Rodrigo apenas pudo consolar el sueño en toda la noche.Los lamentos de Iván y sus constantes quejidos por el dolor que sentía, le hicieron casi imposible pegar un ojo debido a que tenía que estar ahí para él y consolarlo cuando las punzadas fueran tan fuertes como para hacerlo llorar. Lo abrazaba y le decía cosas lindas hasta que se quedara dormido por unas cuantas horas y luego despertaba otra vez, llorando.
A esas alturas, Rodrigo estaba convencido de que las pastillas que le daba eran vitaminas, porque sin importar cuántas le diera, el dolor parecía ir en aumento.
Después de varias veladas, finalmente pudieron dormir seguido hasta la mañana del domingo, sin interrupciones de por medio.
Rodrigo abrió lentamente los ojos y se estiró, escuchando el sonido de sus huesos tronando mientras bostezaba. Su mano tanteó el otro extremo de la cama y al no sentir nada, sus ojos se abrieron de repente, perdiendo todo rastro de sueño. Iván no estaba y se levantó para ir a buscarlo, temiendo que le hubiera pasado algo.
Casi se resbaló al pisar una sustancia transparente y pegajosa en el suelo que, al contemplar más de cerca, se dio cuenta de que conducía al baño. El asunto le parecía extraño y su cabeza no paraba de dar vueltas en un vago intento de darle sentido a lo que sus ojos estaban viendo, y a esto tampoco ayudaba el haber acabado de despertar porque su cerebro no estaba funcionando correctamente.
Al abrir la puerta del baño, encontró a Iván sentado en la tina dándose una ducha, con la cabeza oculta entre sus brazos abrazando sus piernas y soltando maullidos acompañados de balbuceos incoherentes.
Rodrigo tocó el agua y soltó un suspiro largo al notar que estaba tibia.
─Estaba fría cuando llené la tina, pero se calentó en cuanto entré ─explicó sin atreverse a mirarlo─. Meow
Rodrigo no dijo nada para no preocuparlo, pero haber calentado el agua de esa forma sólo por hacer contacto con su cuerpo, significaba que su celo estaba empeorando.
Tocó la espalda del híbrido y al comprobar que estaba hirviendo, retiró el tapón de la ducha y esperó a que toda el agua se fuera para llenar la tina con agua fría una vez más, con la vaga esperanza de que Iván mejorara su temperatura.
─Encontré algo pegajoso en el suelo ─dijo mientras el agua corría─. ¿Sabes lo que es?
Supo que había tocado un tema delicado cuando el híbrido enrojeció y se ocultó aún más entre sus piernas, sus orejas agachándose hasta quedar aplanadas.
─Eso fue lo que me despertó... Estaba saliendo de mí, por eso tomé una ducha. ─dijo, mordisqueando su labio inferior─. Perdón por ensuciar el piso.
─No, está bien, es normal ─dijo para motivarlo, pero ni siquiera él sabía si era normal que una persona segregara lubricante natural por el trasero.
Vió la ropa sucia del híbrido tendida en el suelo y la tomó, notando que estaba mojada con el mismo lubricante que encontró en el piso de la habitación.
─Iré a lavar esto, ¿sí? Espérame aquí.
Salió del baño y se dirigió a la pequeña lavandería del departamento para encender la lavadora y echar a lavar la ropa. Tomó el trapero que estaba justo al lado suyo y lo usó para limpiar el lubricante del suelo. Luego fue al armario a buscar algo de ropa limpia que darle a Iván. Era una simple camisa y un bóxer, porque aunque hacía frío, lo ideal era que estuviera expuesto a bajas temperaturas.
─Sécate y vístete, te espero en la cama ─le dejó la ropa en el baño y cerró la puerta antes de dirigirse a la habitación.
En otra ocasión Rodrigo lo hubiera ayudado, pero el híbrido estaba demasiado avergonzado incluso para dejar que lo mirara desnudo. Algo tonto teniendo en cuenta que ya lo conocía casi todo de él.
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𝗬𝗢𝗨 𝗖𝗔𝗡 𝗦𝗧𝗔𝗬 (𝗿𝗼𝗱𝗿𝗶𝘃𝗮𝗻)
RomanceRodrigo creyó haber adoptado a un gato común y corriente, pero se equivocó y ahora tendrá que aprender a lidiar con un chico de orejas peludas y una inocencia igual a la de un niño de cinco años. ⠀⠀★ ⸧⠀𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻〈 @pecalix 〉 ⠀⠀☆ ⸧⠀𝗿𝗼𝗺�...