El beso que me debes.

Capitulo 8

Sentir que sus labios húmedos rozaban los míos y su piel ha duras penas se podía mantener lejos de la mía era en esencia lo único bueno que ha pasado en estos últimos días que amenazaban con desbordar la poca paz mental que me quedaba. Parecía algo surrealista, un sueño, el producto de mi imaginación que trataba de encontrar un pequeño espacio para darme un poco de satisfacción y en efecto el sonido de varias voces provenientes del piso inferior me devolvieron a la realidad. Así que, ese sueño donde la Srta. Márquez me miraba con ojos lujuriosos sin decir una palabra se volvió lejano y extraño, tal vez hasta lo sentí vulgar e irrespetuoso de mi parte.

- Buenos días Srta. Isabel discúlpeme el haber entrado en su habitación sin previo aviso. Sin embargo, es de suma urgencia que usted pueda bajar lo mas pronto posible al despacho del Sr. Antonio existe una situación delicada que nos gustaría compartir con usted -Sin más que espetar, el hombre de confianza de mi padre cuyo nombre era Augusto y había estado presente desde que tengo memoria cuidando de la familia y en especial de mi padre se retiraba con un semblante serio de la habitación y haciendo señas al personal para que entraran en esta misma y me ayudasen a arreglarme.

Con una coleta en mi cabello muy bien peinada, un corto vestido y un maquillaje sutil me dispuse a caminar en dirección al matadero donde sabrá Dios el motivo de porque seria yo el centro de discusión. Respire profundo y antes de tocar a la puerta que revelaría la cara de Augusto haciéndose a un lado para dejarme pasar. Cuatro hombres vestidos de corbata dispersos en los dos sofás que rodeaban el escritorio de mi padre y el dichoso Antonio de Castilla que me miraba fijamente y con una mirada difícil de descifrar me señaló el lugar que tenia que ocupar en la silla que estaba en frente. Ha decir verdad, parecía un juicio, donde el juez era el posible Presidente de la Nación y los presentes eran como pirañas expectantes esperando el veredicto para comerme.

- Srta. Isabel permítame presentarnos, nosotros somos los asesores de campaña de su padre, nos encargamos de hacer que él tenga el mayor porcentaje de probabilidad de ganar la presidencia y claro está que ustedes sean la familia mas importante del país como jefes de Estado, es por eso mismo, que cualquier incidente en el que algún miembro de la familia este involucrado se relaciona directamente con la campaña del Sr. Antonio. Esta madrugada recibimos un video en donde específicamente aparece usted y otra señorita supongo alguna amiga en un estado como decirlo.. bastante deplorable, entiendo que las fiestas hagan parte de su vida. Sin embargo, en campaña presidencial coloca en tela de juicio para las familias conservadoras de la región que usted una señorita de tan buen prestigio esté borracha y se encuentre en una fiesta con varios jovencitos drogados.... no es digno de la hija del futuro presidente - El énfasis en las ultimas palabras del hombre de cabellos negros hizo que mis ojos abiertos como platos fuesen imposibles de esconder, todo este alboroto por una simple fiesta donde no hice más que divertirme, obviamente entiendo lo de las drogas no era una buena imagen para mi papá pero no es algo que este en mi control, no puedo exigirle a las personas que estén en un mismo lugar que yo que hagan lo que pido, es totalmente innecesario todo este juicio, si no he hecho absolutamente nada malo.

Mi intento de protesta fue apaciguado con un simple - Acéptalo como tu novio- la voz grave de mi padre se hizo presente en la habitación, todas las miradas incluyendo la mía pasaron de estar sobre el asesor a los ojos de mi padre, no entendía a que se refería y al parecer la confusión en mi cara fue tan notoria que luego de dar una mirada cómplice a los presentes se puso de pie y con su vaso de whisky camino unos pasos adelante.

-Acepta a Guillermo como tu novio y te dejaré en paz con este tema y antes de que digas algo ya sé que para los medios son novios pero ambos sabemos que eres reacia a estar por lo menos cerca de el y eso lo demostraste aquel día. Así que no solo necesito que convenzas a los medios sino que te convenzas a ti misma también, porque muy pronto observando como puede desarrollarse semejante noviazgo, ¿Por qué no?.. podrían sonar campanas de Boda-