-Por favor, te juro que es la última -rogaba el rubio a su amigo salteño.-Ya le dije que no. No quiero ir a una cita a ciegas fingiendo ser uste' otra vez, hágase responsable -gruñía con molestia el más alto.
-¡Por favor, Marquitos! Es importante, mi viejo me organizó una cita a ciegas con un tal Agustín, sólo sé como es físicamente y bueno, su nombre, y no puedo ir, tengo que salir con Thiago -explicó el rubio haciendo un puchero con sus labios.
-¿Por qué no le decí' a tu papá que estás saliendo con Thiago? -interrogó el de ojos verdes con leve molestia cruzándose de brazos.
-Porque Thiaguito no está listo todavía, no es el punto -bufó levemente y lo miró a los ojos-. Por favor amigo, además, el pibe es re tu tipo. Por lo que me dijo mi viejo es enano, pálido, pelo castaño oscuro y ojos celestes. Sólo es ir, decirle que no estás interesado y ya está.
El salteño lo pensó unos minutos, no era tan mala idea si es que el chico era así, era perfectamente su tipo físicamente, y no le haría mal salir un rato. Marcos era el mejor amigo del mundo, y veía muy feliz a Nacho con Thiago, así que, con todo el pesar del mundo, decidió aceptar.
-Está bien, pero es la última vez. Y hablo en serio.
Contestó con una leve sonrisa haciendo que su amigo salte a sus brazos como un niño pequeño. El rubio daba leves saltos de alegría, realmente tenía un amigo de oro. Luego de darle todas las indicaciones del lugar y la hora estipulada se fue, dejando a Marcos solo para que pudiera arreglarse tranquilo. Se ducho algo rápido y se puso una camisa blanca, unos jeans negros y unas zapatillas marrones, algo casual para una cita que no era suya. Se puso una chaqueta de cuero y salió hacia el lugar con calma, no quería llegar tan temprano y parecer desesperado. Llegó a la cafetería sólo cinco minutos antes de la hora acordada, encontrándose en la puerta con un hombre realmente hermoso, probablemente el más lindo que el salteño había visto en su vida, luego de unos segundos, dedujo fácilmente quien era.
-¿Agustín?
Preguntó curioso, deseaba que se estuviera equivocando, porque en serio quería seguir viendo a ese lindo chico. Pero para su mala suerte, éste se volteó con una sonrisa. Lo miró unos segundos, como si lo estuviera analizando.
-¿Nacho? -interrogó el de ojos azules con una leve sonrisa.
-Sí, soy yo... -odiaba mentir, por eso no le gustaba tener que fingir ser su amigo en cada ocasión que el padre de éste le planificaba una cita-. Es un gusto.
-El gusto es mío -dijo el enano con una amplia sonrisa-. Bueno, ¿Entramos?
El más alto asintió. Ya con sus cafés en la mano, optaron por sentarse en una mesa algo alejada del resto, al ser una cita, necesitaban un lugar para charlar. Al principio todo iba bien, hablaban de sus gustos, de sus películas favoritas, y diversas cosas triviales, pero al cabo de una media hora, el más bajo suspiró con leve molestia mientras se cruzaba de brazos. Miró al salteño de arriba a bajo un par de veces, para posteriormente detener su mirada en los ojos esmeralda de Marcos.
-Bueno impostor, fue una linda charla... -la mirada dura del más bajo atemorizaba al más alto.
-¿Impostor? -preguntó de manera inocente el ojiverde, sabía que el enano era inteligente, pero no creyó que era un genio.
-Dale, no te hagas -suspiró cansado-. Supe desde el primer momento que no eras Nacho, no soy boludo.
-¿Cómo te diste cuenta? -cuestionó confundido y sorprendido a la vez.
-Fácil, mi mamá me dijo que Nacho es un poco más alto que yo, de ojos celestes, piel pálida y pelo rubio. Y vos sos todo lo contrario -contestó con simpleza con una leve sonrisa.
-¿O sea que no te gusto? -preguntó decepcionado agachando levemente la cabeza.
-Yo no dije eso -el más alto lo miró sorprendido pero no dijo nada-. ¿Quién sos?
-Soy Marcos, Marcos Ginocchio. El mejor amigo de Nacho... -suspiró bajo mientras lo miraba a los ojos-. Lamento mucho haberle mentido, primo... Es que Nacho sale con alguien a escondidas y me pidió, no, me rogó que venga a suplantarlo, decirle que no está interesado e irme, pero...
-¿Pero? -Agustín lo miró intrigado.
-Pero uste' me pareció demasiado lindo como para decirlo e irme. Lo lamento, estuvo muy mal de mi parte no haberle sido sincero... Para ser honesto, no creí que me gustaría tanto hablar con uste' -suspiró un poco más tranquilo, ya pudiendo hablar con su acento salteño-. Ya debería irme...
-No es necesario -el más alto lo miró confundido elevando la ceja derecha-. No dije que me cayeras mal o algo así... Sólo quería saber quien sos. Para ser sincero, tu amigo no es mi tipo, no me gustan los rubios -aclaró con una sonrisa ladina.
-¿Eso significa que podemo' salir en algún momento? -interrogó con una amplia sonrisa, comenzando a perderse levemente en ese mar celeste tan hermoso.
-¿Hoy es Miércoles? -el salteño asintió-. Bueno, estoy libre el sábado.
-El sábado está perfecto... -aseguró el más alto con una amplia sonrisa pasándole su teléfono desbloqueado al enano-. Tenga, agendese como quiera, lindo.
El rostro de Agustín tomó un suave tono rojizo. Agarró el teléfono y se agendó con el nombre de "Frodito" seguido de un corazón. Se lo pasó al de ojos verdes para que éste supiera como lo había agendado.
-¿Frodito? -lo miró intrigado el más alto.
-Así me dicen mis conocidos, Frodo. Por el protagonista de mi saga favorita, "El señor de los anillos" -explicó con una sonrisa.
-¿Qué le parece si el sábado vemos las películas? Para ser sincero no vi ninguna... -tal vez era una gran excusa, pero el que no arriesga, no gana.
-Me parece la mejor cita del mundo -contestó con una sonrisa mientras se levantaba de la silla-. Te veo el sábado, bombón...
-Lo veo el sábado, príncipe...
Sin más se despidieron con las ansias de que el bendito sábado llegara lo antes posible. Para suerte de ambos, esa cita fue lo mejor que les pasó, Marcos le agradecería a Nacho cuando lo viera, por fin uno de los planes de su amigo había salido bien.
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MARGUS // ONE-SHOTS
FanfictionHistorias cortas del shipp Margus (Marcos X Agustín), hechos con mucho amor y respeto. Los personajes no son míos, son participantes del show Gran Hermano. Realmente espero que ninguno de ellos lo vea porque me daría mucha vergüenza, pero si llega...