Jaula

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Agustín había sido casi obligado a ir a ver una pelea de Artes Marciales Mixtas en jaula. Él no era fanático de las peleas en general, pero el chico que le gustaba lo había invitado y sus amigos lo habían obligado a asistir junto con ellos. ¿Qué tan malo podría ser?
Bueno, definitivamente era muy malo para él, ver a dos hombres molerse a golpes sin motivo le parecía estúpido. Decidió ir al baño como una buena excusa de alejarse un poco de la jaula. Le costó un poco encontrarlo pero, luego de un largo rato, lo logró. Entró con cuidado y se encontró al hombre, probablemente, más hermoso que había visto en su vida. Un chico alto, bronceado, de ojos esmeralda, cabello castaño y cuerpo bien formado. Muy sexy, demasiado sexy. Se sonrojó rápidamente al pensar lo último.

-¿Qué le pasa, lindura? ¿Lo asusté? -tenía un acento extraño, uno que Agus nunca había oído en su vida, pero le resultó realmente atractivo.

-No, no. Disculpame, no quería molestarte... -murmuró apenado caminando lentamente hacia los lavamanos.

-No me molesta que un hombre hermoso se me quede viendo, para mí es un halago... -comentó el extraño con una sonrisa acercándose al más bajo-. Perdón por la pregunta pero, ¿Sos gay? -esa pregunta tomó desprevenido al de ojos celestes, pero no dudó en contestar.

-S-Sí, soy gay... ¿Y vos? -eso fue lo primero en preguntar, en lugar de algo normal como su nombre, al menos, no, él tenía que preguntar esa ridiculez.

-Creo que es evidente, primo -aseguró el extraño sonriente extendiéndole una mano al más bajo-. Soy Marcos, Marcos Ginocchio... ¿Puedo saber el nombre del chico má' hermoso que vi en mi vida?

-So... Soy Agustín, Agustín Guardis... -murmuró perplejo aceptando gustosamente su mano.

-Que nombre tan hermoso tiene, primo... Casi tan hermoso con uste'...

Agustín se sonrojó rápidamente mientras una gran sonrisa apenada aparecía en su rostro. Que un chico tan guapo le diga algo así era algo que únicamente podía pasar en sus sueños. Pero ésto no era un sueño, ésto era la realidad. El sonido de la puerta abriéndose alertó a los chicos. Miraron en dirección a la persona que había entrado y, para mala suerte de Agustín, era Juan Ignacio, Nacho, su amigo y el chico que creía gustarle, pero luego de ver a Marcos, ¿Podía decir que al menos Nacho lo atraía?

-¡Agus! Amigo, te estaba bus... ¿Marcos? ¿Marcos Ginocchio?

Preguntó asombrado el rubio. El nombrado le dió un dulce beso en el dorso de la mano al de ojos celestes con una sonrisa mientras le guiñaba el ojo. Soltando suavemente su mano, lo miró al chico rubio con leve seriedad.

-¿Me conoce'? -interrogó aún serio, era extraño verlo de esa manera al chico, ya que desde que entró al baño, lo había visto con una sonrisa.

-¿Cómo no te voy a conocer? ¡Sos el carnicero salteño! Es un honor conocerte, en serio. ¿Me darías tu autógrafo? -pidió levemente apenado y con una amplia sonrisa.

-Si uste' me da el número del Agu', yo le doy un autógrafo -negoció el salteño con una sonrisa. Agustín se sintió un poco ofendido, pero sólo un poco, el salteño quería su número cueste lo que cueste.

-¿De Agus? ¿Por qué? -preguntó curioso el rubio viendo a su amigo, el cuál sólo levantó sus hombros en señal de sorpresa.

-Porque e' el hombre má' hermoso del mundo. Ademá', ¿Cómo lo voy a invitar a salir si no tengo su numero? -contestó con simpleza para luego voltear a ver al chico junto a él.

-Em... Bueno, dale -sacó de su mochila su teléfono, un cuaderno y una lapicera. Anotó en una hoja el número de Agustín y escribió abajo "Agustín Guardis", para luego cortarlo y pasárselo al chico junto con la lapicera y el cuaderno.

-Genial... -guardó el papel en la funda de su teléfono y luego miró al chico-. ¿Tu nombre?

-Soy Nacho, bueno Juan Ignacio, pero me dicen Nacho...

-Mm okey... -firmó el autógrafo y le devolvió las cosas al chico-. Gracia' primo.

-¡No hay de qué! Lo que sea por mi luchador favorito -aseguró el rubio con una amplia sonrisa guardando sus cosas en su mochila.

-Bueno -volteó a ver a Agus, el cuál se sentía el tercero en aquella plática extraña-. Supongo que uste' no tiene ni idea sobre MMA, ¿Me equivoco?

-De hecho no, Nacho me pidió venir, yo no quería y bueno, me obligaron, y acá estoy -aseguró levemente apenado, odiaba verse tonto delante de aquel hombre tan guapo.

-Está bien, entonces sólo le voy a decir que no se preocupe, voy a estar bien. Y espero verlo luego de mi pelea, es el show principal de la noche -comentó mientras que con una mano le daba pequeñas caricias en el brazo al más bajo.

-Si no me impresiono mucho y vomito, supongo que vas a verme...

-No te preocupes, yo te lo retengo -aseguró Nacho con una amplia sonrisa.

-Mucha' gracia', primo -agradeció Marcos sonriente sin quitar su vista de los ojos celestes de Agustín-. Tengo que irme o no va a haber pelea... Pero me alegra que haya venido obligado, así pude conocerlo. Uste' es realmente hermoso...

Se acercó para darle un dulce beso en la mejilla a Agus, no quería pasarse, pero ese chico, con sólo una mirada, le había movido todo el piso. Amor a primera vista... Marcos nunca creyó que eso fuera posible, al menos hasta ese momento porque el más bajo lo había hechizado por completo con sólo una mirada. El de ojos verdes se fue del baño dejando al par de amigos solos, con el castaño embobado totalmente por el pequeño acto del salteño, y con su amigo rubio anonadado por aquel suceso.

MARGUS // ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora