—. Acá tenes las pastillas, Ezito.

—Gracias, después te devuelvo la plata —agarre la pastilla y la botella para después tragarla.

—No te preocupes. Dale una a Juli que debe estar igual que vos —se ríe.

Después de que Julián la haya tragado, le pedí que me vaya a buscar ropa y se fue, ni a palo salía así por el hotel. Giuliana se acercó y me empezó a hacer cariñitos en la espalda, yo estaba arriba de ella abrazándola, dejando caer todo mi peso en ella. No se quejó.

—Boe, los dejo un ratito y ya se ponen así —dice Julián con una bolsa de la basura con mi ropa.

—Gracias Araña, ahora vuelvo.

Me fui a cambiar y los chicos se quedaron hablando.


(...)


Estábamos todos en un bote, en realidad, estábamos Julián, el Dibu, Giuliana y yo en uno, los demás iban en otros. Los habíamos alquilado para recorrer las playas de Punta Cana y conocerlas. El Dibu le estaba haciendo una sección de fotos a Giuliana, ella después las iba a publicar.

Giuliana se veía hermosa en todas las fotos.

—Toma —me dice Julián estrechándome un balde.

— ¿Para? —lo miro raro, aceptando el balde.

—Para tu baba —responde de forma obvia.

—No das más de pelotudo —giro mis ojos y vuelvo a mi vista a ellos.

Estaban demasiado cerca.

—Esto no es gratis, eh —le dice él cuando ya habían sacado unas cuantas fotos.

— ¿Ah, no? ¿Con que te pago? —Levanta una ceja, coqueta.

—Eso después lo vamos a ver.

Estuvimos toda la tarde así, el Dibu olvidándose que tenía una esposa y dos hijos tirándole onda a una nena con la que se llevan ocho años. Y Julián jodiéndome con ella y de que estaba celoso.

Giuliana me llama y yo voy con ella, me hace una seña indicándome que quiere que me acueste a su lado y eso hago. Ella apoya su cabeza en mi pecho desnudo y se acomoda. Yo no tardo ni un segundo en hacerle mimos en la espalda con una mano y con la otra piojito. También, a veces depositaba besos en su cabeza.

Veía como Julián y el Dibu me miraban bajando y levantando las cejas, la Araña decía con sus labios el famoso "rawr" y yo solo rodaba los ojos cansado.

Pero en un rincón de mi corazón estaba con una pizca de emoción, pirqué me estaban jodiendo con la piba que me gusta.

Mi celular empieza a sonar, lo veo y es Valentina, enseguida respondo. Giuliana ni se mosca, esta re dormida la pibita.

—Hola papá, te extlaño —me dice Oli a través de la pantalla.

—Hola mi bebe hermosa, y también te extraño, corazón —le sonrió y ella hace lo mismo— ¿Cómo estás? En tres semanas vuelvo a casa, corazón.

— ¡SIIII! —Su entusiasmo se ve en su miradita—. ¿Onde estas?

—En un bote, en el mar.

—Bueno, ya está. Nos tenemos que ir —aparece Valentina atrás de Olivia y corta la llamada.

—Tranquilo —susurra Giuliana—. Ya se van a arreglar las cosas.


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NOTA DE LA AUTORA:

Mas de mil lecturas en dos semanas!!!! Muchísimas gracias por leer esta historia, empezó siendo una distracción para mi y ahora siento que si no lo hago ustedes me matan.

Creo que mañana voy a empezar con la historia del Dibu.

Muchas gracias por leer, bay bay.

𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐘𝐎 𝐄𝐒𝐓É 𝐀𝐂𝐀 ✦ 𝘌𝘯𝘻𝘰 𝘍𝘦𝘳𝘯𝘢𝘯𝘥𝘦𝘻 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora