Capítulo II: Roomate del opuesto anochecer.

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— Bienvenidas al patio.

— Es más chico de lo que imaginé .

— Lo de la niña gótica sarcástica tal vez funcionó con los normales, pero aquí es diferente. Les daré un recorrido de la escena social.

— No me interesa participar en clichés adolescente sin sentido alguno. No cruzaré más de dos palabras siquiera con alguno de ellos.

— Entonces puedes usarlo para llenar tu barril sin fondo de desdén.

— A mi si me interesa saber con quién voy a tratar en esta academía.

— Hay bastante variedad entre criaturas, pero los principales grupos son los lobos, los vampiros, sirenas y videntes.

>> Esos- señaló a una mesa- son los vampiros. Algunos llevan literalmente décadas aquí. Sus lentes son especiales para que no les ocurra nada y sus copas especial para el consumo de sangre.

— ¿Por qué todos sus lentes tienen que ser iguales? El modelo es horrendo.

El comentario lo susurre para mí, no quería que alguien más escuchara.

— Ese grupo de tarados son los hombres lobo. Las lunas llenas son muy escandalosas aquí. En Crepúsculo podrán salir atractivos y todo, pero acá no son tan agradables.

— Si aparece un Jacob no estaría mal, la verdad. Aunque un Edward Cullen suena mejor, me gustan más los vampiros.

— No se porque será- ironizó Jinx.

Mi querida hermanita, tan simpática siempre.

— Supongo que las que van al lado de la fuente son las sirenas.

— Aprendes rápido. Y esa de allá, Lina Cortés, es lo más cercano a la realeza que hay por aquí. Aunque, últimamente su corona se ha hundido. Salía con el artista apasionado residente, Valentino D'Ruzzo, pero, terminaron a mitad de las vacaciones.

— ¿Razón?

— Desconocida. Aunque lo que se rumorea son cachos o problemas de comunicación. Valentino D'Ruzzo es el único vampiro emocional de Gloxsfort Academy.

— Fascinante.

— Ay, ya sé. Mi blog en Twitter es la principal fuente de chismes de Gloxsfort.

— A ti te encanta el arte, te va a agradar ver sus pinturas por la academia.

— Hermanita, lo me que me gusta es admirar e interpretar el arte. Porque así que sepa todo de pies a cabeza, no tanto.

Los ojos esmeralda de Valentino me encontraron mientras admiraba a lo lejos la creación que estaba pintando. Aparte la mirada cuando escuché una voz masculina.

—  ¡Ey, Leia! Te tengo chisme de una de tus nuevas rommies para tu blog. Come carne humana, todos dicen que se comió a ese niño que mató. Será mejor que tú cuides.

Solte una risa por lo bajo cuando escuché la acusación del chico. Acto seguido, Leia se movió a un costado, dejándonos ver.

Somos más altas que Leia por unos centímetros, creí que nos había visto antes.

— No es del todo cierto, de hecho vierto mis víctimas a mi colección de mascotas.

— Se necesita de una muy buena mano para poder cocinarla y sea un buen platillo- sonreí mientras admiraba la expresión del chico- por eso no es una buena idea su consumo.

Me cayó bien la serpiente que se acaba de esconder en su gorro.

— Amex, ella son mis rommies, Jinx y Chloe.

Le Chante de la MortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora