Capítulo X: Explosión no musical.

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*Canción adjunta para el capítulo: The Climb- Miley Cyrus.

*Traducciones al final del capítulo.

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— ¿Segura que estarás bien? Te ves muy mal. No mal del que suele ser, y peor de cuando estás mal no bien.

— Tranquila, estaré bien. ¿Cuídate, sí? No quiero que algo te pase. Ya hablé con Matt para que te cuide, o al menos lo intente.

— Ojalá pudiera hacer lo mismo por ti.

— Mejor que sea la única voluntaria- le dí un beso en la cabeza- ve, cuídate.

Por lo general yo no haría eso y Jinx no lo aceptaría, creo que me dejó el gusto solo por hoy.

Fuí hacia el cafe antes de comenzar el día en Andrómeda's librairie.

— Una vez más que aparezcas así y no hay más café para ti.

Thiago siempre se asustaba cuando aparecía, solo que hoy no tenía ánimo de reírme de él que era mi parte.

— ¿Estás bien? No te burlaste hoy.

— Créeme que estoy aquí por el beneficio, no porque quiera.

— Voy a dejar pasar la pregunta solo para no insistirte. ¿Te tocó aquí?

— No, solo paso por un café.

-— ¿Caramel expreso?- no sé para que pregunta, ya lo estaba preparando.

Thiago me conoce lo suficiente para saber que lo iba pedir. Siempre lo hacía.

— Agranda la orden por favor, añade 5 medias lunas y dos donas glaseadas rellenas de Nutella.

— Claro.

Comencé a buscar mi billetera para pagar en lo que Thiago terminaba. Mientras también preparé mi mochila.

— Tranquila, la casa invita. No te ves bien. No de cómo te sueles ver siempre. Correrá por mi cuenta.

Dude un poco.

— Gracias, Thiago.

Guardé las medias lunas en la mochila y tomé un sorbo de café mientras salía. Justo me había encontrado a la salida a Valentino, quien creo que quería decir algo.

La verdad lo ignore y sin querer pase a golpear su hombro, pero tampoco me sentía bien como para decir algo algo al respecto, ya sea por hoy concretamente o por lo que pasó con él hace rato.

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Había pasado ya una hora en lo que comencé en Andrómeda's librairie y la verdad todo iba por buen camino.

Y ahora tenía que preguntarme si acaso Jinx no se iba a meter en problemas en la visita que haría al museo aprovechando a Lei metida ahí.

De vez en cuando pasaban turistas preguntando por libros y afortunadamente todos los llevaban. Creo que después de todo si lo hago bien.

La señora Leticia había tenido que salir a una hora en el médico cuando yo llegué, así que debía estar por llegar.

Le Chante de la MortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora