Capítulo XXII: Una casa no olvida sus habitantes.

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— Sabes, de todas formas sigue siendo tu cumpleaños así que- tomé una caja negra y se la dí- espero que haya sido desagradable, angustiante y asquerosamente torturante.

— ¿Qué es esta vez?- le comenzó a desatar el lazo curiosa- ¿Un kit de bolsillo de tortura?

— Si te lo digo no tendrá gracia alguna- le sacó la tapa a la caja y movió el papel negro- por más difícil que seas de dar regalos, espero que te guste.

— ¿Cómo lo conseguiste?- me vió sorprendida.

¿Que qué se siente sorprenderla para bien? Cómo si hubiera ganado un concurso.

— Moví unos contactos- me acomodé un mechón de cabello desinteresadamente- hay más.

Dejó nuevamente el primer regalo dentro de la caja y sacó un frasco transparente con negro.

— Descomposición y Sartre- leyó la etiqueta y me vió- ¿Acaso es...?

- Una vela aromática con el perfume que usaba Sartre y también a Descomposición. Revisa bien la etiqueta.

— La firma de Sartre- sonaba muy sorprendida- no entiendo cómo cada año te puedes superar más con estas cosas.

— Habló la chica difícil de dar regalos.

— Esa es exactamente mi mi tesis para el argumento.

~~~

Después de una extenuante conversación con Gala y de que debatiera un par de cosas con ella, mi hermana había quedado sin permiso para ir al pueblo hasta nuevo aviso.

Ahora, claro, hice lo posible con ella; logré que fuera de "fin de año" hasta "nuevo aviso". Debatí mucho más que me quisiera dejar a mi sin permisos ya que no tenía nada malo que ver en el asunto, mi salida al pueblo fue completamente autorizada por ella y había ayudado en la situación del alcalde.

Algo totalmente diferente a haber aparecido en su maletero, todos sabemos que eso es de dudosa procedencia.

Posterior a Gala, recibimos una visita de Brown en la habitación.

No iba a negarlo, desde el accidente de Matt, Brown comenzó a darme presentimientos muy raros, que lamentablemente no lograba descifrar.

El que se preocupara tanto por nosotras solo aumentaba esos presentimientos.

Mi hermana me obligó a acompañarla a la aventura que iba a hacer hasta la antigua casa abandonada del alcalde, le darían nueva información.

Me extorsiono diciendo que se lo debía por su cumpleaños, a pesar de que fue ayer.

Pero claro, tuve que aceptar. Y bueno, tengo que cuidarla.

Thiago casi se meo del susto cuando notó que estaba en los asientos traseros cuando arrancó después de que Leia subiera.

Cuando llegamos, le prometí no dejarla sola ya que aún no se sacaba a mi tía de la cabeza y esa casa con solo verla la aterraba.

Mientras investigamos en unl de los cuartos de la casa para encontrar el expediente de información, Thiago fue atacado por el monstruo, y nos tocó huir a las 3.

Apenas comenzábamos a correr por el bosque mi hermana se dió la vuelta y comenzó a correr de nuevo hacia la casa.

— Jinx, ¿Qué carajos haces?

— Hay que regresar por Thiago.

— Jinx Edevane, me dejaste abandonada en Transilvania cuando un vampiro loco, demente, psicópata, drogado y controlado bajo hipnosis intento atacarme ¿Y vas a rescatar al cafetero?

Le Chante de la MortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora