𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐘𝐎 𝐄𝐒𝐓É 𝐀𝐂𝐀 ✦ 𝘌𝘯𝘻𝘰 𝘍𝘦𝘳𝘯𝘢𝘯𝘥𝘦𝘻 ✔

22

Narra Giuliana.

Anoche Julián estuvo bailando con Luana, mientras yo tomaba agua y los miraba de lejos. No quería tomar porque era yo la que manejaba y Juli estaba tomando vaso tras vaso de fernet; a parte mi papá me da una patada en el orto si ve que llego borracha junto a Julián.

Me fui a las tres y media de ahí, Juli me había dicho que se iba con Luana a la casa de ella. Mi amiga, que no es ninguna santita, me hacía señas de que me alejara y de que se iban a ir a la casa de él. No creo que sea cierto, porque esta Emilia en la casa de Juli. Yo le deje un mensaje a Julián diciéndole que me iba a ir a mi casa, que estaba aburrida.

Era la primera vez que salía con Julián y no volvíamos juntos.

Salí del boliche y me acorde que habíamos venido en el auto de mi amigo, así que me fui caminando. Era un viaje largo, yo vivo en un barrio privado casi saliendo de Mar del Plata, así que cuando ya este lo bastante cansada llamo a un taxi.

En esos momentos agradecía por haberme puesto unas zapatillas altas y un pantalón corto con una manga larga (aunque era un top con mangas de tul), no creo que haya podido con un vestido y zapatos de tacón alto.

Pasaba por una estación de servicio donde decidí parar para pedirme un taxi, ya había caminado muchísimo. Ahí me encuentro con el Fideo y sus hijas comprando chocolates, me preguntaron que hacia sola a esta hora y me llevaron a casa. Ellos estaban haciendo noche de películas y habían salido a comprar chocolates para seguir mirado El Gato con Botas.

Llegue a casa y estaba Noah mirando una película con sus amigos. Los salude y me fui a bañar para después acostarme.

Me levante a las nueve y pico, cuando baje estaban mi mamá y mi abuela Marta súper bronceada susurrando cosas.

— ¡Abu! —la abrace mientas ella me hacía mimos en la espalda — ¿Cómo estás?

—Muy bien, corazón. Me alegro de que hayas dejado a Mateo —me dice agarrándome de mis cachetes.

Me di cuenta de que estaba llorando. Vi a mi mamá y se estaba limpiando la cara y la nariz.

— ¿Qué les paso? —les pregunte.

—Nada, corazón. Contame, ¿Qué onda con el chino? —me cambio de tema mi abuela.

—Nada.

—Dale, yo te conozco —insiste.

—Es re bueno y lindo, pero no quiero nada con nadie ahora. No te voy a negar que es hermoso y súper atractivo, porque lo es y..., nada...

Me arrepentí de decir eso.

Porque justo.

Justo que término de decir eso.

Sale Enzo de la cocina con una sonrisa.

Me puse colorada.

—Hola, Giuli —me saluda dándome un beso en el cachete acompañado de un abrazo.

Mientras él me abrazaba miraba a mi abuela con mi mejor cara de orto.

— ¿Qué onda Juli que no contesta desde anoche los mensajes?

— ¡LA PUTA MADRE! —Grite acordándome de que se había quedado solo con Luana.

—Nena, la boca —me reprocho mi mamá.

— ¿Qué paso con Juli, Giuli? —me pregunta Enzo asustado.

—Se quedó solo en el boliche La Perla con Luana.