El beso que me debes.

Capitulo 4

El día de hoy comenzó normal como siempre: desayunar, despedirme de mama y papa (si es que estaba en casa) y salir corriendo tarde a la escuela, Rebecca y yo intercambiamos números, y empiezo a sentir que a tan solo un día de habernos conocido sera una gran amiga, me encontraré con ella en su casa, bueno en realidad su mansión. Su padre es dueño de una empresa multinacional, no recuerdo el nombre, solo se que curiosamente en las pocas palabras que intercambie con mi padre ayer, me pregunto si podrían conocerse, supongo que sera alguna reunión de esas que acostumbra hacer en casa, a pocos meses de la elección del nuevo presidente, los aliados y socios van a estar por toda la casa, es cuestión de acostumbrarme.

Mi teléfono estaba sonando hace varios segundos, así que lo encendí y vi varios mensajes de Rebeca, así que como estaba en el coche, decidí contestarle.

+¿A que no adivinas que paso anoche? 

 jajajaja, por la forma en la que lo dices supongo que fue algo bueno

+ te acuerdas de Brad el chico que te dije que andaba coqueteandome desde hace varios días      y que por cierto es guapísimo

 Obvioooooo, espera espera acaso por fin  hablaron, pensé que nada mas iba a quedarse   mirándote toda la vida, Jajajajaja

+ Estúpida, y a que no adivinas,  me invito a una fiesta, bueno en realidad "nos invito" a una fiesta ajjajajajajaj, te vienes conmigo amiga, a ver si por fin te quitamos esa soltería que llevas .

Bueno terminas de contarme en la escuela, creo que estoy por llegar 

Mande ese ultimo mensajes, y a los pocos minutos el chófer abrió mi puerta indicándome que ya habíamos llegado, tome mis cosas y salí, Inmediatamente fui casi que empujada por una pelinegra que estaba abrazándome con suma alegría, ambas reímos, Rebecca hablaba sobre su vestido para la fiesta de  esta noche, yo la verdad no tenia idea de que ponerme, lo único que se es que debía sobresalir, hace mucho tiempo todos esperaban que tuviera un novio, y que mejor que esta ocasión para poder conseguirlo, hoy debía estar esplendida y  mostrar todos esos atributos que Dios me regalo, al fin y al cabo todos los hombres que estarían ahí serian hijos de alguno que otro rico  lo cual alegraría mucho a mi padre.

-Querida, y que hay de tu vida amorosa cuéntame-  Rebecca había alzado una ceja llena de intriga. - Que te diría, he tenido dos novios pero ha sido mas por presión que  por que me hayan gustado de verdad, me atraían y los estimaba mucho pero no los amaba- Dijo asintiendo rebecca, - ugh te entiendo, mis padres viven encima mio, cada vez que llevo a un chico que en realidad me gusta, le encuentran un defecto, por eso hace mucho tiempo deje de comentarles las cosas, vivo mi vida querida, y tu deberías hacer lo mismo-. 

Las palabras de Rebecca quedaron sonando en mi mente, pero me había quedado más que claro que para mi eso era imposible, el loco de mi Padre debía tener todo bajo control siempre, además le importa más como va a quedar su reputación si consigo a una pareja que no es digna de la "futura hija del presidente de la república". Hasta el momento, en las encuestas el iba ganando pero todo se puede el día de las elecciones, aunque ya varios medios lo dan por ganador hasta hora es solo un candidato y todos los ojos están sobre el. 

Las dos primeras horas habían sido súper aburridas, a excepción de que en la segunda hora, Rafael había intercambiado puesto con Rebecca a lo que ella solo me dio un guiño y una sonrisa descarada, yo solo pude reír ante eso, para la tercera hora nos tocaba Español y la profesora todavía no llegaba,  Las imágenes de lo que paso ayer vinieron a mi mente, sus ojos recorriendo mis piernas y mi nerviosismo se hizo presente, no se por que, pero nuevamente lo ignore, ella era una profesora muy hermosa se decía que la mas linda de la escuela, pero tal vez era por que no la conocía y yo era nueva, eso debe ser. 

La puerta se abrió, y me saco de mis pensamientos, hoy la profesora llevaba  tacones, su cabello suelto a diferencia de ayer que llevaba una coleta, Una blusa blanca y una falda tubo negra que estaba pegada a su cuerpo, dio los buenos días y se sentó en su escritorio. 

- Mil disculpas por el retraso, tuve un pequeño inconveniente- todos asintieron, y sacaron su libro y cuaderno como si fueran robots, excepto Rafael que se acercaba a mi oído a decirme chistes un poco locos pero buenos, algo que me dio mucha risa y no pude evitar contenerla. La profesora alzo su mirada, y se encontró con mi cara sonrojada de pena, por el comentario de Rafael, pensé que lo iba a pasar por alto pero lo que salio de su boca fue algo distinto- Señorita Isabel, que acaso usted no ha aprendido de sus demás compañeros, guarde silencio, y copie la lección- me sorprendió su actitud creí que era una persona con un mejor humor, hoy al parecer se había levantado gruñona, estuvo así toda la clase, aveces cuando alzaba la mirada, me encontraba con sus ojos penetrados en mi, pero esquivaba mi mirada. Habia olvidado que hoy tenia clase con ella al finalizar la jornada, pero la verdad no tenia ganas de estar ahi si iba a estar con esa actitud. Sin embargo, ya me había comprometido, no creo que pueda cancelar. 

En el descanso, Rebecca y yo fuimos a tomar un helado, junto a Rafael que no se había despegado de mi desde aquella clase, hablamos de todo un poco, y algunas veces Rebecca me pellizcaba el brazo en forma de burla, ella creía que el estaba enamorado de mi, pero es imposible, quien se enamora de una persona en tan solo dos días. Cuando el tiempo acabo, nos tocaba gimnasia, me toco cambiarme a un uniforme casi estilo porrista que increíblemente me quedaba muy bien, demasiado diría yo, estaba atrayendo la mirada de casi todos mis compañeros.  No se por que tenia la sensación de que nuevamente alguien me estaba mirando, cuando voltee Lucia estaba al lado de la entrenadora, mirándome con esos ojos tan profundos que tiene, pero igual seguía molesta por el regaño de esta mañana, creí que me llevaría bien con ella, pero veo que me equivoque. No se despego de ahí un solo segundo hasta que la clase se acabo y todos volvimos a las clases normales.