— Maldito desgraciado que me quería comprar con café.
Después de que Lina lo despertara del canto de sirena para atrapar a Thiago, le mandé el mejor golpe que dado en mi vida.
Por consecuencia, le rompí la naríz. Y también me llevé miradas de "¿Es enserio?"
— ¿Qué? ¿Cómo reaccionarían si tienen delante de ustedes a alguien que inculpo a un ser querido tuyo, ahora está en la cárcel y además tiene el descaro de mentir?
Enseguida todos me habían dado su voto de razón.
Pequeño contexto: Le tendimos una trampa a Thiago para desenmascarar su cambiaformas y entregarlo a su padre.
— ¿Cómo concuerdan con ella? Está loca.
— Te recuerdo que esta loca sigue teniendo anillos, puños y un buen motivo para volver a golpearte y en vez de romperte la nariz, sea la costilla izquierda.
— ¿Donde estoy?
— En un lugar donde nadie oye tus gritos.
Después de un rato de conversación difícil donde no quería cooperar, Jinx le dió un descarga eléctrica con el paralizador.
Gracias a eso todos se fueron.
Después de un rato llegó el padre de Thiago y nos llevaron a la comisaría. Había pasado a dejar mis anillos escondidos en un frasco de Val en su estudio.
— El sheriff Myers no va a presentar cargos por secuestro, lo cual es un milagro en estas circunstancias.
— Por supuesto que no. ¿Cuando lo descubrió?
— ¿Qué?
— Cuando le di la pista de la cueva, ¿Ya lo sabía verdad?
— Hermana, sabes que te quiero pero ¿Tú crees que si el sheriff hubiera sabido lo hubiera internado en un psiquiátrico en Inglaterra o algo por el estilo? Ni siquiera sabía cómo se sentía su propio hijo algunos días.
— Señorita Edevane- me miró el sheriff en advertencia.
— Lo siento, tardes con Lety necesitaba de un Caramel expreso bien helado y se suponía que Thiago era mi amigo.
— Jinx, ya basta.
— Valentino D'Ruzzo es el cambiaformas, tenemos evidencia que tú misma nos diste y por eso les doy un último pase.
— Sheriff, ya hablamos sobre esto usted y yo, y decidió no creerme.
— Él también va a traicionarlo.
— Adiós final de batalla de ángeles- me tiré en una de las sillas del sheriff.
— Nos vamos.
— No hubiera hecho mi escena trágica.
Salimos ambas en lo que creo que Gala se disculpaba.
— Jinx.
— Thiago, ¿Qué haces?- el sheriff salió apurado cuando vió a su hijo con nosotras.
— Eran mis amigas, y estas aquí. Nada podría mal.
El sheriff le concedió un momento.
— ¿Qué quieres?
— Preguntar algo.
— Pues adelante.
— ¿Qué se siente?
— ¿Qué cosa?
— ¿Perder?
No la había hecho.
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Le Chante de la Mort
FantasyChloe y Jinx Edevane tenían un historial que para un Normie cualquiera, deberían estar en un psiquiátrico, pero ese no era su siguiente paradero. Luego de un último incidente, las hermanas Edevane serían enviadas a la academia "Gloxsfort", lo que p...