MARGUS // ONE-SHOTS

Popular II

-Em... Sí... ¿Qué pasa? -indagó temeroso el más bajo.

-¿Le caigo mal? -preguntó consiguiendo que el ojiceleste lo mire.

-No. ¿Por qué lo pensas? -era la primera vez que lo veía a los ojos y no tartamudeaba, quizás era por la sorpresa que le trajo aquella pregunta, pero lo había logrado. Había dicho unas palabras sin trabarse.

-Porque siempre que me acerco a uste' sale corriendo, o dice algo extraño y se va. Entiendo si no soy su persona favorita, o hago algo que no le gusta, pero prefiero que me lo diga... Si algo de mí no le gusta, le prometo que puedo cambiarlo... -el mayor lucía triste, eso no le gustaba al más bajo, y menos si era culpa suya.

-No me caes mal, ni nada... Soy muy tímido, usualmente los chicos como vos no hablan ni se acercan a chicos como yo. Me cuesta mucho socializar y por miedo a hacerlo mal, simplemente salgo corriendo... Perdón si te hice sentir mal... -no todo era mentira, sólo omitió descaradamente el hecho de que él le gustaba, nada más.

-¿A qué se refiere con chicos como usted? -le preguntó el salteño confundido.

-Así como ves, soy antisocial, no me gusta salir de joda, prefiero los videojuegos, ver series u películas, soy bastante friki en muchos aspectos. Además de que soy... -antes de poder terminar la frase, el contrario lo interrumpió.

-Extremadamente atractivo -soltó sin pensar con una sonrisa. ¿Cómo sabía que era sin pensar? Fácil, porque automáticamente su rostro pasó a un color carmesí y decidió cambiar el tema-. ¿Qué le parece hablar de Mendoza? Es una provincia muy linda y tienen la cultura del vino muy arraigada, los viñedos son realmente hermosos y tienen mucha información para aportar.

El más bajo se había quedado mudo en ese preciso instante. ¿Había escuchado bien? ¿El bombón más sexy del mundo lo había llamado "atractivo"? Debía estar soñando, pero era, sin dudas, el mejor sueño de su vida. Pensó unos segundos, no podía dejar pasar esa oportunidad tan maravillosa, sería un gran idiota si lo hacía.

-¿Te parezco atractivo?

Preguntó con una pequeña sonrisa dibujada en el rostro. Vió como Marcos se puso nervioso, estaba abriendo la boca para contestar pero una llamada de su teléfono lo hizo distraerse, maldito sea el imbécil estaba llamando. El castaño, con un leve suspiro, atendió.

-¿Qué pasa? -bufó con leve molestia el chico, sin percatarse de que el volumen de la llamada estaba demasiado alta, lo suficiente como para que Agustín pudiera escuchar a la persona al otro lado de la línea.

-¿Estás con el bombón de Frodo? -Agus reconoció esa voz al instante, era Nacho. Un chico amigo del salteño que iba con ellos a clase.

-Sí, ¿Qué queré'? -el ojiverde parecía algo irritado, pero no sabía porque motivo, quizás su pregunta lo había hecho enojar.

-Hablale bien de mí. Decile que soy alto partido y preguntale si saldría conmigo... -eso al más bajo lo dejó muy confundido, ¿A caso él solamente se veía horrible? ¿Todos lo veían lindo menos él mismo?

-¿Eh? No, ni a palo -su voz se oía cada vez más grave debido a la clara molestia que tenía, además jugaba con su mano libre formando y desformando un puño.

-¿Por qué? Es hermoso chabon. Te lo estoy pidiendo como tu amigo, te juro que hago toda tu tarea por lo que queda del año -rogó el rubio con desesperación.

-Porque no. No quiero y punto. ¿Ya terminaste? Porque estoy muy ocupado ahora -gruñó bajo intentando mantener su cordura debido a la presencia del chico que vivía en sus pensamientos.

-Dale amigo, nunca te pido nada. ¿Qué te cuesta hacerme éste favor? -insistió el chico.

-Me cuesta mucho, demasiado diría yo -respiró hondo, aún con sus patos en fila, o bueno, casi todos.

-¿Por qué? ¿Te gusta? -bromeó el rubio riendo al otro lado de la línea.

-Sí, y mucho. ¿Algo má'? Posta que ahora estoy ocupado Nacho, pero después hablamos -sin esperar una respuesta, colgó la llamada. Suspiró para luego voltear a ver a Frodo con una amplia sonrisa, que se desvanecido rápidamente al ver la cara de shock del de ojos cielo-. ¿Escuchó la llamada, Agu'?

-Em... Sí. La verdad que sí, pero es porque estaba muy alto el volumen... Te intenté hacer señas... Pero no me mirabas... Pe... Perdón... -murmuró con un gran sonrojo en sus mejillas, dirigiendo su vista hacia cualquier lado que no sea el salteño.

-Uff... Bueno, tonces mejor soy honesto, ¿No? Ya no me puedo hacer má' el boludo -bromeó nervioso con una pequeña sonrisa. Se levantó para acercarse un poco más al más bajo, lo tomó levemente de la mano consiguiendo captar su atención-. Me gusta mucho, primo... Sé que no lo conozco, pero quiero conocerlo, me parece muy lindo y por eso siempre intento acercarme a hablarle, pero uste' sólo huye de mí... -se sinceró el de ojos verdes con una leve sonrisa triste en su rostro.

-Yo huyo porque... Po-Porque me pareces muy li-lindo... Me gustas mucho, en serio... Y por eso siempre me trabo, o digo cosas raras y salgo corriendo... Me pareces el chico más hermoso aue vi en mi vida... Y eso hace que me cueste mucho más hablarte...

Murmuró nervioso Agustín con una sonrisa, no era fácil decirlo, pero realmente se sentía muy bien. Ginocchio levantó la mirada con una amplia sonrisa, levantó con cuidado al de ojos cielo y lo abrazó con todas sus fuerzas, sin lastimarlo. Se quedaron así un tiempo, disfrutando de la cercanía del otro, del calor del cuerpo contrario. Frodo comenzó lentamente a separarse para poder apreciar las facciones del chico más de cerca, pero no le dio tiempo, ya que Marcos lo tomó firmemente de los cachetes para poder darle un beso en los labios, aquellos aue hacía tanto ansiaba con probar, los que tenían gusto a menta pero eran suaves y pequeños, encajaban perfectamente con los suyos. Marquitos sentía que Agustín había sido creado para él, no tenía pruebas, pero tampoco dudas.