Capitulo 18

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Lucia.

La silla vacía indicando su ausencia otro día más aumentaba mi falta de ánimo. Sin dudas, conocía de su noviazgo y creo que de primera mano si cuento con aquella cena de celebración en su casa que me dejo con un amargo sabor en la boca. Aunque había prometido regularme y no salirme de mi limite como docente, parece que mi autocontrol cuando estoy con ella se esfuma. 

Aquel día que la vi caminando sola sin escoltas ni camionetas, fue una oportunidad caída del cielo para ofrecerle mi ayuda aún cuando no dejó de sorprenderme que anduviera por las calles así debido a su posición y por supuesto su seguridad. Sin embargo, su insistencia en querer caminar me obligaron a amenazarla con un falso castigo por su comportamiento en clase, no tuvo más remedio que entrar al auto. Inicie nuestra conversación con una pregunta que rondaba en mi cabeza acerca de lo sucedido en el día. El porqué de su mirada tan profunda en mi y que podía intuir ella pensaba que yo no había notado sumado a su distracción al momento de leer obligándola a escapar de clase, oh, quizá también su nerviosismo cuando casi tropezamos en la puerta y preferí no decir nada. Una clase de interrogatorio se activó entre nosotras hasta que ella llegó a tratar de averiguar la identidad de la mujer con la que almorcé. Esa pregunta me sorprendió un poco pero también me dejó curiosa al querer saber porqué estaba tan interesada en ello. 

En efecto, si era una amiga y una colega pero omití varios detalles. Esa mujer estaba interesada en mi desde que entré a trabajar aquí y ante las repetidas negativas que obtenía de mi parte, se enfocó en ser mi amiga aunque de vez en cuando aprovechaba para robarme uno que otro abrazo o agarrarme de la mano fingiendo inocencia pero lo veía en sus ojos, me mira de la misma manera en que yo miro a Isabel. Con amor y deseo.

El momento de dejarla en su casa había llegado y la incógnita en mi mente de como despedirme me abordó, así que decidí esperar su próximo movimiento. La distracción se había apoderado tanto de mi que mi celular cayó al suelo y lo que parecía ser un beso en la mejilla terminó en la comisura de mis labios, su cara totalmente roja y asustada la hicieron correr huyendo y activando en mi las ganas de probar más de sus labios. 

Al día siguiente no fue y en mi observación de todos los días, sabia que había otra chica que andaba con ella todo el día, Rebecca. Al finalizar la clase le pedí unos minutos de su tiempo divagando en algunos consejos y recomendaciones en su examen pero las ganas de preguntar por ella me ganaron. Estaba enferma, algo que me dejó con ciertas dudas, así que me arriesgue y le pedí su numero privado a su amiga con la falsa excusa de comentarle ciertas cosas de las tutorías. 

Con el pasar de las clases y al caer la noche, decidí escribirle, minutos largos pasaron antes de escuchar el sonido que indicaba su respuesta, hablamos lo pertinente, sin duda le sorprendió. Por eso, decidí mantener la conversación hasta ahí dejando un buenas noches muy formal.

El tiempo se detuvo para mi mientras recopilaba todo lo que había pasado en los últimos días, trataba de encontrar una respuesta acertada y racional que se mantuviera entre la categoría profesional y que a su vez ayudasen a mi enamorado corazón a verla con ojos de estudiante y no de mujer. No pude.

Mientras bajaba de la camioneta, la vi caminar con su amiga para ir a la siguiente clase y en definitiva tenia que tenerla cerca. La tutoría se acercaba y era mas que obvio que Isabel tiene un conocimiento muy avanzado en muchos temas a pesar de que tuve que ayudarle en Economía un poco. Así que, la idea de una pequeña escapada en mi cabeza no sonaba tan mal, al final solo cenaríamos y trataría de saber mas cosas de ella, eso es todo. 

El momento de la tutoría trajo consigo una respuesta afirmativa de su parte ante mi propuesta y debo decir que aunque ya hubiese reservado en el restaurante el miedo a que dijese que "No" me agobiaba. En la cena a pesar de su notario nerviosismo si manteníamos la mirada más de unos cuantos segundos y el juego infantil que tenia con sus manos, fue una gran noche. Sin embargo, en mi plan para esta noche al poder tener una maravillosa vista de su boca, de sus labios y de esos ojos que me miraban con cierto temor, no preví el hecho de que el deseo se activara en mi. Comencé con un juego sutil en forma de interrogatorio al que ella accedió pero ante mi pregunta la noté inquieta, el mesero llegó en forma de salvador, pero igual pensaba retomar esto en el coche.  Le reclamé en forma de juego el no haber contestado mi pregunta y obtuve una risa baja de su parte. No medí las palabras de mi boca pero cuando me di cuenta obtuve una negativa al querer saber si amaba a su Novio. No se muy bien que fue exactamente lo que me paso pero parece como si hubiese sido el detonante para poder satisfacer el deseo que llevaba reprimiendo desde que estoy cerca de ella. Hice una pregunta previa en busca de saber si iba a ser la primera y su reacción sobresaltada me dio el si que necesitaba. La besé.  La besé suavemente sintiendo cada centímetro de sus labios, no tuvo una reacción al principio pero luego ella siguió el ritmo del beso al compás de mis labios profundizando cada vez más   hasta que la realidad fue tajante, su pánico se hizo evidente y huyó como la vez pasada. Con la diferencia de que esta vez no había tenido unos pocos centímetros de sus labios sino que los había apresado completos.

- Lucia, por fin te encuentro- Ximena la encargada de estudiantes llegaba a paso rápido con una cantidad innumerable de documentos en sus manos. - Ayer olvidé decirte que La Srta. De castilla se va a ausentar mañana también, así que no le marques inasistencia.- Su voz agitada a duras penas me daba a entender la información y asentí preguntando el motivo- Ha estado atendiendo asuntos relacionados con la campaña de su padre, así que había pedido 3 días, solo que como te pudiste dar cuenta lo olvidé por completo. Ahora si me disculpas tengo que entregar esto- Con eso dicho me dispuse a salir de mi oficina y dirigirme a casa. No estoy invalidando que sea algo de trabajo por su padre pero mi intuición me dice que también se relaciona con lo que pasó, trate de dejar mis preocupaciones a un lado y decidí darme una ducha  para luego dormir. En ese proceso el timbre sonó, no esperaba ninguna visita y menos a esta hora. Era Susana, mi colega. 

El beso que me debes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora