Habia pasado una semana ya desde que su madre regresó del hospital, todo en casa estaba normal pero a su vez raro, Alicia había pasado la mayor parte de su tiempo en cama, leyendo y despejando su mente y corazón, Su esposo Antonio vivía una vida de apariencia obligandola a dormir en el mismo cuarto para evitar sospechas, se le veía decaída y triste, sus hijas instintivamente lo notaron pues su madre no era así, contraria a su padre era una mujer alegre y cálida, a decir verdad aquellos amigos intimo de la familia jamas entendieron como una mujer tan llena de vida había logrado contraer matrimonio con un hombre ambicioso, calculador, de carácter militar, exigente pero sobretodo hipócrita. Ella evadía sus preguntas sobre el accidente con múltiples excusas, que saciaran sus deseos de saber. Hoy además, era el primer día de Universidad para su hija Isabel, la universidad más cara del país, donde solo estudiaban aquellos hijos de políticos, doctores importantes y demás gente adinerada del país, era reconocido por la exigencia académica, sus profesores eran los mejores, un colegio de ricos para los ricos.
- Rápido Isabel, se nos hace tarde- gritó desde el primer piso su hermana, quien ya se encontraba desayunando. 2 minutos después un segundo grito se escucho, la castaña que apenas se disponía a levantarse, luchaba con las sabanas para ir a bañarse- hasta cuando te tengo que esperar- se abrió la puerta fuertemente, Carlotta se quejaba. En el intento de levantarse, la sabana se atoró en uno de sus pies, e Isabel cayó al piso, Una carcajada proveniente de su hermana mayor sonó por toda la habitación, su estomago dolía de la risa, mientras que la ojiazul se quejaba e intentaba levantarse. Por fin logro entrar al baño y así su hermana desaparecer tras la puerta. salió de la ducha, y se posiciono a colocarse el uniforme que exigía esta nueva institución, le quedaba perfecto, marcaba todos sus atributos, justo a su cuerpo, la falda era un poco corta, pero le sentaba bien, Soltó su cabello largo y liso y se dispuso a peinarlo, sus facciones eran hermosas, y estaba segura que dejaría a todos embobados. tomó su desayuno y pronto estaba en camino hacia su nueva universidad, Cuando bajo del auto tal como siempre, los ojos de los demás se posaban sobre ella, mientras se dirigía a la dirección donde debía presentarse y así seria indicada a sus clases y demás. Cuando entro una mujer con lindas facciones le indico que se sentara.- Así que es usted la señorita Isabel- Comentó la señora, le entrego el cronograma y la acompaño a su salón, en el camino le dijo- Cada uno de tus profesores ha sido seleccionado entre lo mejor, espero que des lo mejor de ti- y abrió una puerta indicándole que debía entrar, todos la miraban la mayoría hipnotizados por su extremada belleza, jamas habían visto una mujer como ella, otros la miraban curiosos por conocerla. La directora susurraba algo al oído de aquella mujer que estaba sentada que no había podido visualizar bien ya que estaba despalda, cuando volteo sus ojos chocaron con unos color avellana, un cabello rubio oscuro y liso, con un muy buen cuerpo y podía calcular que lograba tener unos 26 tal vez, Piel de porcelana como ella, facciones finas y un maquillaje natural que resaltaba sus mejores rasgos.
-Bienvenida Isabel- Dijo la profesora mientras extendía su mano amablemente para saludarla, -Mi nombre es Lucia Márquez, seré su profesora de Español- sonreía mientras le indicaba donde tomar asiento. La directora se había ido, y aquellos 15 estudiantes que prácticamente querían tragársela con la mirada, tuvieron que parar ya que su profesora exigió total atención y exclamó- Jóvenes el día de hoy, ha llegado una nueva compañera me gustaría que la saludasen como es debido mientras se presenta, adelante- dijo mirándola fijamente, y así con total seguridad y elegancia se levantó de su asiento dejando una buena vista a aquellos que estaban detrás- Mi nombre es Isabel de Castilla, tengo 18 años, he sido transferida aquí desde mi mudanza y espero llevarme bien con ustedes- Aplausos y chiflidos se escucharon de parte de todos sus compañeros, quienes estaban casi que suspirando por aquella nueva estudiante. Algo que no pasó desapercibido por la profesora ya que jamás había visto ese comportamiento en ellos. -Muchas gracias Isabel, puede tomar asiento-. El resto de la clase transcurrió con normalidad, a excepción de cuando la profesora se volteaba, era ahí cuando sus nuevos compañeros aprovechaban y le mandaban papelitos con algún cumplido o algún dulce, siempre había sido una excelente alumna así que apesar de no haber estado en la temática desde el inicio, sabia de que le estaban hablando.
La clase había finalizado, y vi una silueta acercarse a mi puesto -Señorita de Castilla, puede quedarse un momento- pregunto la profesora con amabilidad,-claro- la ojiazul Tomó asiento al frente del escritorio de Lucia - como sabes, hoy es tu primer día, y debes estar un poco perdida con la temática, sin embargo me gustaría brindarte asesoría y explicarte ciertos temas ya que son de suma importancia, no se que te parezca la idea- Isabel iba a darle una respuesta hasta que un lápiz cayó de su mochila y se dispuso a recogerlo, cuando se incorporó, observó los ojos de la profesora clavados en sus piernas recorriendolas casi que como si tuvieran fuego, inevitablemente se puso roja y carraspeó un poco, no sabia que había sido eso, pero lo dejo pasar por alto, tal vez había sido su imaginación pensó. -Por supuesto profesora-dije tratando de llamar su atención - Bien, entonces comenzamos a partir de mañana después de clase- comentó.
El resto del día pasó volando, me presente a cada uno de los profesores, todos fueron amables pero algunos un poco serios y amargados, había entablado conversación con mi compañera de al lado, se ofreció a mostrarme la escuela y me invito a su casa, su nombre era Rebecca, era muy graciosa y al parecer caía bien a todos. Antes de irme a casa, sentí como si alguien me estuviera mirando, me di vuelta, y vi a lo lejos a mi profesora De español, que apenas se dio cuenta que note su mirada, volteó a otra parte. Me dejo un poco confundida, pero le reste importancia. Llego el chófer y fui camino a casa.
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El beso que me debes.
RomanceA decir verdad, la mayoría de personas sueñan con la fantasía de poner algún día tener el amor de algún profesor o en este caso profesora. No obstante, ese deseo que permanece en muchos, es cumplido en pocos.