Capítulo V: Ningun presentimiento es al azar.

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¿Si se acuerdan lo que les dije que Jinx no podía salir sola en Andonia sin que casi muera? Sí, bueno...

Volvió a pasar.

Pero antes de seguir con la historia, no lo dije así explícitamente. En realidad dije que si no la podía dejar sola.

Pero ahora ya no es solo en la academia, lamentablemente.

El sábado se celebraría en Andonia una festividad aparentemente llamada "fiesta de la cosecha". Era parte de su tradición.

Thiago se reuniría aquí con nosotras dentro de 10 minutos.

— ¿Están segura de que confían en ese normal?

— Confío en nuestras habilidades de supervisor.

— Si tu lo dices. Suerte y buen viaje.

Le dí un apretón a uno de sus hombros antes de que se fuera por la feria.

La directora Gala estaba viéndonos sin disimular. Nos detuvimos en un puesto de tiro al blanco con dardos y globos.

Tomé uno y lo lance, y así con otros 4.

— Wow, si fueras mejor matarías a toda la manada.

— Los pandas no viajan en manadas, prefieren la soledad- lancé otro dardo y miré a Jinx.

— Ok, entendí la indirecta.

— Sœur, ¿Por qué no vas al puesto de allá para que Gala no sospeche?

Miró a Valentino y luego a mí.

— Te vigilo, D'Ruzzo.

Jinx fue a un puesto de churros que estaba más atrás, donde sería fácil desaparecer

— Estoy esperando a una persona- lo miré.

— ¿A sí? ¿Quién es el suertudo o suertuda?

— ¿Por qué te importa?

La respuesta de Jinx a la distancia me hizo agachar la cabeza para retener un poco la risa y luego levantarla nuevamente.

— No es nada importante.

— Si te deja plantada podríamos ir a la montaña rusa.

— Sí, no estoy dispuesta a que niños que no conozco me vomiten encima .

Cuando me dí cuenta, el compadre Thiago había llegado a mi lado.

Valentino lo vio, se volteó hacia mí y me dió una media sonrisa de labios ligeramente apretados antes de irse. Gesto que una persona hace cuando está incómoda o molesta.

O celoso, jijiji.

Parece que los aires de Andonia estaban afectando a mi consciencia.

— Será en otro momento- se fue en dirección a Gala.

— Vámonos si queremos llegar a tiempo.

— Primero tengo que deshacerme de alguien. Jinx está en el puesto de churros, ve con ella.

— Bueno.

— ¿Me cobraría por ir a dejarle mi premio a mi tía? Tengo mucha hambre y muero por un Hot dog.

~~~

— ¿Crees que Storm lo ponga en su oficina?

— Si es así o no, afortunadamente no nos quedaremos para saber. Lamento que no te puedas llevar tú moto contigo.

— Tranquila, confío en que dentro de unos días pueda buscarla junto el resto de cosas. Todo depende de... Bueno, ya sabes.

Habíamos llegado al auto y Thiago nos esperaba con algo en la mano.

Le Chante de la MortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora